Ante la emergencia forestal que sufre Argentina consultamos a la sociedad si consideraba que los desmontes ilegales e incendios forestales deben ser un delito penal. Participaron más de 260.000 personas y el 99% se manifestó a favor de condenar el crimen ambiental.
Este 2023 desde Greenpeace quisimos decirle BASTA a la impunidad de quienes destruyen nuestros bosques nativos Algunos de ellos lucran con su destrucción en favor de la expansión de la frontera agropecuaria (ganadería y soja que en gran medida se exportan a Asia y Europa) o para la especulación y el negocio inmobiliario.
Como parte de nuestra campaña lanzamos una consulta popular para saber si, como sociedad, queremos que los empresarios y especuladores se tomen la Ley Nacional de Bosques en serio y paguen por sus crímenes en la cárcel.
Ante la pregunta ¿Estás a favor de que se establezcan penas de prisión para los responsables de desmontes ilegales e incendios forestales? Más de 260.000 personas levantaron su voz en defensa de los bosques nativos en la pagina https://votaporlosbosques.org/
Desde Greenpeace agradecemos la enorme participación y compromiso ciudadano y representamos el resultado de la consulta frente al Congreso Nacional con 60 voluntarios que desplegaron carteles formando un mosaico con el mensaje: “99% apoya penalizar la deforestación ilegal”.
Argentina en emergencia forestal: un llamado urgente a la acción
En nuestro país perdemos una hectárea de bosques cada 2 minutos, el equivalente a la superficie de 30 canchas de fútbol por hora. A pesar de que en el año 2007 logramos que se sancione una muy buena Ley de Bosques, más de la mitad de los desmontes que se llevan a cabo hoy son ilegales.
Para quienes están detrás de la destrucción de la naturaleza, las multas no son suficientes para desalentar arrasar con los bosques. Estos empresarios suelen incluirlas como un costo más de producción. Además, casi nunca son obligados a restaurar el daño hecho y en muchos casos es clara la complicidad de funcionarios al autorizar desmontes donde no está permitido.
Si a esto le sumamos los incendios forestales (el 95% responsabilidad de acciones humanas), el escenario es catastrófico. Destruir los bosques sigue siendo negocio para unos pocos y daño para todos.
Acción en los bosques e Historias de Impunidad
Esta campaña fue acompañada por diferentes acciones, actividades, registro del impacto de la deforestación en incendios con testimonios plasmados en las llamadas “Historias de Impunidad”.
La periodista Gisella Busaniche y Celeste Giardinelli, conductora de nuestro programa de Twitch “Otro Planeta”, recorrieron el país junto con miembros de Greenpeace, siendo testigos de las consecuencias devastadoras de la deforestación en regiones de nuestro país donde la emergencia forestal es extrema.
El desmonte ilegal más grande de Argentina en los últimos años:
En Salta se ubica el desmonte ilegal más grande de Argentina en los últimos años. El empresario Juan José Karlen es el terrateniente salteño que realizó el ecocidio. Fue expuesto y denunciado por la AFIP por trabajo esclavo, responsable de explotación laboral e infantil. Además de desmontar ilegalmente una superficie superior a la de media ciudad de Buenos Aires, no recibió ni una multa y tampoco cumplió con la restauración del bosque desmontado. Sigue explotando la finca como si nada hubiera pasado.
Mirá el episodio de “Historias de impunidad”:
Para denunciar el desmonte ilegal más grande del país de las últimas décadas, treinta y tres activistas de varias provincias desplegaron dentro de la finca un cartel con un signo de pregunta gigante y la frase “¿Y el bosque?”.
El equipo de voluntarios y voluntarias también desplegó otros dos carteles en forma de cinta métrica para delimitar la superficie de una hectárea (100 metros x 100 metros), como una pequeña muestra de las 11.875 que allí se deforestaron ilegalmente.
Desmonte ilegal frente a un Parque Nacional
Viajamos hasta la estancia Monterrey, en la provincia de Chaco, para denunciar que allí se deforestaron ilegalmente más de 1.800 hectáreas de bosques. La estancia Monterrey, lindera al Parque Nacional Copo, es propiedad de los empresarios agropecuarios bonaerenses Juan Antonio Aloi y Marcela Silvia Bortolini. La Impunidad se manifiesta en la complicidad del gobierno provincial en la violación de la Ley de Bosques, al autorizar un desmonte donde no está permitido. Más grave aún es que la finca es lindera a áreas protegidas, impactando con el desmonte en la conectividad y, por ende, en la biodiversidad.
Mirá el episodio de “Historias de impunidad”:
Para acompañar esta denuncia activistas de Greenpeace intervinieron la entrada de la estancia Monterrey para convertirla en el “Parque Nacional El Desmonte” y exponer que allí se deforestaron ilegalmente más de 1.800 hectáreas de bosques.
