La Cámara de Apelaciones de La Plata rechazó otorgarle la prisión domiciliaria al expolicía Justo López, condenado a prisión perpetua por torturar hasta la muerte al estudiante de periodismo Miguel Bru, asesinado en agosto de 1993 y cuyos restos aún no fueron hallados.
López, quien cumple la pena en la cárcel de Florencio Varela, había solicitado ese beneficio con el argumento de padecer problemas de salud, pero le fue rechazado por la Cámara de Apelaciones platense, explicó a Télam la madre del estudiante Rosa Schonfeld de Bru.
«López tiene 63 años y presentó certificados de problemas de salud pero le hicieron los estudios médicos y si bien está enfermo no es tan grave como para la domiciliaria, además no tiene edad para acceder a ese beneficio así que se lo negaron», precisó la mujer.
Rosa Schonfeld de Bru recordó que desde hace un tiempo ofreció a López el acceso a la libertad si colaboraba para encontrar el cuerpo del estudiante.
«Se presentó esa cláusula de colaborar con la justicia, pero no colaboró nunca. Y nunca se arrepintió tampoco», remarcó.
En agosto de 1993, Miguel Bru, un estudiante de la carrera de periodismo de 23 años, denunció a efectivos de la comisaría 9na. de La Plata por un allanamiento ilegal en su casa y, a partir de ese momento, comenzó a ser amenazado y hostigado para que retirara la denuncia.
Según consta en los expedientes, Miguel fue secuestrado cerca de la localidad de Bavio, en el partido de La Plata, el 17 de agosto de 1993 y las declaraciones de varios detenidos y las pericias en el libro de guardia, permitieron comprobar que fue ingresado en esa seccional, entre las 19 y las 20, donde fue visto por última vez mientras era torturado.
En 1999, en el marco de un juicio oral y público, se condenó a perpetua al exsubcomisario Walter Abrigo, quien murió en la cárcel; y el sargento Justo López, por el homicidio y desaparición, mientras que por encubrimiento fueron sentenciados el ex comisario Domingo Ojeda y al exoficial Ramón Ceressetto.
Fuente: Télam
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