Greenpeace y el Instituto de Conservación de Ballenas lamentan la decisión de denegar el permiso para realizar actividades de investigación científica a bordo de la embarcación “Witness”. En especial, consideran que se ha perdido una gran oportunidad para profundizar el conocimiento acerca de la ballena franca austral, que es un Monumento Natural Nacional de nuestro país.
Las investigaciones propuestas buscan ampliar el conocimiento existente sobre el comportamiento, la alimentación y los niveles hormonales de las ballenas francas australes en un área clave de alimentación dentro del Mar Argentino. Los investigadores del Instituto de Conservación de Ballenas participantes son parte de un equipo científico de amplia experiencia basada en más de cinco décadas llevando adelante el Programa Ballena Franca Austral en el área de reproducción y cría de Península Valdés, Chubut – Argentina. Este programa científico, iniciado en 1971, es actualmente el estudio más extenso del mundo realizado sobre una especie de ballena. Además, los científicos participantes son investigadores de CONICET y/o docentes en universidades nacionales.
La zona norte del frente del talud continental donde se planteaba realizar estos estudios es un área de alimentación de gran relevancia para la población de ballenas francas australes del Atlántico Sudoccidental. Una investigación reciente ha logrado determinar que en las últimas tres décadas, las ballenas francas del Atlántico Sur incrementaron su uso de zonas de alimentación en latitudes medias (30 a 45°S), durante el verano y el otoño, que coinciden con el área propuesta de estudio. Esto hace aún más significativo poder llevar adelante estas investigaciones en el área y en las fechas propuestas, ya que existe un solapamiento con las áreas adjudicadas a empresas petroleras para la realización de exploración sísmica
Las actividades propuestas a realizar a bordo del Witness por parte de los investigadores tenían como objetivo principal describir el comportamiento de las ballenas en una región de alimentación previamente no investigada, foto-identificar individuos y compararlos con los individuos conocidos de Península Valdés, y recolectar información sobre la biología de esta especie emblemática del Mar Argentino. Sus resultados contribuirían con datos para responder interrogantes tales como ¿qué ocurriría si la actividad humana interfiriera en el normal uso de las áreas de alimentación? ¿Existe la posibilidad de desplazamiento hacia zonas con menor disponibilidad de presas? ¿Podría esto desencadenar problemas como desnutrición, estrés, disminución en la reproducción y aumento en la mortalidad? Contar con estas respuestas proporcionarían información clave considerando el escenario cambiante debido al calentamiento global y la degradación de hábitats.
El Velero Witness de Greenpeace, representa una plataforma de investigación de excelencia para llevar adelante actividades basadas en técnicas benignas en una zona de difícil acceso. La imposibilidad de iniciar los estudios previstos para este mes, significa la pérdida de una oportunidad invaluable, dado que es el momento de concentración de ballenas en el área, y que la embarcación, su tripulación y el equipo científico estaban disponibles para esta expedición.
Es importante destacar que las actividades propuestas y que fueron denegadas, se harían en total cumplimiento de las normativas de seguridad de la navegación y respetando las distancias mínimas estipuladas por la Autoridad Marítima para todas las embarcaciones en el eventual caso de proximidad con el buque de exploración sísmica. El objetivo de la expedición era relevar áreas de importancia para el ciclo de vida de la ballena franca austral y otras especies de mamíferos marinos y evaluar el estado actual de su hábitat en relación con actividades humanas.
Greenpeace y el Instituto de Conservación de Ballenas hacen un llamado conjunto a las autoridades nacionales competentes para que, al tomar decisiones sobre el estudio científico y la protección de nuestros recursos marinos y su biodiversidad, consideren no sólo los intereses económicos de las grandes empresas sino también la conservación del patrimonio natural y cultural.
La denegación del permiso de investigación científica representa una oportunidad perdida que hubiese permitido contar con información inédita sobre el uso del área por parte de la ballena franca austral. Esperamos que en una próxima oportunidad se valore el interés y la contribución desde organizaciones de la sociedad civil de larga trayectoria al conocimiento de una especie emblema del mar argentino. La protección y el cuidado del ambiente deberían ser, siempre, la prioridad en toda decisión.
Fuente: Greenpeace
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