La cantante Mariana Quinteros estrenará en Buenos Aires y Santa Fe el repertorio reunido en “Tango de Nuevos Ayres”, un registro que más allá de su radicación desde hace nueve años en Estados Unidos, “profundiza» su «intención» de que «la música ciudadana, como género urbano que es, halle un lenguaje que lo acerque a las nuevas generaciones”.
“El tango, como el jazz, debe adaptarse a los tiempos sin perder su esencia, una puerta que siento que abrió Astor Piazzolla y a partir de identificarme con esa propuesta, me dije ‘la cosa va por ahí’”, postula Quinteros durante una entrevista con Télam.
“Tango de Nuevos Ayres”, con dirección musical del pianista Anibal Berraute y las participaciones de Chico Novarro, Gabriel Mores, Daniel Maza y Néstor Torres, entre otras, incluye piezas tradicionales como “Arrabal amargo”, “Nada” y “El día que me quieras” y cuatro con música de Piazzolla (“El gordo triste” y “Será que estoy llorando”, con poesías de Horacio Ferrer; “Siempre se vuelve a Buenos Aires” con texto de Eladia Blázquez y “El títere”, sobre un escrito de Jorge Luis Borges).
Además, Blázquez dice presente con “Candombe de dos orillas”, Chico Novarro aporta “Cordón” y la dupla Basurto-Szwarcman el más contemporáneo “Madrigal de ausencia”.
Con ese repertorio, secundada por el piano de Berraute y también por Nicolás Perrone (bandoneón), Daniel Falasca (contrabajo), Serdar Geldymuradov (violín) y Tony Trapanotto (percusión) y con Leandro “Negro” Falótico como cantante invitado, Quinteros estará mañana en Buenos Aires y el viernes en Cañada de Gómez.
La presentación porteña será el miércoles a las 20 en Bebop Club (Uriarte 1658), mientras que la del viernes a las 21 y con entrada gratuita tendrá lugar en el Teatro Verdi (Moreno 277 de Cañada de Gómez).
-Télam: ¿Cómo es cantar tangos fuera del país?
Mariana Quinteros: Es una experiencia apasionante porque en cada presentación uno se siente embajador de su país. No hay nada mejor que mostrar en otros lugares nuestra cultura, nuestro idioma, nuestra idiosincrasia.
-T: ¿Es difícil transmitir el peso de una tradición a personas que no se sienten interpeladas por esa historia?
-MQ: No, a mí me pasa a menudo en escenarios de países que no hablan español, a la gente les llega la emoción, la intensidad, la pasión que uno ponga en cada interpretación, porque más allá de la profundidad de sus letras el tango lleva implícito un sello de fuerza, de nostalgia y de sensualidad que lo hacen trascender en el mundo entero.
-T: Y, al respecto, ¿qué significa cantar de nuevo estas músicas en escenarios argentinos?
-MQ: Volver a subirse a un escenario en mi país es un compromiso muy importante, porque la carga emotiva sumada a la exigencia de un público “que es del palo” hacen que se convierta en un desafío y genere nervios, ansiedad y mucha expectativa.
Fuente: Télam
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