Fernando Estrada Gonzáles, alias «Piti», el hermano del poderoso capo narco peruano «Marcos» Estrada Gonzáles, que se presentó ante la justicia tras permanecer 13 años prófugo, fue procesado con prisión preventiva como acusado de liderar la venta de estupefacientes durante más de dos décadas en el Barrio Padre Ricciardelli, más conocido como Barrio 1-11-14 del Bajo Flores, informaron este miércoles fuentes judiciales.
El juez en lo Criminal y Correccional Federal 12, Ariel Lijo, le imputó a «Piti» encabezar entre 2009 y 2023 una cadena destinada al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en el que intervinieron más de tres personas y también le atribuyó el delito de tenencia ilegítima de materiales explosivos y acopio de armas de fuego, sus piezas y municiones.
El hombre, de 56 años y nacionalidad peruana, era buscado por Interpol con una circular roja desde octubre de 2010 y el 25 de abril pasado se presentó en la sede de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), tras lo cual quedó a disposición del juez Lijo, quien también le trabó un embargo sobre sus bienes y/o dinero por 18 millones de pesos.
La Procuración General de la Nación informó este miércoles a través de su sitio web (www.fiscales.gov.ar) que «Piti» quedó procesado con prisión preventiva en carácter de «organizador de una asociación ilícita» dirigida junto a su hermano «Marcos» y la pareja de este, Silvana Alejandra Salazar; destinada, primordialmente, a ejecutar actos relacionados con el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en el interior y fuera del Barrio Padre Ricciardelli del Bajo Flores.
De acuerdo a la acusación, «la organización se encargaba de la introducción, almacenamiento, fraccionamiento y distribución definitiva de distintas clases de narcóticos, entre los que se verificaron marihuana, cocaína y sus derivados, tanto en grandes cantidades como en pequeñas porciones destinadas al consumo individual».
A su vez, en marzo pasado, los fiscales Eduardo Taiano y Diego Iglesias (titular de la Procunar) le solicitaron al juez Lijo la elevación a juicio de la investigación seguida a otros 16 integrantes de esta organización narcocriminal.
Para los acusadores, entre febrero y septiembre de 2021, tras la condena a «Marcos» -quien fue sentenciado a 24 años y luego extraditado a Perú en junio de 2022- y parte de la organización, «la banda se rediseñó y quedó bajo el mando de Johnny Ray ´Pantro´, Arnao Quispe y Ulises ´Pitufo´ Romero Godoy, quienes impartían directivas al resto de los integrantes del grupo, supervisaban el negocio y recibían las ganancias».
Y si bien «Piti» se mantuvo prófugo desde 2010, los fiscales consideraron que «habría mantenido un rol preponderante en la organización, impartiendo órdenes a la distancia y financiando las actividades narcocriminales».
Con una fisonomía distinta a la que se conocía de él por las últimas fotos con las que contaban los investigadores, el 25 de abril pasado, «Piti» ingresó a la sede de la Procunar y se puso a disposición de Taiano e Iglesias.
Hasta entonces, los pesquisas creían que el hermano menor de «Marcos» se hallaba prófugo desde hace años en Lima, pero el abogado Juan Alfredo Sánchez Ortíz se comunicó con la Procunar para avisar que el acusado se iba a presentar ante la Justicia, lo que finalmente sucedió.
«Piti» tenía como antecedente haber cumplido una condena por el delito de homicidio simple en perjuicio de Antonio Eusebio Gallardo, cometido el 11 de junio de 1998 en inmediaciones del complejo Barrio Rivadavia II, lindero al Barrio 1-11-14.
Para los investigadores, «Piti» era el hombre de máxima confianza de su hermano «Marcos» y lideraba desde la distancia una de las facciones de la organización narco aún vigente en el Bajo Flores.
Según la investigación, el poder narco de «Marcos» en el barrio 1-11-14 se remonta a 1999, cuando se registró un triple homicidio en el interior en el predio conocido como «La Cancha de los Peruanos».
«El hombre, de 56 años y nacionalidad peruana, era buscado por Interpol con una circular roja desde octubre de 2010 y el 25 de abril pasado se presentó en la sede de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), tras lo cual quedó a disposición del juez Lijo, quien también le trabó un embargo sobre sus bienes y/o dinero por 18 millones de pesos»
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Para octubre de 2010, cuando se solicitó la detención de «Piti», los fiscales consideraron que el sospechoso «mantendría vigente su poderío, encargándose de coordinar y supervisar los distintos movimientos que realizan los demás miembros de la agrupación e impartiendo las directivas tendentes al desarrollo cotidiano de la actividad ilícita producida en el interior e inmediaciones de la villa 1-11-14″.
En noviembre de 2022, en otro dictamen, los fiscales Taiano e Iglesias señalaron que el poder de la organización se había «robustecido» porque «Piti» habría enviado a distintas personas desde Perú para que se asienten en el barrio 1-11-14 «a fin de tener un mayor control».
«Históricamente la organización liderada por los hermanos Estrada González detentaba una compleja estructura de funcionamiento, dividendo sus actividades en distintos estratos, esto es, personas que detentan diversos roles, funciones y turnos de 28 días consecutivos y rotativos entre las dos facciones de la organización narcocriminal (una a cargo de Marcos -que manejaba desde la cárcel- y la otra de Piti -que manejaba desde Perú-) para la comercialización de las sustancias estupefacientes, los cuales culminaban los días jueves, para dar inicio a un nuevo turno los días viernes de cada semana», indicaron los fiscales.
Fuente: Télam
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