Vecinos de Caballito protestaron este jueves contra un emprendimiento inmobiliario en un predio del barrio, que prevé la construcción de un conglomerado de edificios de hasta diez pisos de altura y un shopping a cielo abierto.
La movilización se concretó en la esquina de Rivadavia y Acoyte, sin corte de calles, con la consiga «No al Shopping. Si al Parque» y convocada por el Consejo Consultivo de la Comuna 6, que comprende al barrio porteño de Caballito.
«Después de tres años, la Justicia habilitó el comienzo del mega proyecto inmobiliario en Caballito», señalaron desde el grupo vecinal en alusión al fallo del titular del Juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario. Nro. 24, Darío Reynoso, que levantó una medida cautelar, vigente desde 2020, que frenó la obra.
Los terrenos en cuestión pertenecen al grupo IRSA, que desde hace más de una década intentó construir allí un shopping y un conglomerado de departamentos, pero que no logró concretar ya que, para eso, requería de un cambio de zonificación de la superficie por parte de la Legislatura porteña.
No obstante, IRSA dividió los terrenos en cuatro parcelas y transfirió una de ellas a la firma Portland, que está a cargo del desarrollo inmobiliario denominado «Ciudad Palmera».
«Seguiremos en la calle hasta que IRSA-Portland entreguen del 25% al 50% del terreno para parque como establece la normativa, hasta que saquen definitivamente el shopping del proyecto porque afecta al comercio barrial y hasta que realicen los estudios de impacto ambiental correspondientes», dijo Martin Iommi , coordinador del Consejo Consultivo
El 13 de agosto del 2020, en plena pandemia, el juez Reynoso ordenó mediante una medida cautelar la paralización de la mega obra de la avenida Avellaneda entre el 1300 y 1500, por el impacto ambiental negativo que provocaría la construcción de 1.188 departamentos y un shopping de 28.000 metros cuadrados.
En un reciente fallo, el magistrado consideró que existían «nuevas circunstancias fácticas» tras la firma de un acuerdo entre IRSA y Portland para modificar el proyecto inmobiliario, por lo que evaluó la suspensión de la medida cautelar, con lo que dejó habilitado el inicio de la obra.
Sin embargo, para los vecinos, «por la envergadura del proyecto, el centro comercial necesita tratamiento legislativo, debido a que el Código Urbanístico no habilita la construcción de un shopping, mientras que el impacto ambiental de 1.188 departamentos necesita el estudio ambiental correspondiente».
Fuente: Télam
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