Durante la temporada, miles de turistas de todas las provincias coparon las instalaciones del kilómetro 34 y medio de la Ruta Provincial Interbalnearia N° 11, y se alojaron en algunos de los hoteles construidos por albañiles yugoslavos y otros locales durante el primer gobierno de Perón. Tienen tejas rojas, ventanales al mar, salas de comedores multitudinarios y habitaciones con pisos de parquet canadiense. En total son unos 9 -siempre se los llama por su número- que están funcionando casi en su totalidad.
Al 31 de enero de este año, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, ya había informado que unas 150.000 personas pasaron tanto por los complejos hoteleros de Chapadmalal, como por los de Embalse en Córdoba.
“Luego de una inversión histórica, nos llena de orgullo decir que las Unidades Turísticas estarán abiertas durante todo el año 2023, con hoteles reinaugurados para recibir a miles de argentinos y argentinas”, expresó recientemente el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, dando un anuncio histórico que indica que seguirán abiertos más allá de los veranos.
“Cuando el Estado invierte, mejora la infraestructura de una zona, la pone en valor y eso genera externalidades. Creo también que la pandemia ha hecho lo suyo. Jóvenes y familias que decidieron irse a vivir a lugares más alejados o tranquilos de los principales centros urbanos. De lo que no tengo dudas es que es necesario acompañarlo de un ordenamiento territorial, para que ese crecimiento contribuya lógicamente a mejorar las condiciones de vida de los pobladores, con el desarrollo de los servicios correspondientes y necesariamente con el debido resguardo del impacto ambiental”, matiza Ines Albergucci, Subsecretaría de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Turismo Nacional del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
Dentro del complejo hotelero, las familias viajeras también acceden a jornadas de recreación y esparcimiento, como: teatro, canto, clases de yoga y zumba; y también -por primera vez- experimentan el hecho de alojarse en un hotel donde disfrutan de las cuatro comidas y la atención y amabilidad característica del rubro más desarrollado en la ciudad balnearia.
En primera persona: “Me enamoré del lugar”
A principios de este febrero poco lluvioso, Cecilia Amigo conoció por primera vez el mar, junto a su hijo y su nieto. De ese primer flechazo de olas blancas y ruido uniforme, pasó a contemplar todos los días de su estadía el sol hundiéndose en el mar que luego aparecía enorme y naranja sobre los acantilados de Chapadmalal. «Me enamoré del lugar», dice.
Felisa Esquinque, no la conoce a Cecilia -las dos son de La Plata-, pero durmió a pocos metros de ella, durante esos días: “Es algo re lindo Chapa, ojala que se nos vuelva a dar”, dice en un audio de Whatsapp para dialogar con Agencia Paco Urondo de una experiencia que brindó frutos que ya calan en su vida.
“Estuvimos seis días. Fuimos con la Organización 25 de Mayo, fue una experiencia única para mi, mis hijos, y las familias, en total viajamos unas 54 personas de La Plata. Todos contentos con la comida, la limpieza y la atención. Muchas familias no conocían el mar, y ahora lo tenían a una cuadra e íbamos todos los días caminando. No queríamos volver. Ojalá que el año que viene podamos repetir”, finaliza Felisa, ahora desde el barrio de Los Hornos, La Plata, a sabiendas de lo que ya sucedió y el deseo que ya se construye.
Hasta que llegó Perón
El primer enclave que se armó en “Chapa” estuvo signado por la presencia de Tehuelches y Pampas que bañaban a su ganado en el mar y luego los metían en corrales de barro, esto último significa Chapadmalal. El cacique Yampilco estaba al frente de su tribu en un paisaje desde siempre histórico porque quienes lo habitaron y se lo disputaron.
“En diciembre de 1910 es habilitado provisionalmente dicho ramal, dando apertura a la Estación Chapadmalal, un pintoresco chalet de estilo colonial inglés, ubicada en el kilómetro 417.50, en tierras adquiridas (un total de 44,63 ha) a Martínez de Hoz por la empresa británica (Rogind, 1937). De esta forma la Estancia Chapadmalal se hace de una estación ferroviaria ´propia´ para la entrada y salida de sus productos”, revela la profesora universitaria marplatense, Elisa Pastoriza, en su trabajo: “Las vacaciones populares durante el Primer peronismo: el caso del complejo turístico Chapadmalal”.
