Unos 30.000 mendocinos y turistas celebraron en la noche del sábado una nueva edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia, evento que corona la cosecha de las uvas para un vino nuevo y elige a su reina nacional desde el Teatro Griego Frank Romero Day, en la capital provincial.
«Coronados de historia y futuro» es el nombre dado al acto central de este año, que se repite esta noche y mañana con las actuaciones de Ciro y Los Persas y La Delio Valdez.
El Teatro Griego Frank Romero Day estuvo repleto y aplaudió de pie la puesta en escena que este año contó con la dirección de Pablo Mariano Perri, quien debutó de esta manera al frente de la Vendimia 2024, y el guion de Silvia Moyano, quien, además de escritora, es docente en la Universidad Nacional de Mendoza.
Hacia el final, los votos dieron ganadora como Reina Nacional a Agostina Carrión (23), representante de ciudad capital, quien en su primer discurso agradeció a todos lo que la acompañaron en el proceso de su coronación, y Rocío Belén Neila del Pino (20) y representante de San Carlos como virreina.
«Al Club Mendoza de Regatas, a mi familia, amigos, a mi equipo de natación, a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, por todo el apoyo, todo el acompañamiento en este camino. Quiero agradecerle a mis compañeras, a cada una de las reinas departamentales, que formamos un equipo enorme, espero que juntas podamos llevar a cabo cada uno de nuestros proyectos durante este año», resaltó la joven.
Esta fue una elección histórica, tal como rezaba la campaña en redes de la nueva soberana, ya que se trató de la primera vez que la capital provincial corona a su representante dado que antes del 2017 su figura era de «anfitriona» y no formaba parte de la votación.
«Coronados de historia y futuro» contó con una historia simple y directa, una excelente puesta coreográfica, un vestuario envidiable y una poderosa y sutil banda musical.
Perri había recordado a Télam que soñaba con hacer Vendimia desde que tenía 9 años cuando en un concurso se gané una patineta y -dijo- «todos mis amigos andaban en ella y yo armaba carros vendimiales en la patineta con reinas y bailarines».
En la noche del sábado ese sueño se le hizo realidad y el público aplaudió su convocatoria que apeló a las tradiciones y al pasado hacia la impronta de la innovación y lo vanguardista.
Si bien desde el Gobierno mendocino habían destacado que esta edición sería más austera, la Fiesta Nacional de la Vendimia presentó un espectáculo con una impactante puesta de más 1.052 en escena y 562 metros cuadrados de cajas lumínicas, recurso escénico que fue declarado patrimonio provincial.
Consta de cuatro actos en once cuadros que se desarrollan en 3.700 metros cuadrados distribuidos en cinco escenarios, y si bien el teatro griego tiene capacidad para unas 20.000 personas, a ellos hay que sumarles los miles que tradicionalmente disfrutan del espectáculo desde los cerros aledaños.
Silvia Graciela Moyano, responsable del guion de la fiesta, manifestó a Télam «una profunda emoción y mucha gratitud porque es una oportunidad preciosa de rendir homenaje a nuestro pueblo y con muchas ansias de que la gente pueda sentirse plena y feliz al menos por un momento».
El hilo conductor de la fiesta, llena de música, color y cientos de bailarines en escena, cuenta la vida de Pedro, un orfebre que tiene como desafío crear un elemento que represente al pueblo.
Desafiado a construir ese objeto, emprende un viaje hacia el pasado y el futuro en busca de los elementos necesarios para concretar su obra.
Acompañado por el insomnio, la incertidumbre y la inspiración, Pedro profundiza en sus raíces vendimiales acerca de la necesidad de perseverar frente a las dificultades y la vigencia de los valores populares. Y también debe sufrir la desesperanza y la oscuridad.
El gran mérito de Perri es hacer la historia sencilla y creíble, llevadera y entretenida. Y es ahí donde se apoya, en la magnífica coreografía – dirigida por Carlos Fabián Ulloa – , que brilla en su máxima intensidad, aprovechando todos los espacios del teatro griego y apoyado en un vestuario sensacional, que aporta belleza de manera permanente a la puesta.
Entonces, cuando la fiesta toma vuelo, la música empieza a cautivar desde la incidental, muy cinematográfica, pasando por el folklore de Cuyo, del país, el tango y otros ritmos populares.
Sin dudas que semejante agrupación musical bajo la dirección musical de Paíto Figueroa y la dirección orquestal de Alicia Pouzo tiene brillo propio y solo acapara ovaciones y aplausos.
Así, «Coronados de historia y futuro» pasó sus algo más de 60 minutos de manera entretenida, sentida, motivadora pero -por sobre todas las cosas- emocionando.
Eso se nota apenas empieza el consabido malambo final, reuniendo a los cientos de bailarines sobre el escenario y con un público de pie ovacionando el espectáculo que sencillamente celebra nuestra historia y trabajo.
En tanto esta noche y mañana, en la Segunda y Tercera Noche de repetición se desarrollarán con un cierre musical de lujo a cargo de reconocidos artistas argentinos como la banda Ciro y Los Persas y la Delio Valdez, respectivamente.
Fuente: Télam
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