Presentan un libro digital sobre el rol de los medios en la prevención de los discursos de odio
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La agencia nacional de noticias Télam y la Defensoría del Público presentaron, en Buenos Aires, junto a la legisladora porteña Victoria Montenegro, un libro digital sobre «El rol de los medios en la prevención de los discursos de odio», con la consigna de que «no volvamos a vivir ese proceso tan horroroso que vivimos los argentinos y las argentinas».
La actividad, que comenzó a las 15 en las instalaciones de Télam, contó con la participaron de la presidenta de la agencia nacional, Bernarda Llorente; la defensora del Público, Mirian Lewin; la legisladora porteña Victoria Montenegro; y las periodistas Silvina Molina e Irina Hauser.
Al inicio de la presentación, Llorente señaló: «El libro que estamos publicando me parece importante para trabajar en la prevención, pero, además de la prevención, me parece muy importante trabajar desde nuestras convicciones y desde nuestras verdades, para que no volvamos a vivir ese proceso tan oscuro y tan horroroso que vivimos los argentinos y las argentinas».
«El lenguaje es la primera construcción de la realidad. Cuando vos empezás a naturalizar un lenguaje donde entra el odio, la bronca, la estigmatización, entra el otro como enemigo y una serie de categorías que finalmente ponen a otras personas en un lugar desagradable, se corre el peligro de volver a vivir lo que hemos vivido durante la dictadura cívico militar», expresó.
«Los discursos de odio atentan contra la democracia, la que se salva con una democracia participativa siendo protagonistas de nuestra propia historia y para ello necesitamos estar formados e informados y tener acceso al conocimiento y a la información correcta», enfatizó.
Por su parte, Lewin dijo que «los discursos de odio son tóxicos para la democracia; en épocas de crisis, en otras latitudes, en otras épocas y en otros tiempos de la historia resultaron en genocidios».
«En octubre del 2020, estuvimos siendo objeto de acusaciones múltiples por parte de medios de comunicación que decían que nos queríamos constituir en el Ministerio de la Verdad o que queríamos censurar simplemente porque queríamos estudiar en una de nuestras líneas de trabajo, de las múltiples que tenemos, el crecimiento y la circulación de los discursos de odio», relató.
«Me parece muy importante trabajar desde nuestras convicciones y desde nuestras verdades, para que no volvamos a vivir ese proceso tan oscuro y tan horroroso que vivimos los argentinos y las argentinas»Bernarda Llorente
A la vez, indicó: «A nosotros, en la Defensoría nos preocupa muchísimo la naturalización de los discursos de odio, y la estuvimos estudiando porque recibimos reclamos de la violencia en la campaña electoral. Hay discursos que hablan de terminar definitivamente con equis grupos de personas o aquel que piensa distinto», agregó.
«Paradójicamente, algunas de estas personas que promueven la eliminación definitiva del adversario, también son hostiles con el discurso de odio cuando las estigmatizan por haber pertenecido a alguna organización política o por un presunto consumo problemático. Entonces la violencia va y viene, la violencia es como un boomerang», resaltó.
Por su parte, la legisladora porteña Victoria Montenegro, reflexionó: «Hoy, no solo el negacionismo pone en valor lo que fue la dictadura cívico-militar, sino también la embestida contra los derechos de las mujeres, de las infancias, de las políticas sociales y de los trabajadores, conquistas que parecían irreversibles para nuestra sociedad».
Agregó que «lo peor que nos puede pasar, es negar que enfrente hay, no un personaje, sino actores políticos que desde hace muchos años se vienen financiando para volver a instalar el odio en nuestras sociedades».
«Los discursos de odio son tóxicos para la democracia; en épocas de crisis, en otras latitudes, en otras épocas y en otros tiempos de la historia resultaron en genocidios»Mirian Lewin
«Ese odio en nuestro país llegó el extremo de un atentado a nuestra vicepresidenta de la Nación, que milagrosamente no terminó en el asesinato, por eso no hay que minimizar el odio, que por otro lado, hace 47 años se instauró como política de Estado en Argentina», recordó.
«Es muy importante que podamos hacernos de herramientas para entender qué son los discursos de odio, cómo operan, cómo trabajan y qué podemos hacer para defendernos, qué podemos hacer como sociedad para defendernos, a 40 años de haber recuperado nuestra democracia», enfatizó Montenegro.
A su turno, las periodistas Silvina Molina, editora de Género y Diversidades de Télam, e Irina Hauser brindaron una charla sobre «Política y género», en relación a la presentación del libro digital.
Molina señaló que «fundamentalmente lo que quiere el discurso de odio es nuestro silencio, por eso que estemos aquí en un medio público pensando en los discursos de odio en un contexto tan particular del país, me da muchas satisfacción y me sigue enorgulleciendo ser una trabajadora de la agencia pública de noticias».
«Como periodista es imprescindible revisar nuestro rol y aportar al debate; podemos coincidir o no pero tenemos algunos consensos democráticos que tienen que ver con la libertad», añadió.
A su vez, detalló: «las periodistas y las políticas son los principales blancos de los discursos de odio por las redes sociales».
También, resaltó «la importancia de los medios públicos en visibilizar, poner en agenda y dar cobertura a temas relacionados con violencia de género, diversidades y pueblos originarios, como el caso del tercer malón o lo sucedido con integrantes de pueblos originarios en el subte, que tuvo gran repercusión, entre otros».
Por su parte, Hauser, autora del libro «Muerta o presa» relacionado con el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, investigó cómo fue el contexto y los momentos previos y posteriores al atentado.
«Lo peor que nos puede pasar, es negar que enfrente hay, no un personaje, sino actores políticos que desde hace muchos años se vienen financiando para volver a instalar el odio en nuestras sociedades»Victoria Montenegro
«Me encontré con que estos discursos que hablan de exterminar y de eliminar a otras personas, estuvieron muy presentes por los medios en los momentos previos al atentado, generaron el ámbito propicio para el intento de magnicidio», relató.
A su vez, detalló: que «ahora, los comentarios agraviantes por las redes sociales aparecen en los primeros lugares, cuando antes aparecían al último en los listados de mensajes».
En el cierre de la charla, Molina enfatizó: «como periodistas nuestros rol es investigar para que podamos hablar sobre hechos confiables, que nos permitan el debate y como medio de comunicación, sobre todo los medios públicos, que sigamos pensándonos desde esta realidad para trabajar con respeto sin violencia y haciendo periodismo como corresponde en estos tiempos que cumplimos 40 años de democracia ininterrumpida».
Fuente: Télam
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