La denuncia por violencia de género contra el futbolista Sebastián Villa Cano empuja por inercia a pedir castigo. ¿Sobre qué otras grietas se pueden tejer salidas? Qué estrategias y herramientas podría desplegar un club como Boca, con semejante llegada a varones y recursos suficientes para desarrollar otras formas de hacerse cargo. Porque un varón que comete actos de violencia no es una isla, es parte de un cuerpo social dañado. Toda la sociedad puede elegir ser parte de la solución.
Fuente: Télam
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