Unas 352 magistrados, funcionarios y expertos de varios países de América y provincias argentinas se reunieron este jueves y viernes en la ciudad de Paraná y debatieron sobre acciones para defender los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de niños y adolescentes durante las Jornadas Panamericanas de la temática y Doctrina Franciscana.
«Hay una problemática que atraviesa a toda América Latina y es la desigualdad, marginalidad y el descarte de niñas, niños y adolescentes, y por ende la solución es común a todos», dijo el presidente del Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales y Doctrina Franciscana, Andrés Gallardo.
En diálogo con Télam, explicó que existe la necesidad de «unir toda la Patria Grande para buscar soluciones comunes», ya que la sociedad mundial «está en un límite», y hay que «empezar hoy a cumplir todo lo que está escrito».
Gallardo señaló que «no hay que diseñar sistemas normativos sino aplicar los que ya están», y también «obligar a países como Estados Unidos que no suscriben tratados, a que modifiquen sus conductas porque sus políticas afectan a todos».
A través de paneles y conferencias magistrales en el Centro Provincial de Convenciones (CPC) de Paraná abordaron temáticas como el acceso a la justicia, derechos económicos, sociales y culturales, justicia juvenil, pobreza, desigualdad infantil, violencia y maltrato, y trata y compraventa de niños.
En las dos fechas disertaron expertos, jueces, funcionarios judiciales y defensores de México, Paraguay, Perú, Uruguay, Brasil, Chile, Argentina, y de las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires, Chaco, Santa Fe, Misiones, Córdoba, Río Negro, La Pampa y Ciudad de Buenos Aires.
Los documentos surgidos luego de las dos jornadas serán entregados al presidente, a la vicepresidenta, al ministro de Economía de la Nación y a sectores nacionales «porque el verdadero sistema de construcción de derechos es el Estado en su todo», indicó la defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham.
Niños y adolescentes «son el sector más vulnerable de la sociedad, con mayor pobreza y desigualdad que otros sectores sociales», dijo a Télam y destacó que las jornadas abordaron «cómo resolver y mitigar estos efectos».
«Se debe poner estas problemáticas otra vez en la agenda social y política, con el centro en cuestiones como políticas de Estado, políticas internacionales que sumergen a nuestros países en situaciones económicas», añadió.
El 32,3% de América Latina es considerada pobre, pero el 45,5% de los menores de edad están por debajo de la línea de pobreza; mientras el 12,9% es indigente, el índice sube a 18% cuando se segmenta en niños y adolescentes.
«No es un número: la pobreza extrema es comer o no comer, morir por deshidratación o intoxicación, trabajar y no ir a la escuela, vivir en la calle, coquetear con la muerte para sobrevivir, y ser víctima de la trata laboral, sexual y adopción«, manifestó Graham.
En tanto, recordó que Estados Unidos no ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño, bajo una «lógica perversa norte-sur», y apuntó a «pensar mucho a qué nos estamos arriesgando ante estas olas de supuesta libertad, porque el riesgo puede ser mucho mayor».
Por su parte, el defensor general de Entre Ríos, Maximiliano Benítez, precisó a Télam que fueron jornadas con «debates muy intensos» y que cada región se lleva la premisa de que «los funcionarios judiciales, jueces, fiscales y defensores, deben tener coraje en el ejercicio de la labor».
«Esperamos vernos luchando por los derechos de los niños en cualquier lugar, haciendo cumplir las normas que ya están escritas con sangre, sudor y lágrima de todos los pueblos de América Latina», finalizó.
En el acto de apertura, el papa Francisco envió un video en el que aseguró que los niños son «las piezas más débiles del sistema social, sufren las consecuencias de un orden injusto y no tiene tiempo para esperar. La respuesta debe ser tan inmediata como la necesidad, y no hay tiempo que perder».
Finalmente, Francisco indicó que «no hay estrategia de desarrollo posible con una generación joven hipotecada al abandono» y que cuando el mercado «se transforma en un semi dios a la que se sujetan todas las pautas políticas y sociales se genera una versión actual del Moloch que se veneraba con la sangre de los chicos».
Fuente: Télam
Déjanos tu Comentario!