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Vicente López
jueves 28 marzo, 2024

Murió el violinista Jorge Gordillo, emblema de la música popular argentina

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Jorge Gordillo tambin fue docente de la UNA
Jorge Gordillo también fue docente de la UNA.

El destacado violinista y docente Jorge Gordillo, dueño de una rica trayectoria y quien durante más de 20 años tocó junto a Jaime Torres y otros grandes de la música popular argentina, falleció hoy a los 64 años.

El hombre nacido en el pueblo bonaerense de Portela y que fue distinguido como revelación en el Festival de Baradero, participó a lo largo de su vida en discos de agrupaciones y figuras como el gran charanguista Jaime Torres, Los Changos, Melania Pérez, Antigál, Leo Carbajal y Bruno Arias, entre otros.

También aportó belleza, desde su calidad como intérprete del violín y su enorme musicalidad a la película documental, “Caballos en la ciudad” y a la tira televisiva “Caloi en su Tinta”, y editó sus trabajos como solista “Buscame en mi tierra”, A cielo abierto” y “Querido violín”.

Tuvo una gran actividad como docente de música: Se desempeñó como profesor adjunto en la cátedra “Asociación de Instrumentos Criollos” de la Carrera Licenciatura en Folklore y fue designado profesor universitario titular de la materia “Violín Criollo” de la Carrera Licenciatura en Folklore de la UNA.

“Yo nací en Portela, un pueblo muy chiquito de la provincia de Buenos Aires, llegué acá después de obtener el premio como revelación del Festival de Baradero. En ese momento fueron muchos los artistas que tocaron y muchos de ellos nos apoyaron para venir a Capital. En ese momento yo tocaba con un amigo, pero al tiempo de llegar él decidió dejar la música y me quedé solo”, dijo en su momento el músico.

Durante más de dos décadas, Gordillo fue el impulsor de una peña folclórica vecinal a cielo abierto en la esquina de Monteagudo y avenida Caseros, en uno de los rincones del Parque de los Patricios, del barrio porteño homónimo, que se desarrolla todos los domingos cuando empieza a caer la tarde y que convoca cientos de vecinos y bailarines amateurs amantes del baile telúrico.

«Tal vez a mí no me conocen, pero bailan mi música en todos lados. Por eso sé que a mis hijas no les voy a dejar plata de herencia, pero les voy a dejar un patio de folklore”, expresó en alguna ocasión sobre este incansable trabajo como músico y promotor cultural autogestivo que desarrollaba a escasas cuadras de su casa.


Fuente: Télam

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