«Matilda, el musical», basado en el relato de Roald Dahl y con dirección de Ariel Del Mastro, se presentó en el teatro Gran Rex, donde a partir de una imponente puesta en escena, un gran despliegue coreográfíco y brillantes interpretaciones, cautivó al público poniendo foco en el humor y en la decisión de la niña protagonista de enfrentar la cruel realidad que la rodea.
En una función especial a la que asistieron famosos como Luciana Salazar y Flavio Mendoza, ambos con sus pequeños hijos; y Patricia Sosa y Oscar Mediavilla, entre muchos otros, la obra logró captar la atención de grandes, chicos y chicas durante dos horas.
Con dinamismo, cada cuadro del musical encierra una situación diferente, siempre tomando como disparador la historia de una inteligente niña que se refugia en los libros para protegerse de una familia que la ignora y de una autoritaria directora de escuela, la inolvidable Tronchatoro, una excampeona de martillo encarnada ahora por Agustín «Soy Rada» Aristarán, quien se destaca en su rol de mala implacable y se convierte en una de las grandes figuras de esta descomunal puesta.
El emblemático personaje de la película de 1996, acá interpretado por Catalina Picone (una de las tres Matildas seleccionadas) llegó a la Argentina con una propuesta que toma cierta distancia de la versión cinematográfica que dirigió Danny De Vito y se inspira más en la novela de Dahl.
En este espectáculo no se hace tanto hincapié en los poderes sobrenaturales de la niña, sino en cómo ella encara la vida para seguir sus convicciones a pesar del entorno negativo que la rodea, contagiando a sus compañeros a desafiar a la cruel directora, que los llama «gusanos» y los amenaza con encerrarlos.
Así, la niña y los alumnos, especialmente Bruce -el más castigado por Tronchatoro- se unen cantando en sus pupitres y demostrando que pueden ganar su libertad, su derecho a jugar, y a la vez demostrar su talento a un público que los ovacionó, en final alegre y explosivo.
La obra, escrita por Dennis Kelly y Tim Minchin en base al relato de Dahl, apela al humor y a la ternura, al baile sincronizado a la perfección (ya sea utilizando cochecitos de bebé, hamacas o en situaciones más poéticas en pasajes en los que Matilda le cuenta a la bibliotecaria (Deborah Turza) el drama del escapista y trapecista de circo, que la niña inventa para contar la verdadera historia de su dulce Señorita Miel, interpretada con calidez por Laurita Fernández, quien se ve reflejada en la niña.
La ayuda de su maestra es determinante en el destino de Matilda: juntas iniciarán un nuevo camino en el que vivirán otras experiencias y que propone demostrar todo lo que puede conseguirse a través de la imaginación y la perseverancia.
En «Matilda, el musical» se pueden apreciar a 25 actores argentinos en escena cantando y bailando en vivo (se formaron tres elencos de niños de entre 9 y 12 años), que viene ensayando desde fines del año pasado.
También sobresalen un histriónico José Maria Listorti y una graciosa Fer Metilli como el señor y la señora Wormwood, los singulares padres de Matilda que brillan en momentos hilarantes, él como un machista estafador y ella como una descocada mujer superflua.
«¡Nene horrible!», «¡ratón de biblioteca!», son algunas de las ofensivas palabras que le dice el padre a la niña, a quien ambos critican por leer libros y no ver televisión, de donde se jactan haber aprendido todo.
La heroína Matilda acompañó a diferentes generaciones, ya sea a través de la novela de Roald Dahl, pasando por la película dirigida y coprotagonizada por Danny De Vito, el musical que lleva largas temporadas en Broadway y Londres, hasta la reciente remake en Netflix.
Más de 10 millones de espectadores en el mundo ya disfrutaron de «Matilda, el musical», que puede ver en la sala ubicada en Corrientes 859 los miércoles, jueves y viernes a las 20, sábados a las 15 y 19, domingos a las 14.30 y 18. La pieza, con 30.000 localidades vendidas, estará en cartel durante ocho semanas.
Fuente: Télam
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