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viernes 29 marzo, 2024

Norberto Galasso: “Siento afecto y admiración por la educación pública”

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Galasso estudió Ciencias Económicas pero se hizo historiador después de cruzarse con Arturo Jauretche. Foto: Archivo Télam

Galasso estudió Ciencias Económicas pero se hizo historiador después de cruzarse con Arturo Jauretche. Foto: Archivo Télam

A mediados de la década del 50 la Facultad de Ciencias Económica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) otorgaba el título de Contador Público, que podría ampliarse con la licenciatura en Economía a partir de la década siguiente. En aquellos años estudiaba Norberto Galasso, quien después de graduarse como contador se convirtió en uno de los historiadores más destacados de la Argentina poniendo en tela de juicio todo lo aprendido.

«Cuando estaba por terminar la carrera me crucé con Arturo Jauretche. Fue en una conferencia por su candidatura a senador que se hizo en Plaza Italia. Me di cuenta de que lo que me enseñaban en la Facultad era la versión que tenían los liberales de la economía y solo esa”, dice Galasso a Télam al evocar su formación en la UBA, de cuya fundación el 12 de agosto de 1821 se cumplen hoy 200 años.

Recuerdo que aquel discurso de Jauretche, en febrero de 1961, me indicaba que había otra versión de la economía que la que se enseñaba en la Facultad, que por aquel entonces tenía una mirada liberal-conservadora, antidesarrollista y antisocialista. A partir de entonces me dediqué a dar las cinco o seis materias que me quedaban para recibirme de Contador Público pero sin hacer la licenciatura”, evoca el autor de “Jauretche y su época. De Irigoyen a Perón”.

En discusión permanente con la formación que el brindó la universidad, Galasso construyó sus inicios como Contador pero fundamentalmente una sólida trayectoria como historiador, ensayista y escritor: desde su primer libro, “Mariano Moreno y la revolución nacional”, publicado por Editorial Coyoacán en 1963, hasta “Mauricio Macri: la vuelta al pasado” (2014), publicó más de 30 obras desde una perspectiva que combina el revisionismo, la crítica a la historia mitrista y la izquierda nacional.

La Universidad, pública

“Yo nací en una familia en la que casi todos eran maestros, donde se cultivaba un gran afecto y admiración por la educación pública, como es la que yo tengo”, subraya Galasso al evocar sus años en la UBA.

Después de recibirse el investigador puso un estudio contable en su barrio, Parque Chacabuco. Foto: Álbum personal

Después de recibirse el investigador puso un estudio contable en su barrio, Parque Chacabuco. Foto: Álbum personal

“Creo que la escuela privada -agrega- tiene a la actividad comercial como punto de partida. Recuerdo a una profesora que me decía que le había puesto una nota muy baja a un chico porque no sabía y que la habían llamado de la Dirección del colegio para que la suba, porque con esa nota se perdía un cliente”.

“Yo fui a la escuela pública primaria de mi barrio, en Parque Chacabuco, después hice la secundaria en el Comercial 5, en la calle Belgrano, y posteriormente, al igual que la mayoría de mis compañeros, ingresé en la Universidad de Buenos Aires”, destaca el coordinador de los cuatro tomos de “Los malditos”, trabajo que repasa la vida y obra de hombres y mujeres olvidados (e incluso vilipendiados) por la historiografía oficial.

Por su trabajo historiográfico Galasso, quien el mes pasado cumplió 85 años, fue galardonado como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del Comahue y recibió el premio especial RNA de Honor a la trayectoria, otorgado por Radio Nacional, entre otras distinciones.

De oficio, contador

En 1961 Galasso se graduó como Contador Público. En aquellos la Facultad de Ciencias Económicas incorporaba la Licenciatura en Economía. En disidencia con el enfoque que tenía la carrera decidió no realizarla. Sin embargo, la formación recibida le permitió trabajar como contador y, paulatinamente, dedicarse a la investigación histórica y al ensayo político, sus grandes pasiones.

“Cuando me recibí puse un estudio de barrio, destinado a pequeños comerciantes, donde firmaba balances o hacía la certificación de ingresos como Contador Público”, recuerda el autor de los dos volúmenes que componen “Perón” (2005), un completo recorrido por la vida y pensamiento del ex presidente Juan Domingo Perón.

“Desde que me recibí -agrega- me aparté de la Facultad de Ciencias Económicas y empecé a leer ‘Historia Económica de la Argentina’, de Ricardo Ortíz, ‘Política Británica en el Río de la Plata’, de Raúl Scalabrini Ortíz y las publicaciones de Jauretche, y entendí que también había una concepción nacional de la economía que no se enseñaba en la universidad”.

“La Universidad tiene un sector que es directamente conservador y otro pseudo-progresista, que en su concepción económica mantiene las ideas de los economistas liberales, que son las de los economistas del sistema como Carlos Melconian, Alfonso Prat Gay o Miguel Angel Broda, que respondieron siempre a los intereses de las grandes empresas”, subraya Galasso, quien en 2014 fue reconocido como “Embajador de la Cultura Popular” por el gobierno de Cristina Kirchner.

Pensar la Universidad

“La Universidad debería pensarse, tal como dijo Rodolfo Puigrós en 1973, con la economía al servicio de los intereses nacionales, porque hasta ahora se ha enseñado una economía colonial”, subraya el autor de “La larga lucha de los argentinos” (1995) cuando piensa la enseñanza universitaria de cara al futuro.

Y agrega: “Es cierto que hoy hay en la Universidad profesores que, más allá de los programas de estudio, formulan planteos nacionales. Fundamentalmente gente joven que se ha replanteado cosas. Pero en general, todavía quienes egresan de Ciencias Económicas terminan siendo empleados de las grandes empresas”.

El historiador concluye que “la Universidad debería mirar con otros ojos”. “Por ejemplo, -argumenta- yo escucho a Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete) y entiendo que ha leído cosas importantes por fuera de las que le enseñaron en la Facultad. Tiene una visión nacional, como la tiene Martín Guzmán (ministro de Economía), quien parte de una concepción crítica de las políticas del Fondo Monetario Internacional”.

A doscientos años de su creación, la Universidad de Buenos Aires se convirtió en una de las más prestigiosas de América. También en un foro de producción de conocimiento y de debate que, como expresa el mismo Galasso, necesita ser pensado e interpelado una y otra vez.         

   


Fuente: Télam

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