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Vicente López
jueves 28 noviembre, 2024

Venta de buzones recargada

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Hoy voy a empezar este texto con la frase que más le gusta escuchar a Paul Singer: Lo prometido es deuda. Y voy a continuar analizando la venta de buzones a la que nos vemos sometidos cada día.

Como esto no es una plataforma de esas en las que pagás para ver todo lo mismo que ya viste pagando el cable y no puedo hacer un “Previously…”, si quiere saber de qué se trata esta continuación haga clic aquí y tómese el trabajo de leer el texto anterior.


Si no tiene ganas, no sabe o no quiere se lo resumo: hablamos de la publicidad, el marketing y sus trucos para hacernos consumir cosas que no son lo que prometen ni son lo que necesitamos. Ejemplos:

Los alimentos industriales a los que les ponen “Con el gusto de la Comida Casera”. Hasta donde yo recuerdo, la comida que servía mi vieja en casa no venía en una lata, en un envase de plástico o en un tetrabrick. Era incomible, pero venía en un plato.

En serio. Era muy mala cocinando mi vieja, pero hacía muuucha comida. Típico de madre judía. Pero ella no hacía comida judía. Bah: Ella la llamaba cocina judía. Nosotros la llamábamos cocina antisemita. Un producto industrial no puede tener nunca gusto a “comida casera”, a menos que cocinen a las caseras que cuidan las casas de los dueños de la empresa.

Pero si es “casero” parecería que lo hizo una abuelita simpática que todo el día cocina para vos. ¡Pamplinas! El chorizo colorado del frigorífico dice “estilo casero”, como si todos hiciéramos chorizos colorados en nuestra casa. Además, ya cuando dice “estilo algo” es que NO es ese algo.

“Estilo Americano”: ¿Hay una foto de Evo Morales en el envase? ¿Abrís el paquete y suena una guaracha, un carnavalito o sale Almagro de la OEA a declararte dictador? ¡No! “Estilo Americano” es un producto que si no le ponés kétchup no te lo come ni el perro después de un mes en confinamiento solitario a pan y agua.

Y después tenemos los productos que dicen “sabor a chocolate”. ¿Saben lo que significa, no? ¡Que no tiene ni un milimétrico gramo de chocolate! Si dice “sabor a frutas”, el producto no pasó ni a 500 kilómetros de un árbol frutal.  Cuando algo dice “sabor a vainilla”, por ejemplo, es la traducción a nuestro idioma de “saborizante NH23 j Alpha plutonium vanila”, que es lo que le da ese “sabor a vainilla” y el colorante “45 Cepa Delta Gama Cyan Magenta 32 de Alba” que le da ese tono pastel ideal para una pared de pasillo.

Y ahora todo se saboriza: el lápiz de labio, el preservativo… ¡el agua! ¿Era necesario saborizar el agua? El agua fue y será incolora, insípida e inodora, en el 510 y en el 2021 también. 
Pero te la venden diciendo que el agua saborizada es “más natural”. ¡Pamplinas al cuadrado! Más natural es el agua con gusto a agua. Incluso es más natural de la canilla con gusto a cloro que saborizada con gusto a maracuyá, sandía asiática o cuadril del medio.

¿Y qué onda las bebidas energizantes de color azul? ¿Cómo va a ser más natural una bebida de color azul? ¿Qué elemento azul de la naturaleza exprimieron para que tenga ese color? ¿Es jugo de Pitufos, jugo de Facebook, de Viagra, de Sugus de ananá? 
Y ahí van, los que hacen jogging, en medio del smog de la naturaleza de la gran ciudad, tomando su bebida azul, creyendo que vivirán eternamente. Creer que el Gueitorei azul es una bebida sana es como que creer que la Sputnik te deja imantado.

Y ahora los tengo que dejar porque me tocan el timbre para traerme dos latas de chorizos de cerdo veganos en base a tofu saborizado estilo Sichuan con “sabor a pomarola” que me muero por probarlos.

Pero ojo. Esto no queda acá. Esto… continuará…


Fuente: Télam

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