Barcos naufragados, muelles sumergidos y hasta canoas de pueblos originarios son algunos de los elementos del patrimonio cultural marino-costero de Argentina que la campaña Mar de Historias, impulsada por las provincias costeras, viene a poner en valor y proponer su protección por su «carácter único e irremplazable», informaron los organizadores al celebrarse el Día Mundial de los Océanos.
Impulsada por las provincias de Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl) y la Administración de Parques Nacionales, la campaña busca promover el conocimiento y la protección de este patrimonio recuperando las historias a lo largo de los 4.725 km de costas.
«El mar nos une, es un patrimonio común que guarda recuerdos en sus costas o bajo el agua de las personas que lo navegaron a través del tiempo. Contiene un legado de gran valor cultural que debemos conocer ya que nadie puede proteger lo que no conoce», dijo Cristian Murray, investigador del Programa de Arqueología Subacuática del Inapl en una videoconferencia en la que participaron más de 100 personas de todo el país.
Murray explicó que hace miles de años el mar estaba 40 metros más bajo, por lo que hay una gran diversidad de bienes sumergidos como antiguos puertos o muelles, elementos de navegación como fondeadores o anclas e incluso canoas y herramientas de pueblos originarios que navegaban las costas antes de la conformación del Estado.
Por la campaña, se instó a las provincias a realizar un inventario del patrimonio, como por ejemplo el de la embarcación Swift en Puerto Deseado, Santa Cruz, que fue descubierta en 1982 tras su naufragio y que luego fuera declarada de interés histórico e incorporada al patrimonio cultural local.
«Es un orgullo por su estado de conservación, incluso hemos hecho un pedido para que sea declarado por Naciones Unidas como Patrimonio de la Humanidad. Es importante ordenar y generar medidas de conservación del patrimonio subático», aseguró la directora de Patrimonio Cultural santacruceña, Carla García, sobre el hallazgo del barco que dio lugar, años más tarde, al nacimiento de la arqueología subacuática en la Argentina.
Según explicaron desde «Mar de Historias», la preservación del patrimonio subacuático contribuye a «construir la identidad cultural de pueblos y comunidades costeras» y es necesaria porque tiene «un carácter único e irremplazable».
En ese sentido, advirtieron que los riesgos y amenazas que sufre son la erosión costera, la pesca de arrastre, el fondeo de embarcaciones, los dragados, la remoción de objetos por simple curiosidad o para el coleccionismo y el cambio climático.
Mauro Carrasco, secretario de Ciencia, Tecnología, Innovación Productiva y Cultura de Chubut, destacó que la preservación del patrimonio «tiene una relevancia turística, que es la tercera actividad económica de la provincia».
«Es importante conservarlo y que las futuras generaciones tengan conciencia», aseveró.
Por su parte, Ezequiel Rafi, director Provincial de Museos y Patrimonio Cultural de Tierra del Fuego, afirmó que la protección patrimonial también valora a los pueblos indígenas.
«Es un reconocimiento a los pueblos preexistentes al Estado Nación, hay pueblos originarios de la zona como los yaganes que tenían conocimientos de navegación de los mares y canales del archipiélago», aseveró.
Damian Vainstub, arqueólogo marino, indicó que toda la costa marítima, sobre todo de la Patagonia, fue «el escenario de una red de intercambio mundial» antes de la creación del Canal de Panamá.
«Estaba la explotación de materias primas como el guano en la isla frente a Chubut o Río Negro, también había mercado de el aceite de ballena y la explotación de lobos marinos para las pieles», contó.
A través de posteos en las redes sociales en @mardehistoriasarg y la web www.mardehistorias.com.ar, la campaña buscará dar a conocer estas riquezas culturales y otras historias de los tesoros sumergidos.
Desde el año 2008, y por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra el 8 de junio el Día Mundial de los Océanos.
La fecha destaca el rol de los océanos y propone a la población mundial conservar este recurso del que obtenemos oxígeno, alimento y medicinas, al tiempo que insta a los gobiernos a tomar medidas para protegerlos.
«El océano cubre más del 70% del planeta y alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra, pero más del 80% no está cartografiado ni explorado. Los océanos y sus costas también alojan un patrimonio cultural de singular valor», concluyeron desde Mar de Historias.
Fuente: Télam
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