El DT se mostró muy autocrítico tras el empate ante Atlético Tucumán. «Te dan ganas de ir a un retiro espiritual y olvidar rápidamente el mal partido que jugamos», aseveró. Al mismo tiempo se pronunció sobre el golpe que le dio a su jugador Herrera: «No fue un correctivo, fue una caricia en la espalda. Reaccioné así porque me veía venir que la pelota iba a picar y se iba a ir afuera».
Fuente: Télam
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