La costa atlántica con sus 1.200 kilómetros de playas ofrece distintas alternativas para turistas con propuestas naturales, culturales y estilo propio, a la vez que brinda paisajes agrestes y lugares solitarios donde el disfrute está garantizado de cara al verano.
En la Villa Balnearia Pehuen Co se puede presenciar un fenómeno singular: la salida y la puesta del sol en el mar, aguas tibias y calmas, dunas y médanos, calles irregulares y un bosque encantado con perfume a pinos, eucaliptos y cipreses.
Además, tiene otras características que lo vuelven especial, es un yacimiento único en el mundo declarado reserva geológica y en localidades como Arroyo Parejas, Punta Ancla y Villa del Mar se pueden pescar los tiburones más grandes del país.
Punta Alta, la ciudad cabecera del partido, tiene centro comercial, sala de cine, teatros, plazas hoteleras y extrahoteleras, gastronomía y ofertas de salidas nocturnas.
En tanto, a sólo 35 kilómetros de Mar del Plata, Miramar es conocida como la Ciudad de los Niños.
En bicicleta por el Paseo Costero se pueden recorrer sus 15 kilómetros de playas escuchando el sonido del mar hasta llegar a los lugares más rústicos, como Mar del Sur y Centinela del Mar.
El Circuito Vivero Dunícola Florentino Ameghino ofrece, entre más de 500 hectáreas de reserva forestal, atractivos como la Gruta de la Virgen de Lourdes y el Museo Municipal Punta Hermengo.
Cerca de allí, quintas con huertas inmensas y animales de granja, delicias dulces, embutidos y picadas, todo casero y propio, completan una estadía inolvidable.
En el Pueblo Turístico Mechongué, donde viven poco más de mil habitantes, su estación de ferrocarril restaurada y convertida en museo y biblioteca municipal es el eje del turismo de base comunitaria.
Asimismo, por su posición geográfica, los días de playa en Monte Hermoso se vuelven más largos y el tiempo de descanso se extiende entre cálidos atardeceres.
En su costa, ubicada de este a oeste, el sol sale y se esconde en el mar.
La ciudad cuenta con opciones y servicios accesibles en alojamiento y gastronomía, casino, pubs y discotecas.
La Laguna Sauce Grande, ubicada a 7 kilómetros del centro, es ideal para pescar y practicar deportes náuticos; el Faro Recalada permite vistas panorámicas alucinantes; las expediciones a los Médanos Blancos, al Yacimiento Arqueológico, al Calvario en el Balneario Sauce Grande y al Paseo del Pinar se destacan como imperdibles.
En tanto, Marisol, en Coronel Dorrego, posee un campo que se encuentra con el Océano Atlántico en las largas tardes de sol. Lagunas, ríos y mar, barrancas y cascadas, olivos y estancias enmarcan al balneario.
Tan cerca del Río Quequén Salado como del mar, pescar, acampar, practicar deportes náuticos o de aventura como trekking, mountain bike y 4×4; recorrer los olivares, cabalgar por la arena y degustar sabrosos asados lo convierten en un destino apasionante.
Muchas son las alternativas que presenta la costa bonaerense para disfrutar de unas vacaciones en contacto con la naturaleza.
Fuente: Télam
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