los cineastas que filman con más de 80 (y 90) años

Mucho se ha escrito sobre la longevidad y lo prolífica de la filmografía del director portugués Manoel de Oliveira, quien estrenó su último trabajo, “O Velho do Restelo”, en la Mostra de Venecia de 2014, cuando tenía ¡106 años! La controvertida realizadora alemana Leni Riefenstahl también superó los 100 cuando su documental final, “Impresiones submarinas”, se exhibió en agosto de 2002 en la TV de Francia y de su Alemania natal.

Y, aunque no llegaron a superar el centenario, estuvieron en los siempre exigentes sets de rodaje pasados sus 90 años el japonés Kaneto Shindo, los franceses Claude Lanzmann, Agnès Varda y Alain Resnais, el estadounidense D. A. Pennebaker, el italiano Mario Monicelli, el húngaro Miklós Jancsó, el lituano Jonas Mekas, el neerlandés Joris Ivens y el chileno Alejandro Jodorowsky, por citar solo algunos casos. Por supuesto, no todos consiguieron obras maestras con sus últimos trabajos, pero en muchos casos no solo demostraron una envidiable vitalidad sino que además sostuvieron en buena medida la calidad e inteligencia de sus films previos.

A esa lista hay que sumarle, claro, al mítico Clint Eastwood, quien comenzó su labor como actor a mediados de los años ’50, siendo apenas un veinteañero, pero que a partir de 1971, ya con algo más de 40, inició también una brillante carrera como realizador. Una trayectoria que continúa hasta la actualidad, ya que –próximo a cumplir en mayo 94 años– se apresta a estrenar “Juror #2”, thriller judicial con Nicholas Hoult, Zoey Deutch, Toni Collette, J.K. Simmons, Kiefer Sutherland y Chris Messina.

Pero, aunque todavía haya que esperar algunos meses para conocer lo nuevo del creador de “Los imperdonables”, “Bird”, “Río Místico”, “Million Dollar Baby” y “Gran Torino”, el año ya regaló una obra maestra de otro realizador nonagenario: en efecto, una de las mejores películas del reciente Festival de Berlín fue “Subject: Filmmaking” (“Filmstunde_23”), hermoso y entrañable documental de Edgar Reitz en el que el legendario director de la trilogía de “Heimat” se reencuentra con quienes fueron sus alumnas de un curso escolar sobre cine hace… 55 años. Además, a los 91, Reitz recibió el muy merecido premio Berlinale Camera a la Trayectoria.

Y, con la mejora constante en la expectativa de vida, ya son muchísimos los directores octogenarios que no paran de trabajar: desde Martin Scorsese (81), quien tiene “Los asesinos de la luna” en la lucha por los premios Oscar y ya ha terminado el guion de una nueva película sobre la vida de Jesús que podría rodar este mismo año; hasta Ridley Scott (86), quien el año pasado estrenó la ambiciosa “Napoléon”, con Joaquin Phoenix, y actualmente está en plena posproducción de otra épica como “Gladiador 2”, secuela de su propio éxito estrenado hace casi un cuarto de siglo, cuyo nuevo elenco encabezan Pedro Pascal, Paul Mescal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Matt Lucas y Derek Jacobi.

Si Scorsese y Scott consiguieron nominaciones para “Los asesinos de la luna” y “Napoléon”, respectivamente, entre los favoritos a quedarse con el premio Oscar a Mejor Largometraje de Animación figura otro octogenario como el maestro japonés Hayao Miyazaki, quien a los 83 aspira a otra estatuilla (ya la ganó en 2003 por “El viaje de Chihiro”) con la hermosa fábula de “El niño y la garza”.

«El niño y la garza» (Hayao Miyazaki)

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También han superado -en algunos casos con mucha holgura- los 80 y parecen no tener intenciones de colgar las cámaras los alemanes Werner Herzog, Volker Schlöndorff y Margarethe von Trotta, los británicos James Ivory y Stephen Frears (el próximo domingo 3 de marzo se estrena “El régimen”, miniserie de HBO y Max con Kate Winslet que lo tuvo como director), los estadounidenses Brian De Palma, Woody Allen, Frederick Wiseman, Francis Ford Coppola (está en plena postproducción de “Megalópolis”), el franco-griego Costa-Gavras y el polaco Roman Polanski. Y, aunque ya no trabajan con la asiduidad de sus inicios, allí están otros dos mitos vivientes como Mel Brooks y Roger Corman.

Y por nuestras tierras también abundaron y abundan los cineastas longevos y prolíficos: Fernando Birri, por ejemplo, rodó “El Fausto criollo” cerca de sus 90 años (falleció en 2017, a los 92), mientras que Edgardo Cozarinsky, quien en enero cumplió 85, estrenó en el último Festival de Mar del Plata y poco después en el MALBA “Dueto”, lúdico y emotivo diario personal filmado a cuatro manos con el reconocido actor Rafael Ferro en el que recorren décadas de amistad y de trabajos artísticos conjuntos.

Que el proceso de pensar, escribir, financiar, rodar, promocionar y estrenar una película resulta en la inmensa mayoría de los casos estresante, arduo y extenuante es una verdad incuestionable y, por eso, suele relacionárselo con jóvenes llenos de ínfulas y energía. Sin embargo, aquellos que se mantienen saludables aun habiendo soplado las velitas decenas de veces y que además saben trabajar en equipo (un buen asistente de dirección puede ocuparse de las tareas físicamente más demandantes en un set) demuestran que el cine es un desafío posbile también para los artistas más veteranos.