Si alguna vez alguien creyó que no poder tocar la textura de una tela que preparó un estudiante sería un impedimento para hacer una carrera de moda, se equivocó. “Se puede aprender a cocinar por un tutorial, no sentir el gusto y, aun así, aprender a cocinar”, dice el conocido diseñador Francisco Ayala, presidente de la Cámara Argentina de la Moda para referirse al lanzamiento de EsCam, la escuela de esa institución, cuyo lanzamiento está previsto para el 20 de este mes.
Ninguno de los sastres que en 1905 fundaron lo que hoy se convirtió en esta cámara sin fines de lucro, pudo imaginar que ello sucedería. La pandemia hizo que los diseñadores se conectaran entre sí, e hicieran, por ejemplo, un seguimiento de la ley de talles. Luego de esa experiencia, en la Cámara se dieron cuenta de que podían “democratizar el conocimiento, federalizarlo, dar herramientas a quienes están conectados con el mundo de la moda, y que, una forma de hacerlo es dar seminarios virtuales. “La educación presencial hace que, por ejemplo, en nuestro caso, la gente tenga que venir a estudiar a Buenos Aires. La virtualidad nos permite ser federales”, explica Ayala.
-Télam: ¿Los cambios sociales como la aparición de las prendas no binarias o la irrupción de los nuevos cánones de belleza, ¿hicieron que deba modificarse la educación en referencia a la moda?
-Francisco Ayala (FA): Nosotros venimos viendo que la tendencia irreversible es hacia lo inclusivo. Es lo que tenemos que hacer, lo que falta. Hay que pensar otras tipologías. Yo presentaré mi nueva colección en el Palacio Paz, y lo haré con todo tipo de cuerpos. Voy a trabajar con mujeres con canas y con gente totalmente común, porque creo que es muy estigmatizante la visión tan hegemónica de la belleza.
“A mí me gusta trabajar con textiles latinoamericanos, prehispánicos, y con fibras autóctonas. Entonces, pensé en algo que nos define y que es absolutamente contemporáneo: el poncho. Le agregué cierres, bolsillos, capucha, y los fabrico con textiles de Catamarca, con fibras de llama que trabajan las cooperativas del interior del país. Bueno, ese poncho, por ejemplo, no tiene género. Lo pueden usar tanto mujeres como hombres”, se explaya el presidente de la Cámara.
En el marco de los cambios sociales y las inequidades del mundo de la moda, Ayala dice que, “por ejemplo, lo que sucede con los talles es discriminatorio. La ley dice que todos los talles deben estar homologados, y eso va a llevar un tiempo. Ahí entra la virtualidad también, porque si hay certeza de que el talle es el que dice dicen que es, la gente se va a animar más a comprar de manera virtual”, agrega.
En este marco es que nace la EsCam (Escuela de la Cámara Argentina de la Moda), donde, para comenzar, lanzarán talleres virtuales, que son cinco, pensados en clases de una hora y media cada uno. Los montos son más que accesibles, ya que cuestan 8000 mil pesos. “No tenemos ganar plata, sino poder formar a los profesionales”, explica Ayala.
-Télam: ¿Qué pasa en la enseñanza virtual con cuestiones prácticas como no tocar una tela que tuvo que ser texturizada?
-FA: Yo me pregunté lo mismo, y la gente me dijo que la mayor parte de la información la recabó de tutoriales, lo que creo que es verdad, porque los trabajos están muy bien hechos y aprendieron en la pandemia a través de videos. Por eso, si bien por ahora estamos enmarcados en lo teórico, no descartamos dar talleres prácticos.
Uno por uno, los primeros seminarios
El mundo de Dante Alighieri y su reflejo en la moda, dictado por Patricia Rafellini, licenciada en museología. La propuesta es que, a partir de la obra del Dante se vea el reflejo que tiene el relato desde una lectura intertextual sobre el sistema de la moda de Occidente.
El segundo taller es Diseño, análisis y armado de colección, con la profesora Carla Desiderio, y está pensado para que le sirva, también, a alguien que tiene una línea de objetos de decoración, por ejemplo y para quienes tengan que generar cualquier sistema de producción de piezas que tienen que contar un relato y tener elementos creativos y técnicos para no fracasar en el intento.
El tercer seminario se llama Moda y Comunicación, a cargo de la periodista Cynthia Ijelman. El taller se orienta a enseñar cómo se relaciona una marca o un diseñador con los medios tradicionales y los digitales. La diferencia de una nota, una publinota, o el mundo de los influencers.
Le sigue Derecho de la Moda, dictado por la abogada Pamela Echeverría. Se dictarán herramientas para adentrarse en el mundo de la propiedad intelectual, los derechos de autor, las marcas de moda, las patentes de invención.
Por último, Entender el fenómeno de la moda, por Andrea Izzo-Capella, quien además de ser arquitecta es la creadora y directora del proyecto EsCam. Trata sobre la diferencia entre moda, diseño, vestido e historia. Se fundamenta en que hay gente que tiene una aproximación a la moda y que con el sentido común puede crear, pero con las herramientas que se darán aquí, tendrán una conexión profunda con la moda.
Fuente: Télam
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