Las ballenas son muy importantes para los océanos. Podría decirse que son ingenieras de los ecosistemas porque ayudan, de diversas maneras, a mantener saludable la vida en el mar redistribuyendo nutrientes a través de los océanos en varias direcciones.
Nuestra ballena Franca Austral no es una excepción. Pero pese a cumplir ese rol vital para la salud oceánica, hoy enfrenta la inminente amenaza por el desarrollo de proyectos petroleros offshore en el Mar Argentino.
La exploración sísmica, que se realiza para obtener mayor información de las zonas en las que se realizará la exploración offshore, genera bombardeos acústicos constantes que provocan afecciones en los cetáceos.
Como resultado, las ballenas se estresan, deben cambiar de hábitats para apareamiento o de alimentación para evadir el ruido, sufren lesiones masivas, muerte por ahogamiento y varamiento.
Te invitamos a conocer más sobre ella y por qué es fundamental proteger los océanos
Algunos datos clave de esta especie:
1- Es el mamífero de mayor tamaño (de 13 a 16 metros) que habita y transita nuestro mar. Es un cetáceo de la familia Balaenidae propia del Hemisferio Sur. Vive entre 50 y 100 años. Pesan alrededor de 40 toneladas y al nacer ya miden de 3 a 5 metros, desde el hocico hasta la cola.
2- Cada individuo es único, especial e irrepetible. Son identificados por las callosidades (piel engrosada) que cubren su cabeza y funcionan como huellas dactilares que identifican a cada animal durante toda la vida.
3- Los saltos y golpes en el agua que suelen dar con sus aletas y cola tendrían una función de comunicación o de juego.
4- En 1984, cuando aún estaba amenazada por la caza comercial que casi las lleva al borde de la extinción, la Ballena Franca Austral fue declarada Monumento Natural Nacional por Ley 23.094, y quedando protegida sujeto a las normas establecidas por la Ley de Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales. Esto implica que se le acuerda protección absoluta, indistintamente de la zona que esté transitando en sus migraciones. En otras palabras, son como “parques nacionales” ambulantes.
5- Las costas argentinas son consideradas la zona de cría más importante del hemisferio sur. Es allí dónde se acercan para amamantar y cuidar a sus crías en sus primeros meses de vida.
6- La ballena franca es una especie solitaria. Sin embargo, el vínculo de las madres y su ballenato es el lazo familiar más fuerte que mantienen. La cría acompaña a su madre durante un año, de la cual aprende las rutas migratorias y las zonas de alimentación predilectas.
7- Suelen regresar todos los años al sitio dónde nacieron.
8- Son tranquilas, curiosas y bastante lentas para nadar (como máximo de 9 a 11 km/h).
9- En vez de dientes tienen barbas largas, son láminas de queratina que cuelgan del maxilar superior. Las barbas les permiten alimentarse «por filtro»: abren sus mandíbulas mientras nadan y después las cierran, usan su garganta y su lengua para que el agua vuelva a salir de su boca a través de las barbas, lo que permite que el agua salga mientras capturan las presas.
10- A diferencia de las ballenas francas del Atlántico Norte y del Pacífico Norte (ambas en peligro de extinción), la ballena franca austral pudo recuperarse de siglos de cacería comercial.
¿Cómo proteger el hogar de las ballenas?
Como mencionábamos antes las costas argentinas son consideradas la zona de cría más importante del hemisferio sur. El embarazo de esta especie dura 12 meses, y una vez que sus crías nacen, vuelven a las aguas tranquilas y someras de los golfos de la patagonia argentina para amamantar y cuidar a sus crías en sus primeros meses de vida.
Por ello la inminente amenaza del desarrollo de proyectos offshore para la explotación de petróleo en el Mar Argentino es tan grave. Estudios del Museo Educativo Patagónico indican que cuando se realizó exploración sísmica en el Golfo San Jorge, en el marco de proyectos petroleros, las ballenas prácticamente desaparecieron del golfo y por un par de años no se avistaron madres con crías.
Argentina no solo debe frenar el avance de estos proyectos por cuestiones climáticas, sino también para proteger a nuestra rica biodiversidad marina. La salud de los océanos depende de ello.
Además, es necesario avanzar en la implementación de áreas marinas protegidas ecosistémicas, que contemplen las zonas de alimentación, de tránsito y de cría de estos animales, para que nuestros mares puedan prosperar y continuar emocionándonos cada vez que somos testigos de los saltos y juegos de estas icónicas criaturas.
Estamos llevando adelante una cam´paña para pedir un #MarArgentinoSinPetróleo y evitar que la industria petrolera avance sobre nuestros océanos. En un contexto de cambio climático, no se deberían abrir nuevas fronteras de explotación si no que se debería reducir drásticamente nuestra dependencia de los combustibles fósiles y hacer la transición a energías limpias.
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