La secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Tirado, destacó la importancia de que el Estado asegure «una cadena de cuidados» para el desarrollo de las infancias y dijo que, en adelante, el «desafío» es revertir el impacto social que ha tenido la pandemia, como el seguimiento de los pacientes y el abandono de la escolaridad.
Entrevistada por Télam en el marco de Día de las Infancias, cuya conmemoración es este domingo, la funcionaria aseguró que «desde el Estado nacional se viene trabajando con múltiples estrategias y acciones» orientadas a niños, niñas y adolescentes.
Entre ellas, enumeró al Plan de los 1.000 días, que tiene como objetivo «trabajar de manera integrada el cuidado de la primera infancia desde distintas áreas».
«La Ley de los 1000 Días incluye todos los cuidados sobre la persona gestante, el parto respetado, la lactancia, las vacunas, prevenir o detectar situaciones de violencia, y el cuidado puntual en situaciones de salud que tengan un diagnóstico y requieran un seguimiento especial», explicó Tirado.
A su vez, la funcionaria hizo hincapié en la importancia de que el Estado asegure «una cadena de cuidados» porque cada eslabón «marca el desarrollo de las infancias».
En esa línea, destacó la instancia de evaluación de desarrollo infantil, que se realiza a los 18 meses de vida para «detectar algunas alteraciones en el desarrollo de manera temprana y poder revertirlas».
Una vez que ingresan a la escuela, se empieza «con la salud escolar«, agregó.
Con respecto a la vuelta a clases presenciales, la secretaria de Acceso a la Salud señaló que «es un gran desafío», en el que se debe atender el «retroceso» en controles y el calendario de vacunación, «y a la vez sostener las estrategias específicas de cuidado frente al COVID-19».
Sobre el impacto de la pandemia en la salud de las infancias, la médica destacó que «en 2020, los controles en salud en niños sanos disminuyeron ya que, por un lado, el recurso humano y gran parte de los servicios se destinaron a atender la pandemia y, por el otro, hubo miedo a ir a las instituciones de salud».
Sumado a esto, indicó, que «en algunos lugares donde hay menor accesibilidad, hubo un descenso en la movilidad en rutas, que influyeron en el control, lo que hace que tengamos algunos indicadores de seguimiento que no son los que esperábamos».
Con respecto a la salud mental de las infancias, Tirado explicó que los niños y niñas «pudieron llevar mejor la pandemia a través del juego», en contraposición a los y las adolescentes, para quienes «perder la sociabilización, su día a día con sus pares y en cierto modo la intimidad, generó situaciones más difíciles de manejar».
«Estar triste forma parte de lo que pasamos sin llegar a ser un tema de salud mental, pero hay un 10 por ciento en las consultas en las que sí identificamos un tema de salud mental y necesita otro abordaje», concluyó.
Por otra parte, ante la consulta sobre los mecanismos con los que llega el Estado a los sectores más vulnerables, la funcionaria mencionó que la Asignación Universal por Hijo (AUH) tiene un rol fundamental «y aún más en estas situaciones de crisis», mientras que destacó el rol de las escuelas, donde más allá de que no hubo presencialidad «sus comedores siguieron funcionando, las familias iban a buscar la comida ahí», y de las organizaciones barriales.
«En la escuela -agregó Tirado- se detectan situaciones de vulnerabilidad en la infancia y es un sistema protector que se perdió un poco el año pasado y que las organizaciones barriales, redes que están en territorio, hicieron un trabajo importante».
Con respecto a la educación, aseguró que continúan trabajando con la Educación Sexual Integral (ESI), «que no es solo de los adolescentes, sino también de niños y niñas».
Para la funcionaria todavía «hay muchos aspectos a recuperar, muchos chicos dejaron la escolaridad y el Estado debe estar muy presente realizando un trabajo federal para recuperarla».
En cuanto a lo nutricional, advirtió que entre las principales problemáticas se encuentran el sobrepeso, el bajo peso y las alteraciones de la nutrición, como la anemia, «que en los primeros años de vida es bastante frecuente».
En este sentido, Tirado agregó que «hoy, en la Argentina, es más alto el nivel de malnutrición por exceso que por déficit» y destacó que también están trabajando sobre el aporte de hierro para prevenir anemias, respectivamente.
Para finalizar, destacó que la tarjeta Alimentar tiene una función relevante: «Que se puedan comprar verduras y frutas (con esta tarjeta), mejora la alimentación, tenemos que seguir insistiendo en talleres con las familias en lo que hace a la alimentación saludable», concluyó.
Fuente: Télam
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