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Vicente López
viernes 29 noviembre, 2024

el cisne ‘sinfónico’ cantó una vez más

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Foto Ral Ferrari
Foto: Raúl Ferrari

«Seconds Out», el disco en vivo de 1977 con el que Genesis cerró su etapa «sinfónica» para incursionar en un estilo pop que la colmó de éxitos comerciales, volvió a tomar vida la noche del viernes en el Luna Park de la mano de Steve Hackett, su guitarrista original, quien recreó con asombrosa fidelidad, junto a la banda tributo local Genetics y Jorge Araujo como baterista invitado, cada uno de los cortes de esa placa.

Se trató del cierre de una gira acompañado con esta formación que el músico inglés realizó por Perú, Chile y Brasil, con la excusa de revisitar su última participación en la famosa banda, a modo de reconfirmación de que fue el gran puntal del sonido que marcó una era en el grupo.

Con gran maestría, Hackett transportó imaginariamente al público que colmó el mítico microestadio porteño hacia los años de gloria del rock progresivo, en aquella vertiente a la que popularmente se la llamó «rock sinfónico», gracias al sonido de su guitarra y a las intencionalidades puestas en juego en cada una de sus ejecuciones.

Por supuesto, que para ello contó con la complicidad de un afilado Genetics, absolutamente a la altura de las circunstancias en este viaje sensorial que depositó sonoramente a los oyentes en las jornadas parisinas de 1977 en las que se registraron una serie de conciertos que vieron la luz en el tributado disco en vivo.

Foto Ral Ferrari
Foto: Raúl Ferrari

En ese sentido, el tecladista Horacio Pozzo se calzó el traje de Tony Banks, el gran socio de Hackett como responsables del sonido «sinfónico» de Genesis; aunque también colaboró con la guitarra en los pasajes en que hizo falta; del mismo modo que Claudio Lafalce se multiplicó de manera soberbia entre el bajo y la guitarra de doce cuerdas.

Por su parte, Leo Fernández supo repartirse con Hackett las partes de guitarra, aunque siempre consciente de quién era el amo de ese sonido; Daniel «El Doc» Rawsi -como lo llamaba su amigo Luis Alberto Spinetta- fue pura precisión desde la batería, la cual fue doblada por el exDivididos Araujo, el gran convidado en esta aventura.

Finalmente, la voz de Tom Price, quien también asumió las partes de flauta, sonó asombrosamente parecida a la de Peter Gabriel, incluso en aquellas canciones que solo conocieron la voz de Phil Collins.

Pero antes de narrar lo ocurrido, vale hacer un poco de historia. Con la alineación de Peter Gabriel en voz, Phil Collins en batería, Tony Banks en teclados, Steve Hackett en guitarra y Mike Rutherford en bajo y guitarras, Genesis se erigió como una de las representativas bandas en la escena del rock progresivo.

Foto Ral Ferrari
Foto: Raúl Ferrari

En 1975, Gabriel, quien descollaba por la teatralidad que le imprimía a sus interpretaciones, muchas veces con llamativos disfraces y maquillaje, dejó el grupo, y su lugar como vocalista fue ocupado por Phil Collins. En los shows en vivo, se contrató a Chester Thompson para que asuma el rol de baterista.

Aunque la partida de Gabriel le restó histrionismo al grupo en escena, a nivel sonoro mantuvo su carácter. Pero en 1977, tras una gira por Paris, Hackett también se bajó del barco, momento a partir del cual el grupo viró completamente de sonido hacia el pop. En formato de trío y con esa orientación musical, Genesis se convirtió en un fenómeno de ventas a lo largo de los años `80, con una gran cantidad de éxitos radiales.

En ese contexto, «Seconds Out», que reunía canciones tanto de la etapa con Gabriel como cantante como de los dos discos en los que Collins puso la voz, fue no solo el último aporte de Hackett, sino también la risa estertórea de una era que comenzaba a ser puesta en cuestión por la emergente escena punk.

Precisamente, el show de la noche del viernes de Hackett junto a Genetics y Araujo recorrió el material que puede ser considerado el gran canto del cisne del Genesis «sinfónico» y, por ende, también de esa escena musical.

Foto Ral Ferrari
Foto: Raúl Ferrari

El concierto tuvo en su inicio tres canciones instrumentales de Hackett como solista. La primera de ellas fue «Ace of Wands», cuyo arranque remitió sorpresivamente a King Crimson por su furioso arrebato de riff de guitarras, aunque de inmediato comenzó a navegar por las aguas del rock «sinfónico».

«Spectral Mornings» y «Shadow of the Hierophant», con tempos más bajos pero igual intensidad, pusieron en evidencia a Hackett como factótum del sonido que caracterizó a Genesis en gran parte de los `70. Es que esas composiciones como solista sonaron más a Genesis que las canciones que el propio Genesis creó cuando Hackett ya no estaba en el grupo.

«Estoy muy contento de estar con ustedes en Buenos Aires y mis amigos de Genetics», saludó en castellano el guitarrista en el medio de este bloque inicial.

Finalizado este pasaje, ironizó con la mezcla de idiomas al expresar que eran «las Naciones Unidas» para luego anunciar: «Ahora vamos a tocar `Seconds Out´ completo».

Con apenas una breve alteración en el orden de las canciones, que ubicó a «The Lamb Lies Down on Broadway» como cierre, comenzaron a desfilar los cortes del famoso disco.

Foto Ral Ferrari
Foto: Raúl Ferrari

Si el inicio del recorrido con «Squonk» mostró el celoso apego a cada uno de los arreglos originales, «The Carpet Crawlers» arrancó el primer aplauso espontáneo de la velada y «Robbery, Assault and Battery» confirmó el valor de la guitarra de Hackett en esas canciones.

En tanto, «Afterglow», grabado cuando Gabriel ya era historia, reafirmó en cambio que el cantante de Genetics se mueve más cómodo en el registro del vocalista original que en el de Collins; pues su interpretación pareció un cover de un tema del baterista a cargo del futuro creador de «Sledgehammer».

Con la revisita a «Firth of Fifth» y «I Know What I Like (In Your Wardrobe), sumado a «Musical Box», el cantante de Genetics fue alcanzando su máximo esplendor, al igual que el resto de la banda, sobre todo en la primera de estas canciones.

«Ahora viene una cortita y fácil», dijo Rawsi antes de «Supper´s Ready», el tema que en su casi media hora de duración hace gala de un barroquismo extremo, y que finalmente consagró a Genetics como la mejor opción a la que pudo haber recurrido Hackett para repasar este repertorio. Es que en este corte, que pareciera que se tratara de muchas canciones en una, cada uno de los músicos que estaba sobre el escenario tuvo la oportunidad de hacer una demostración cabal de virtuosismo y versatilidad.

Con la banda así de afilada se encaró el tramo final del concierto, que presentó «Cinema Show» y su coda «Aisle of Plenty», y «Dance on a Volcano» con su rebote «Los Endos».

Para los bises quedaron la mencionada «The Lamb Lies Down on Broadway» y «Fly On a Windshield», el único corte de Genesis que no forma parte de «Seconds Out».

Es cierto que en el escenario no estaban Collins, Banks, Rutherford y Gabriel; pero la presencia de Hackett y la inmejorable compañía de Genetics y Araujo bastaron para que, con solo cerrar los ojos, pudieran engañarse los sentidos y hacer sentir que se estaba ante el Genesis más genuino. Es que esa guitarra dice mucho más de lo que uno pudiera imaginar.


Fuente: Télam

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