El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de $ 1.500.000 para quienes aporten datos para dar con el paradero de un barrabrava del Club Atlético Atlanta, prófugo por el crimen del financista Carlos Walter Molina, asesinado de un tiro en el pecho en noviembre de 2021 en un departamento del barrio porteño de Almagro, informaron este miércoles fuentes judiciales.
Se trata de Eduardo Miguel Ángel Ajalla Cabrera (38), alias «Calabaza«, señalado como el presunto autor material del asesinato y por el que dos mujeres irán a juicio oral en agosto próximo.
«Pedimos que nos ayuden a difundir la imagen de este hombre que está prófugo desde marzo de 2022. Después de un año y cuatro meses no puede estar libre, la familia necesita un poco de paz«, dijo a Télam Belén Pérez Orue, novia de la víctima.
Por el caso, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 12 porteño, integrado por los jueces Darío Medina, Claudia Moscato y Luis Márquez, juzgará a Julieta Lacivitta y Estefanía Vanesa Romero desde el 22 de agosto.
A ambas se les imputa el «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» del financista Molina (34), aunque la primera está acusada de ser «partícipe necesaria» del crimen y permanece alojada en la cárcel de Ezeiza; mientras que la segunda fue procesada como «partícipe secundaria» y cumple con un arresto domiciliario.
Según fuentes judiciales, las audiencias comenzarán a las 9 y serán a través de la plataforma virtual Zoom.
«No quiero que sea por Zoom el juicio, esto no es un tema laboral, esto es por un asesinato y por eso yo quiero que se haga presencial para que me acompañe mi familia, sus amigos, las Madres del Dolor, etcétera«, pidió al TOC 12 -en declaraciones a Télam- María Elba Cardozo, madre de Molina.
En tanto, «Calabaza» Ajalla Cabrera, pareja de Romero y sindicado miembro de la hinchada de Atlanta, continúa prófugo desde el 10 de marzo del año pasado como presunto autor material del asesinato, por lo que el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ofreció la suma de $ 1.500.000 destinados «a aquellas personas que, sin haber intervenido en los hechos delictuales, brinden datos útiles que permitan lograr la aprehensión».
Durante la investigación, el fiscal Marcelo Munilla Lacasa estableció que Molina fue asesinado luego de ser citado el 19 de noviembre de 2021 al departamento «C» del piso 10 de un edificio ubicado en avenida Díaz Vélez al 3.700 del barrio de Almagro, para realizar el cambio de US$ 7.500.
Según consta en el procesamiento dictado por el magistrado Fernando Caunedo, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 10 -al que tuvo acceso Télam-, Molina fue citado en tres oportunidades por una mujer que se identificó como «Camila», con quien realizó dos operaciones de compra venta de US$ 1.200 y US$ 3.000, y quien días después le solicitó efectuar una tercera de US$ 15.000.
De acuerdo a constancias de la causa, la responsable de contactar al financista fue Lacivitta -quien se hacía llamar «Camila»- y el actualmente prófugo apodado «Cala» o «Calabaza».
Para el fiscal, Molina fue citado a las 18 del 19 de noviembre de 2021 por Lacivitta al departamento de Díaz Vélez y al ingresar «fue sorprendido por alguno de los imputados -posiblemente ´»Calabaza´, por una cuestión de fuerza física-, quien lo golpeó y le disparó en el tórax con una pistola del calibre 9 milímetros«, para luego darse a la fuga «dejando en el lugar $ 34.500, US$ 100 y todas las pertenencias» de la víctima.
Los investigadores establecieron mediante el cruce de las antenas de los celulares de los sospechosos, que la línea telefónica con la que era contactado Molina se prendía en inmediaciones del domicilio que comparten Romero y «Calabaza», en el barrio de Caballito.
También determinaron que cada vez que el financista era contactado, la señal del teléfono celular impactaba en la antena cercana a la sede del club Atlanta, donde se cree que se reunía la banda.
«Si bien los audios eran enviados por Lacivitta, haciéndose pasar por ‘Camila’, se cree que las conversaciones de WhatsApp escritas fueron efectuadas por la otra mujer o por ‘Calabaza’ y que cuando se juntaban, hacían que Lacivitta envíe mensajes de audio», explicó a Télam un pesquisa.
Además, en la causa se aportó un video registrado en las cámaras de seguridad de la zona en el que se ve el paso de un Peugeot 208 color blanco, propiedad de esa pareja.
Si bien en un primero momento se investigó que el crimen de Molina se había cometido durante un robo, los investigadores no descartaron luego otras posibilidades debido al hallazgo de dinero y demás pertenencias en la escena.
«En el bolsillo tenía $ 34.000 y US$ 100, y en el auto otros $ 98.000», confirmó a Télam un investigador, quien dijo que no obstante se cree que los asesinos se apoderaron de la suma que llevaba para cambiar.
Molina trabajaba como despachante de Aduana, era licenciado en Comercio Exterior y desde hacía dos años tenía una financiera con varios clientes y daba cursos de dónde y cómo invertir dinero.
Fuente: Télam
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