La Cámara Federal de Casación Penal anuló este martes la revocatoria de la prisión domiciliaria que se había ordenado a un exmilitar imputado en el juicio unificado que sigue el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata por delitos cometidos durante la última dictadura militar en cuatro excentros clandestinos de detención, y dispuso que nuevamente se le restituya ese beneficio al imputado.
Se trata de Guillermo Alberto Domínguez Matheu, exjefe de Actividades Psicológicas del Destacamento 101, quien es uno de los 15 represores juzgados desde octubre 2020 por privación ilegítima de la libertad, torturas, crímenes y abuso sexuales cometidos contra unas 600 víctimas alojadas en el Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, El Infierno de Lanús, y Brigada San Justo.
El 6 de julio último, el TOF 1 de La Plata había revocado la prisión domiciliaria que gozaba Domínguez Matheu desde el 2017 y fue trasladado a la Unidad 34 de Campo de Mayo.
La defensa pública del imputado apeló la medida y este martes se informó que la Sala de Feria de la Cámara Federal, presidida por Ángela Ledesma y como vocales los jueces Carlos
A. Mahiques y Daniel Antonio Petrone, anuló la revocatoria por considerar que no se fundaron lo suficiente los motivos por los que había que quitarle un beneficio del que gozaba desde hace 6 años, sin que en todo ese tiempo haya incumplido con el mismo ni exista peligro de fuga actual.
La defensa del represor argumentó, en ese sentido, remarcando además las dolencias cardiológicas que padece el hombre de 81 años, quien además se encuentra a cargo del cuidado de su esposa, que padece cáncer, lo que también fue tomado en cuenta por la Cámara.
El 14 de noviembre de 2022 sobrevivientes del excentro clandestino de detención del Pozo de Banfield participaron de una inspección ocular y mientras recorrían las celdas y un sótano plantearon ante el Tribunal que debían cesar las domiciliarias de los imputados que gozan de ese beneficio, que son la mayoría.
«El tema de mayor contradicción es saber de este horror y que (los represores) tengan la prisión domiciliaria», expresó en esa oportunidad Pablo Díaz, uno de los estudiantes secuestrados en La Noche de los Lápices, tras identificar los lugares donde había estado cautivo en ese excentro.
A su lado estaba Marta Úngaro, hermana de Horacio Úngaro, otro de los estudiantes secuestrados que aún continúa desaparecido, y Teresa Laborde, hija de Adriana Calvo, nacida en cautiverio hace 46 años cuando su madre, atada y con los ojos vendados era conducida al Pozo de Banfield.
«Ellos saben donde están los restos y los bebés que no aparecen, ellos lo saben y están cómodamente sentados en su casa», dijo enojada la mujer en esa oportunidad.
Reclamó a los jueces «hagan su trabajo o vamos a seguir sufriendo todos«.
«Pedimos con toda la fuerza que cesen las domiciliarias», puntualizó Úngaro.
Fuente: Télam
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