Dolli Irigoyen y Pamela Villar, son las dos mujeres que integran el terceto que juzgará la labor de 14 participantes de la tercera edición de «Bake Off Argentina, el gran pastelero» que desde el lunes a las 22.30 se incorpora a la exitosa grilla nocturna de Telefe.
«Los cocineros amateurs de hoy día corren con la ventaja de toda la información y el material de consulta que hay a diario para aprender, e innovar. Ciertamente hay toda una biblioteca física y virtual impresionante para desarrollarse», comenta Irigoyen, quien debuta en el programa, a Télam.
Sobre el fenómeno de los espacios de cocina en televisión y redes, Villar –quien ha sido jurado desde el debut del envío en 2018- reflexiona en charla con Télam que «al hacerse más popular todo lo relacionado con cocinar, eso generó que haya más personas queriendo buscar información sobre ello y se amplíe el círculo de interesados».
«Ciertamente hay toda una biblioteca física y virtual impresionante para desarrollarse»”
Dolli Irigoyen
Desde la pastelería y a caballo de un formato mundial estrenado en 2010 en la TV inglesa (bajo el nombre «The Great British Bake Off») que ostenta 11 temporadas desde entonces, la nueva edición local buscará sostener el liderazgo de audiencia de la emisora ocupando el espacio por el que se sucedieron taquilleros ciclos como las dos entregas consecutivas de «MasterChef Celebrity» y «La Voz Argentina».
Los antecedentes del espacio -que se emitía solamente los domingos- en materia de rating y ganadores, mostraron que entre abril y junio de 2018 anotó 13.8 y consagró a Gastón Salas.
Mientas que la edición 2020 (entre marzo y julio, atravesando la primera y más estricta fase del aislamiento sanitario por la pandemia), logró 10.7 y tuvo como ganador a Damián Pier Basile tras la eliminación posterior de Samanta Casais, quien se había impuesto pero fue descubierta como pastelera profesional.
Para atender a esa exigencia de reunir televidentes en las noches de Telefe, la próxima «Bake Off…» local abandonará su habitual propuesta semanal para emitirse de lunes a jueves y entregar su gran gala de eliminación los domingos.
En vista del nuevo esquema de cinco emisiones por semana, se contempla que cada velada semanal entregue un ganador o ganadora y que el premio de lunes a jueves sean cinco minutos adicionales de tiempo para la noche decisiva.
«En pastelería el tiempo es oro, así que contar con más minutos para resolver una preparación es un gran incentivo para cada participante», evalúa Irigoyen sobre la innovación.
La nueva edición del programa mantendrá otros dos nombres ligados a su historia en la TV vernácula con Paula Chaves en la conducción y el chef Damián Betular en el jurado, mientras que Dani la Chepi será la host digital para difundir contenidos del espacio en las redes de la señal del grupo Viacom CBS.
Con producción de WarnerMedia Latin America el concurso y «reality show» culinario mostrará las habilidades de un elenco que deberá hacer frente a un menú dulce de postres, tortas, galletas y panes.
Télam: ¿Qué otros desafíos supone esta tercera entrega de «Bake Off…»?
Pamela Villar: Habrá muchas novedades porque al sumar emisiones eso implica que tenga otro ritmo y otra emoción. Habrá nuevos desafíos creativos y técnicos y también se incorporarán temáticas que los participantes deberán ir trabajando grupalmente.
Dolli Irigoyen: El desafío, en este caso, es para mí también. Si bien tuve la experiencia televisiva de tener que reemplazar eventualmente a Germán Martitegui en la primera edición de «MasterChef Celebrity» y he sido jurado en infinita cantidad de concursos internacionales, esto es diferente, es otra cosa y estoy aprendiendo.
T: ¿Cuál consideran que es la principal búsqueda del programa en este tiempo de auge de la cocina?
PV: Por un lado tenemos formatos mundiales como es «Bake Off…» y a nivel cocina y ayudado por haber tenido que estar encerrados por la pandemia, la gente se encontró con más tiempo y más ganas de cocinar y eso es algo que se difundió por las redes y la televisión e hizo que la cocine ocupe el lugar que hoy tiene. Y en ese contexto este programa no solamente atiende a una necesidad básica sino que es un espacio de diversión y de creatividad.
DI: En cada emisión siempre hay una consigna que no siempre tiene que ver con la innovación sino, muchas veces, con la tradición. En ese sentido la técnica en la pastelería es importante, exige prolijidad, técnica, puntos de cocción, pero lo importante y lo central es el sabor.
T: ¿Cómo llegaron a esta edición del programa?
PV: Pensar en ser parte de la tercera temporada implica que una está más tranquila en el rol de jurado y en la posibilidad de pedir un poquito más a los participantes. Siento que me preocupé por formarme y por eso puedo desarrollarme en este rol.
DI: Me llamaron y rápidamente tomé la decisión de aceptar porque me parece un programón, porque implica tener trabajo y porque me permite ser parte de un espacio de prestigio y muy divertido a la vez.
T: Ambas concretan con «Bake Off Argentina» un nuevo paso en televisión, ¿se imaginaban en ese rol cuando comenzaron a trabajar en la cocina?
PV: Fue algo que fue apareciendo y le fui tomando el gusto ya que nunca me imaginé estar en televisión porque siempre fui bastante tímida. Pero cuando surgió lo disfruté mucho aunque lo entiendo siempre es un complemento de lo que a mí me gusta hacer que es cocinar.
DI: La TV no es lo que más me completa. Lo que a mí me gusta es enseñar, entrenar gente o trabajar. Y en ese sentido tengo claro que no hago televisión para ser famosa sino para transmitir. Cuando empecé era muy joven y un poco inconsciente hasta que tomé nota de la gran responsabilidad de comunicar y de ser muy honesta con lo que se dice.
Fuente: Télam
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