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Vicente López
jueves 12 diciembre, 2024

‘Llamen a Joe’ combina, entre el humor y la militancia, un perfil del ‘abogado del rock’

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Llamen a Joe
Llamen a Joe.

El documental «Llamen a Joe», ópera prima del periodista Hernán Siseles sobre el abogado penalista Joe Stefanolo que combina, entre el humor y la militancia, su desconocido perfil de poeta y melómano con testimonios de clientes célebres en causas de consumo o tenencia de drogas como Andrés Calamaro, Joaquín Levinton o Pipo Cipolatti, se presenta los días 26, 27 y 30 de abril en en el marco del Bafici.

«El objetivo fue mostrar que Joe es mucho más que simplemente ‘el abogado del rock´, que es una etiqueta que ya circulaba, sino que a través de su trabajo milita las causas que para él son una bandera y que tienen que ver con la defensa de las libertades individuales», dijo Siseles a Télam sobre el filme que será lanzado en el marco del festival porteño.

El tráiler de «Llamen a Joe»

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El germen de su ópera prima se remonta a 15 años atrás cuando lo entrevistó, en el rol de productor periodístico, para un documental de una cadena de música sobre Luca Prodan. La conversación con aquel particular abogado de traje, barba y pelo largo que cada tanto aparecía vinculado a causas judiciales de músicos y había intentado que el líder de Sumo pudiera tener su documento de identidad y cobrar los derechos de su música, no pasó desapercibida.

Tiempo después, volvió a cruzarse con Joe en una pizzería clásica de la Avenida Corrientes y al explicarle a un amigo quién era ese personaje de impronta tan llamativa se dio cuenta que detrás de aquel abogado había una historia interesante para contar.

Entre otras cosas, Joe Stefanolo estuvo al lado de muchos músicos antes de la recuperación democrática, participó en el divorcio de Charly García y María Rosa Yorio, representó al exguitarrista de los Abuelos de la Nada Gustavo Bazterrica en un caso que sentó jurisprudencia en contra de la penalización de tenencia de drogas ilegales para consumo personal y defendió a Andrés Calamaro cuando habló públicamente de «fumarse un porrito».

Pero además de ese perfil «mainstream» que le valió el mote de «abogado de rock», este documental se propone mostrar sus costados menos conocidos: el de un hombre común que, además, es un melómano, un músico frustrado y un poeta elogiado por el mismísimo Luis Alberto Spinetta.

Con testimonios de Andrés Calamaro, Pipo Cipolatti, Andy Chango, Bobby Flores, Joaquín Levinton, entre otros, «Llamen a Joe» se presentará los días miércoles 26 en el Museo del Cine, jueves 27 en el Anfiteatro del Parque Centenario y el domingo 30 en El Cultural San Martín.

Télam: ¿Cómo fue el proceso de trabajo a lo largo de estos 15 años?

Hernán Siseles: Al principio no sabía en qué formato iba a contar esta historia, podía ser un libro o una película, pero igual lo llamé a su estudio porque no tiene celular, le conté mi idea y empezamos a juntarnos esporádicamente, a veces a charlar grabando la conversación, otras conseguía un pequeño equipo de cámara para registrar algunas cosas. Fueron varios años de pequeñas grabaciones hasta que se aprobó el proyecto de la película y empezamos a trabajar más focalizados y a hacer el grueso, que fueron los últimos años, incluida la pandemia.

-¿Con qué aspectos desconocidos te encontraste cuando empezaste a conversar con él?

-Con que es una persona muy sencilla y un abogado que suele estar del lado de la gente que no tiene a quién recurrir. Los músicos se refieren a él como alguien que siempre está y en su historia hay superestrellas pero también gente desconocida o artistas relegados de la industria. Y él estuvo siempre con todos.

El realizador Hernn Siseles
El realizador Hernán Siseles.

-¿Cuál fue el aspecto de Joe que más te sorprendió?

-El poeta. En la película se ve su vinculación con el arte, la escritura, hay algo de melómano. Joe tiene una colección de vinilos impresionante, de películas y a veces su casa se transforma en un lugar de tertulia. Pensando más autobiográficamente, yo vengo de una familia de abogados pero siempre me tiraron mucho más otros intereses, otras vidas, otros mundos que tienen que ver con el periodismo y la música, así que un poco me di cuenta después que el documental era una síntesis de mi vida.

-¿Qué lugar ocupa Joe en la lucha por la despenalización y tenencia de droga?

-En los 80 y 90 ocurre la mayor parte de las historias que lo vinculan con la música. Después sigue relacionado con ellos pero no están esas causas emblemáticas como fue la de Bazterrica o el juicio del porrito de Calamaro porque eso cambió. Sin embargo, las leyes de drogas no terminan de estar resueltas y siempre puede haber un problema. Eso también tiene que ver con quién te encuentra, en qué situación y cuántas ganas de molestar tiene. Todavía hay elementos para que lo haga y tenés algunos elementos para defenderte pero la situación no está del todo resuelta todavía.

-En ese contexto, Joe desmitifica el imaginario asociado a los abogados…

-Hay causas en las que Joe trabajó que no están en la película porque no podía ponerlas a todas y algunos temas son bastante grandes como para entrar y salir, que es lo que hago en cada una. El caso más grande fue Cromañón, donde Joe tuvo un papel importante defendiendo a Raúl Villareal, la mano derecha de Omar Chabán. Esa es una causa bastante polémica por eso no quiero decir tan fácilmente que es «el abogado del bien». Sí es un abogado que ayuda y escucha a todos y que vive de una manera muy tranquila. Definitivamente no es el abogado «garca», está bien lejos de eso. Tiene el estudio de toda la vida que es un lugar de puertas abiertas.


Fuente: Télam

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