Toto Rovito interpretó a uno de los jóvenes del grupo de fiscales de «Argentina, 1985», rodaje en el que conoció a Dolores Fonzi y por el que llegó a su primer protagónico en «Blondi», de estreno en salas este jueves, mientras continúa en búsqueda de proyectos y produce su próximo disco.
Artista multifacético, Rovito también compuso una de las canciones de la flamante opera prima de Fonzi, que tuvo su premier mundial en el último Bafici y con la cual ganó el premio a Mejor Actuación, galardón compartido con un elenco integrado por la propia Fonzi, Carla Peterson, Rita Cortese y Leonardo Sbaraglia.
«A Dolores la conocí en el rodaje de ‘Argentina, 1985’. En el primer día fue y nos contó que tenía esa película y que le gustaría verme para el papel de Mirko. Estuve un poco apadrinado por Santiago (Mitre, director del filme nominado al Oscar) y por ella (risas). A ellos les debo todo, se me han abierto muchas puertas para ir a hacer castings», le contó Rovito a Télam.
«Blondi» narra el día a día de una joven madre (Fonzi) y su hijo Mirko (Rovito) entrando a los 20 años, que viven como amigos: comparten gustos, consumen marihuana, van a recitales y toman alcohol.
La única diferencia que se deja ver entre ambos es que Mirko vive su edad con miras a un futuro, mientras que ella, Blondi, se encuentra anclada y sin ningún tipo de remordimiento, en una adolescencia que pareciera no terminar de largar.
«No pensé en agregarle mucho al personaje -dijo Rovito-. Estaba muy bien escrito y es muy parecido a como es mi personalidad. El trabajo pasó por intentar mostrar un vínculo que fuera creíble con la madre y la familia. Me gustó mucho que tuviera una veta artística, que sea dibujante. A mi me gusta mucho dibujar. La creación del personaje fue a la par con Dolo».
En esta relación, que se extiende a la familia, Blondi sirve como ancla para los desvaríos de su hermana (Peterson), atrapada en una rutina de clase media alta de la que quiere escapar. Así, la protagonista se transforma en el antiestereotipo en el que pueden convivir la responsabilidad y el desenfreno.
«Es un tono de la película -explicó el actor-, que en general cuenta todo desde la liviandad y lo cotidiano. Así estaban las escenas y ella tenía muy en claro cómo tocar temas profundos con liviandad entre una madre y un hijo. La película habla de un montón de cosas sin que los personajes se juzguen a ellos o a las situaciones que vivieron. Se ríen de la vida y ahí está el jugo».
A Rovito, «Argentina, 1985» le cambió el reconocimiento. Comenta que ahora cuando va un casting lo reconocen como uno de los «fiscalitos» y que, gracias a ello, pudo conocer a «gente del medio». Sin embargo, y pese al éxito de la película a los elencos tanto del filme de Fonzi como el de Mitre, el actor sostuvo que es importante «tener los pies en la tierra para centrarse en lo artístico».
«Fue un esfuerzo para poder trabajar. Para poder estar tranquilo en escena y no estar pensando en cosas que no tengan que ver con lo artístico. Lo tuve que hacer para esta película cuando vi el elenco que tenía. Tenía que tener los pies en la tierra para poder hacer bien la parte artística. Por otro lado, le resto peso a los premios, si bien disfruto mucho haber sido parte de la película. La prioridad está en mejorar como actor», dijo.
Télam: Cómo actor, ¿qué diferencia sentiste en que te dirija Dolores, que si bien es opera primista, tiene muchos años de set como actriz?
Toto Rovito: Es muy distinto que te dirijan para protagónico o reparto. Muchas veces repasás las escenas con los actores y luego se las mostrás al director para ver qué le parece. En este caso, era todo en uno. Las escenas eran todas con ella y me dirigía mucho desde lo actoral. Me condujo mucho, sobre todo en la preproducción. Me fue enseñando formas de actuación y creo que eso es una diferencia sustancial. Ella tiene mucho criterio y fue muy enriquecedor trabajar con Dolores tanto como directora como actriz.
-Venis de una película que compitió en los Oscar y de ganar un premio en Bafici. ¿Cómo sigue tu vida laboral?
-Este un trabajo que va y viene. Nuca sabés cuando vas a poder volver a trabajar. Hay momentos en los que ni hay castings. Hay que hacer un trabajo para no comerse la cabeza. Yo a esta altura no me exijo, disfruto de lo que me pasa. El 2022 fue atípico, con mucho trabajo y hoy estoy sin trabajo. Es un trabajo que va y viene, son las reglas del juego.
-¿Cómo lo congeniás con tu proyecto musical (Todo Rotito)?
-Por suerte, en los baches de trabajo puedo dedicarme a mi proyecto musical, que tiene un formato solista y otro con banda. Momentos acústicos y pop bailable, formada con varios amigos. El próximo disco será «Fiesta Rotita», que saldrá en septiembre, con un simple en agosto. Lo que tiene de lindo el proyecto musical es que el director soy yo. Yo decido todo y eso es lindo. Aunque también es lindo ser el engranaje de una película. Las dos caras las disfruto mucho. Y ante la incertibumbre del trabajo, tengo tiempo para atender mi proyecto musical. Me puedo abocar a las dos cosas.
Fuente: Télam
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