Con la llegada de la magmática Fundación Eva Perón el lugar cambió para siempre, y su impacto es tal: que dura hasta nuestros días. Entre 1947 y 1953 se construyeron todos los hoteles, la residencia presidencial, los polideportivos, las canchas de tenis, y los comercios aledaños para que sea una colonia autosuficiente y no dependa de la distante -aunque son solo 40 kilómetros- Mar del Plata.
Las obras se iniciaron en terrenos fiscales, pero como no podía ser de otra forma también se expropió terreno a los Martinez de Hoz de su estancia con simil nombre al del futuro complejo turístico hotelero.
“Los años del peronismo fueron tiempos de invención de ámbitos y prácticas de perdurable significación simbólica. Las colonias de vacaciones, constituyeron una de las expresiones más representativas: Chapadmalal fue uno de los emblemas -junto a la República de los Niños, Ciudad Evita o la máquina de coser- que integraron la mitología e iconografía del primer peronismo”, reflexiona Pastoriza.
Perón visitó la colonia en 1953, luego del golpe de estado y con la dictadura de Lonardi, Aramburu y Rojas, los hoteles cayeron en la ruina y naufragaron a lo largo del tiempo.
Ya en las últimas décadas las marchas y contramarchas, la apertura y el cierre, fueron una constante. Como ejemplo, durante la gestión en Seguridad de Patricia Bullrich impuso que los hoteles fueran utilizados para formación de gendarmes, y Macri pasaba largas estadías -durante 2019 tuvo 157 días de vacaciones- en el chalet presidencial focalizado en armados electorales que poco le sirvieron. Mientras tanto, los hoteles caían -como nunca antes en la historia- en abandono y ruina total y al año 2019 solo funcionaban tres: 1,2 y 4.
“Apenas asumimos, en diciembre, Matías Lammens, nuestro ministro, nos pidió que fueramos a Chapadmalal y Embalse, a interiorizarnos sobre el estado de los Complejos. Sabíamos que no habían sido una prioridad para la gestión anterior. Nunca pensamos que el deterioro era tal. Nos encontramos con hoteles cerrados, bungalows cerrados y abandonados. Algunos cedidos a otras instituciones para otros usos que no eran los de turismo social”, cuenta en diálogo con APU, Albergucci, para más adelante agregar el significante máximo: “Chapadmalal es la posibilidad de cualquier persona, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, de ingresos, físicas, de género, etc, puedan acceder al descanso, al disfrute, al bienestar, puedan conocer el mar; algo en algún momento impensado para los humildes. Y hoy esto se recrea: familias trabajadoras, personas mayores de centros de jubilados, comedores comunitarios, clubes de barrio, de todo el país vienen a los hoteles a disfrutar de una semana de vacaciones. Por eso su recuperación es muy importante, porque es recuperar parte de nuestra historia, de nuestra memoria colectiva, de derechos conquistados”.
Volver a las fuentes (peronistas)
El nuevo gobierno le imprimió un nuevo rumbo, y el complejo turístico se está utilizando como nunca antes. Ahora funcionan seis hoteles -1,2,5,6,7,9- y en Marzo ya estará funcionando el 8, y más adelante el 4, este último fruto de la inversión del Ministerio de Obras Públicas.
En julio de 2022, y luego de 15 años cerrado, reabrió el Hotel 6 de la Unidad Turística Chapadmalal, tras una inversión de $185 millones. Luego de la reinauguración de los Hoteles 5 y 6, la reciente reapertura del Hotel 7 fue producto de una inversión de $300 millones. En consecuencia, se agregaron 650 plazas a las ya disponibles para todo el año.
El Ministerio de Turismo y Deportes ideó un programa para que nadie quede afuera. Está el Plan Particulares, destinado a personas que viajan en grupos familiares, con un máximo de 10 integrantes.
El Plan Instituciones, dirigido a escuelas, instituciones educativas, centros de jubilados, asociaciones civiles, clubes, fundaciones, instituciones religiosas, cooperativas, mutuales, ONG, hogares, etc.
Y el Plan Eventos, orientado a organismos públicos y privados para conmemorar fechas especiales de relevancia a nivel nacional y/o la organización de un evento especial con finalidad social.
La obra pensada y diseñada para el disfrute de los trabajadores sigue en pie, pese a todo: el abandono luego de Perón, cuando la coparon los Gendarmes, la ruina y el caos, y ahora el desafío inmobiliario. Tres generaciones conocen el mar por primera vez en “Chapa”, sólo eso explica de qué estamos hechos en este país.
Fuente: Télam
Déjanos tu Comentario!