La solución no es desmantelar o reducir la ley haciendo legal lo que hoy es ilegal, sino mayores controles y sanciones a quienes desmontan. Sin ley, retrocedemos.
Hoy existe una Ley Nacional de Bosques que protege los bosques pero aún así ni siquiera se cumple. En la actualidad continúan los desmontes ilegales, aunque en un menor porcentaje previo a la Ley de Bosques. Con lo cual, necesitamos que se profundice la ley, que se incrementen las multas para desalentar el desmonte.
El proyecto de Ley Ómnibus propone, por el contario, modificaciones a la ley haciéndola más débil, desfinanciada o “blanda”. Por eso, lanzamos nuestra campaña Salvemos las leyes ambientales.
SIN LEY DE BOSQUES PERDERÍAMOS AÚN MÁS HECTÁREAS
Desde la sanción de la Ley de Bosques (2007), la deforestación disminuyó notoriamente comparado a la década previa a la ley, cuando se desmontaban anualmente 300.000 hectáreas, luego en 2014 fueron deforestadas 190.589 hectáreas; 157.947 hectáreas durante 2015; y 136.473 hectáreas en 2016.
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Durante el 2023 realizamos una Consulta Popular para saber si, como sociedad, queremos que los empresarios y especuladores se tomen la Ley de Bosques en serio y paguen por sus crímenes en la cárcel. El 99% se manifestó a favor de condenar la deforestación ilegal como un crimen ambiental.
La solución no es autorizar:
- Más desmontes de bosques nativos
- Blanquear crímenes ambientales
- Promover la desaparición de especies en peligro de extinción
- Agravar la crisis climática
El proyecto de Ley Ómnibus propone:
1- Que los gobiernos provinciales autoricen desmontes donde hoy está prohibido, y las topadoras podrán arrasar impunemente bosques para producción agropecuaria (soja y ganadería) y desarrollos inmobiliarios. 50 millones de hectáreas aproximadamente estarían en riesgo.
2-Se desfinancia la ley, lo que repercutirá seriamente en los controles al desmonte ilegal y los incendios forestales, y en el fomento de actividades sustentables en los bosques.
3-Se eliminarán mecanismos de acceso a información de comunidades indígenas y campesinas.
Desde Greenpeace hace varios años trabajamos en una campaña para que se criminalice la destrucción del bosque. Es necesario entender que cuando se destruye un bosque se está matando vida. Sostenemos que no tenemos ningún derecho a dejar a las futuras generaciones un planeta peor que el que recibimos.
Pero, para eso, es necesario que involucrarse. Nos tenemos que hacer cargo las personas comunes y corrientes porque también tenemos un poder. Podemos generar la presión suficiente para torcer voluntades económicas que pretenden destruir el medio ambiente.
Por eso invtamos a la ciudadanía a participar de nuestra nueva campaña que busca salvar las leyes ambientales en www.salvalasleyesambientales.org
Cada firma junto a la de miles y miles de argentinos y argentinas va a convencer y va a presionar a diputados y senadores haciéndoles saber que hay que proteger el medio ambiente, porque no podemos permitir una regresión ambiental.
Vamos a salvar a los bosques, vamos a salvar a los glaciares si las personas nos acompañan.
Sin ley, no habrá bosques. Sin bosques, estaremos más cerca de nuestra propia extinción. Es urgente frenar su destrucción.
Las cuestiones ambientales consideradas en la Ley Ómnibus que el gobierno entregó al Congreso contienen regresiones ambientales inaceptables que liquidan el trabajo de cientos de miles de personas que han ayudado a conservar el medio ambiente y el patrimonio ambiental de Argentina.
Si un millón y medio de personas en su momento votaron, presionaron al poder político para que exista la Ley de Bosques ¿por qué no defenderla hoy?
Al firmar la petición automáticamente le estará llegando un correo a los legisladores con tu reclamo.
¿Ya firmaste? Compartí la petición para que nuestra presión crezca y podamos salvar las leyes ambientales.
Fuente: Greenpeace
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