El Ministerio de Economía publicó un libro que repasa los aportes de Mariano Fragueiro, el primer ministro de Hacienda de la Confederación Argentina en 1854 y un defensor de la intervención del Estado.
El político cordobés, nacido en 1795, ya por entonces proponía reestructurar la deuda externa distinguiendo entre acreedores locales y externos y moneda local o divisa, y sostenía que el dinero no tiene valor en sí mismo sino porque lleva el sello estatal de la autoridad monetaria, idea que años después sería difundida a nivel global por la corriente cartalista.
El volumen titulado «Mariano Fragueiro: escritos sobre moneda y banca», reúne los principales postulados del dirigente que trabó lazos con Domingo Faustino Sarmiento y rivalizó con las ideas económicas de Juan Bautista Alberdi.
Varios de sus aportes más originales fueron rescatados de escritos realizados en 1844 en el diario El Progreso de Chile, cuyo editor era Sarmiento.
El autor del libro, Rodrigo López, dijo a Télam que este hallazgo «nos revela una fase de Sarmiento como defensor de estas ideas, distinto a la que usualmente se conoce».
A la hora de recorrer la obra de Fragueiro, López destacó su preocupación por la concentración de los capitales en pocas manos y sus propuestas de reforma para modificar la situación: «desarrollo industrial y estímulo a través de la participación del Estado en la economía mediante el gasto en obras públicas y la organización monopólica del crédito», sintetizó el investigador.
Fiel defensor de la industria como medio para lograr el bienestar de la población y consciente de las limitaciones del mundo privado para financiar su crecimiento, Fragueiro observó que era necesario que el Estado canalizara el ahorro y direccionara el crédito hacia fines productivos.
Para ello, proponía un banco monopólico estatal que gestionara los depósitos y ahorros y sacara al crédito de la especulación orientándolo a la producción.
«Esta serie de iniciativas lo asemejan bastante a los planteos de Alexander Hamilton en Estados Unidos, quien fuera el promotor del dólar y del primer banco nacional, el que amortizó la deuda norteamericana y fomentó la industria con medidas financieras y de protección arancelaria», explicó López.
Asimismo, Fragueiro consideraba que el dinero no tiene valor en sí mismo sino que vale porque tiene el sello de una autoridad soberana, y la forma que tiene el Estado para tornar legítima su moneda es haciéndola circular entre la población a través del cobro de impuestos obligatorios y mediante el gasto público.
Como explica López, «Fragueiro sostenía que el fundamento del dinero es la producción. El dinero es un adelanto de las mercancías que van a venir. Ese adelanto lo hace el Estado y tiene derecho a cobrar impuestos y a participar de la economía a través de las obras públicas, haciendo rutas, puertos correos, garantizando con leyes la propiedad privada y facilitando el intercambio a través de un activo social como el dinero».
Respecto de la importancia del gasto en el estímulo a la actividad económica, en su escrito «Cuestiones argentinas» de 1852 señala que «Líbrenos Dios de llegar al caso en que el Gobierno argentino se propusiera atesorar para presentar sobrantes, porque eso supondría ineptitud por una parte y por otra la manía del avaro que, en vez de hacer fructificar su fortuna por el trabajo, la esteriliza atesorando».
Nombrado por el presidente Justo José Urquiza en marzo de 1854, Fragueiro fue el primer ministro de Hacienda de la Confederación Argentina, cargo que ejerció hasta octubre de ese año.
Eran años de guerras entre unitarios y federales, con el antecedente más cercano de la Batalla de Caseros en 1852 que determinó la derrota y el exilio de Juan Manuel de Rosas.
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El libro sobre la vida y obra de Fragueiro es una nueva publicación del sello Manuel Belgrano, una colección producida por la biblioteca del Ministerio de Economía por iniciativa del ministro Martín Guzmán.
Cuenta con un ensayo introductorio de López y algunas publicaciones inéditas del político cordobés del Siglo XIX.
En diálogo con Télam, el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio, Rodrigo Ruete, explicó que «con el objetivo de recuperar y fortalecer la biblioteca, surgió la idea de tener un sello editorial propio y, siendo Manuel Belgrano el primer economista del país, decidimos que llevara su nombre».
Ya se han publicado una antología de escritos económicos de Belgrano, el libro de Fragueiro, y otros dos volúmenes sobre los pensamientos de Alejandro Bunge y Silvio Gesell (poco conocido en Argentina pero citado por Keynes).
Próximamente publicarán libros sobre Aldo Ferrer, Marcelo Diamand y Raúl Prebisch, adelantó Ruete.
«Rescatamos figuras del pensamiento económico argentino, algunas de ellas olvidadas ya, que tienen trascendencia en los debates actuales, partiendo de la idea de que los problemas argentinos son de largo plazo y esas reflexiones pasadas siguen siendo válidas para los desafíos de hoy», dijo Ruete al ser consultado sobre la vigencia del pensamiento de los autores.
Al momento de seleccionar a los intelectuales, el funcionario explicó que «buscamos perfiles de autores que lograran unir la academia y las políticas públicas, ese es el gran aporte de este sello. Un lugar de encuentro entre la teoría y la práctica concreta».
Fuente: Télam
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