Los activistas, provenientes de varias provincias, montaron una escenografía en la entrada de la finca y la transformaron en el “Parque Nacional El Desmonte”. Allí desplegaron carteles con las frases “Finca Monterrey = Ecocidio”, “Basta de impunidad” y “Destruir bosques es un crimen“.
Bosques patagónicos y 80.000 hectáreas arrasadas por el fuego
Recorrimos los bosques andino patagónicos se encuentran cada vez más amenazados por los incendios provocados, ya sea por negligencia o de manera intencional.
Cada año la situación se agrava con la crisis climática, la sequía y las plantaciones de pino. Nos prepararnos para escenarios cada vez más complejos, previniendo pero también castigando a los responsables de este ecocidio.
Mirá el episodio de “Historias de impunidad”:
Para acompañar este reclamo activistas de Greenpeace desplegaron un cartel de 20 metros de largo que colgaron en el puente que cruza el arroyo La Angostura, uniendo los lagos Nahuel Huapi y Moreno con un mensaje escrito “Incendios forestales: Basta de impunidad”
Esta acción alertó sobre los incendios reiterados que se convirtieron en una amenaza latente para los bosques andino patagónicos. Tanto es así que en la última década, el fuego arrasó 80.000 hectáreas en la Patagonia argentina, una superficie similar a casi 4 veces la ciudad de Buenos Aires.
La multinacional Arauco avanza sobre la selva y las comunidades
Activistas de Greenpeace e integrantes de las comunidades mbya guaraníes Guazurarí y Puente Quemado II realizaron protestas contra la empresa forestal chilena Arauco, que desde hace décadas avanza sobre sus territorios reemplazando la Selva Paranaense por plantaciones de pino.
Arauco es una corporación que opera en treinta países y en la provincia de Misiones tiene unas 230.000 hectáreas, de las cuales cerca de 120.000 son plantaciones de especies exóticas donde antes había Selva Paranaense. La empresa tiene varias denuncias de comunidades guaraníes por operar sobre sus territorios y vulnerar sus derechos. La propia empresa reconoce que, cuando se llamaba Alto Paraná S.A., entre 1994 y 2003 realizó el desmonte de 20.811 hectáreas que estaban cubiertas con vegetación nativa, para el establecimiento de nuevas plantaciones.
Además, cuentan con otras 100.000 hectáreas de plantaciones compradas a otros propietarios luego de desmontar la selva. Así, la superficie total de plantaciones que posee Arauco en Misiones es similar a la de 6 ciudades de Buenos Aires.
Mirá el episodio de “Historias de impunidad”:
Para acompañar este reclamo integrantes de las comunidades guaraníes acompañados por activistas de Greenpeace realizaron una reforestación con plantines de especies nativas y desplegaron carteles con la leyenda: “Ka’aguy Ñanemba’e – La selva es nuestra“.
Una elección a favor de los bosques
Los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. Una increíble variedad de especies de animales, plantas, árboles, aves, insectos, peces, reptiles, muchos aún desconocidos. Viviendo en un complejo equilibrio, formando ecosistemas maravillosos.
En palabras de Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, los bosques nos brindan alimentos, como plantas y frutos. Nos proveen de maderas, fundamentales para hacer fuego, cocinar y calefaccionar, construir muebles y casas, producir papel y libros. Los bosques nos regalan medicinas, ya que de sus plantas obtenemos la mayoría de los remedios a muchísimas enfermedades. Y se estima que aún faltan muchas propiedades por descubrir.
Los bosques son claves para la regulación climática y su destrucción es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, que nos están llevando a una crisis climática con fenómenos cada vez más extremos.
Los bosques regulan las fuentes y caudales de agua y proveen, con su evotranspiración, de nubes que funcionan como “ríos voladores”, llevando lluvias a cientos de kilómetros. Cuanto más deforestamos tenemos más riesgo de inundaciones. Está comprobado que una hectárea de bosque chaqueño puede absorber, en una hora, diez veces más precipitaciones que una hectárea con soja.
Los bosques cuidan la calidad de los suelos. Los desmontes dejan desnuda a la tierra, lo que provoca procesos de salinización y desertificación. Los bosques son el territorio de miles de familias campesinas e indígenas. Para ellos son su casa, su farmacia, su almacén. Y tienen un valor espiritual enorme.
Los bosques son cultura: miles de canciones, cuentos, leyendas y cosmovisiones de diferentes pueblos se crearon por ellos. Los bosques son bellos. Nos regalan paisajes hermosos y suelen ser lugares donde el turismo es una actividad importante.
Resulta evidente que el sistema de multas no está sirviendo para frenar el ecocidio contra los bosques. La Justicia, por su parte, casi no investiga las causas y responsables de los incendios forestales. Es claro que necesitamos la creación de fiscalías y juzgados ambientales.
En suma, insólitamente nuestro sistema penal castiga más a quien se roba un pan para comer que a quien destruye ilegalmente un bosque.
Por todo esto, es hora de votar por los bosques.
No queremos más impunidad. No queremos una justicia para los poderosos, Queremos justicia para los bosques.
Fuente: Greenpeace
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