Esta es la tercera condena que el femicida acumula en los últimos 25 años, ya que en 1998 fue condenado por el homicidio de su novia, en 2013 por amenazas a su exmujer y ahora por desobedecer a la justicia.
El juez Correccional 6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli, adelantó su decisión de condenar a Tablado (45) en este juicio al que llegó acusado del delito «desobediencia reiterada» (dos hechos), luego de que el fiscal de juicio Diego Callegari solicitara para el imputado una pena de un año de prisión efectiva.
Voceros judiciales indicaron a Télam que el juez Archelli recién dará a conocer la sentencia y, por lo tanto, el monto de la pena, en una audiencia fijada para el próximo viernes.
Fuentes que participaban del debate indicaron que el fiscal Callegari solicitó para Tablado la pena máxima prevista para ese delito contemplado en el artículo 239 del Código Penal, que es de un año de prisión.
El juicio se desarrolló, por los recaudos ante la pandemia del coronavirus, por vía remota y electrónica ante el juez Archelli y en una única jornada.
El imputado lleva casi 11 meses preso por esta causa, ya que se lo detuvo el 16 de diciembre del año pasado, por lo que si es condenado al año de pena máxima solicitada por el fiscal, recuperará la libertad en poco más de un mes.
La defensa, a cargo del abogado particular Flavio Ojeda Carrasco, había planteado algunas nulidades y pedido en su alegato la absolución.
Antes del inicio del debate y en la puerta de la fiscalía de General Pacheco donde concurrió para conectarse al juicio, el padre de Carolina y damnificado en la causa, Aló, aseguró a la prensa que esperaba una condena ejemplar y que desde su punto de vista, asesinos como Fabián Tablado realmente no tendrían que estar en libertad.
Siempre según lo que contaron a Télam fuentes judiciales, conectado desde la Unidad 46 de San Martín donde está detenido por esta misma causa, Tablado aceptó hoy declarar ante el juez Archelli y se defendió de la misma manera que en su indagatoria en la instrucción de esta causa.
Dijo que cuando recuperó su libertad en febrero de 2020, le notificaron las perimetrales sobre su ex, sobre sus hijas y sobre Aló, pero que el plazo era por 45 días.
Pasó el plazo y nunca me quedó bien claro que se había extendido por la pandemia, no me llegó notificación de eso, se justificó.
Además, se quejó de que en ningún momento tuvo acceso al expediente como imputado y volvió a cargar contra las notificaciones que le llegaron para decir que en ninguna de ellas figuraba el domicilio laboral de Aló en la calle Paseo Victorica, que es una de las perimetrales que violó y por las que es juzgado.
Según el requerimiento de elevación a juicio de esta causa -al que tuvo acceso Télam-, «el día 19 de octubre del 2020 entre las 15.20 y las 17 aproximadamente, el aquí imputado se desplazó caminando por el puente Sacriste, ubicado en Av. Libertador San Martín cruzando la calle Lavalle de la localidad y partido de Tigre» y allí violó dos perimetrales.
Tablado quedó grabado por las cámaras de Tigre caminando junto a sus hijas mellizas por ese puente, con barbijo, lentes oscuros, bermuda y una remera azul.
La fiscalía sostiene que desobedeció e hizo caso omiso a la resolución dictada por la jueza de Familia 2 de Tigre, Silvia Sendra, en la que le prohibía acercarse a menos de 500 metros del domicilio o -como en este caso-, el lugar de trabajo del denunciante Aló, en la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, ubicada a 150 metros de donde Tablado pasó caminando.
Pero a Tablado le imputaron un segundo hecho de desobediencia porque la misma jueza también le había impuesto otra perimetral que lo obligaba a usar una tobillera electrónica, para que no se acerque a menos de 300 metros de su exmujer, Roxana Villarejo -con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte, hecho que le valió una segunda condena-, y que también incluía a sus hijas.
En mayo pasado, en esta misma causa, la Cámara de Apelaciones de San Isidro le negó al imputado el arresto domiciliario con monitoreo de tobillera en la casa de sus padres en Tigre o en la de su nueva pareja, una joven que vive en la ciudad cordobesa de Bell Ville y a quien nunca vio en persona, sino solo de manera virtual.
El crimen de Carolina Aló (17), uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en la calle Albarellos 348 de Tigre, donde la joven fue asesinada de 113 puñaladas tras una discusión.
En 1998 Tablado fue condenado a 24 años de prisión por «homicidio simple» pero en 2013 sumó la segunda condena por amenazar a su exmujer y su exsuegra y se le unificó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del «2×1» y los cursos que hizo en prisión como «estímulo educativo», el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero de 2020, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana, se fue a vivir a la misma casa de Tigre donde hace 24 años cometió el femicidio y luego, en diciembre, fue detenido por esta causa. Télam.
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