La talentosa nadadora de 17 años registró ayer un tiempo de 2m00s61 en la final de los 200 metros libre, durante el Campeonato República, que le permitió conseguir la mejor marca clasificatoria para los esperados YOG que se desarrollarán este año en Buenos Aires
Como no podía ser de otro modo, Delfina Pignatiello, la joya de la natación argentina, comenzó su año a lo grande. Y mientras otros argentinos, más remolones, disfrutan de su descanso en el mar o en la pileta de alguna quinta, la joven nadadora sólo pareciera zambullirse en el agua para alcanzar la gloria. Y eso, sin más, fue lo que sucedió ayer en el CeNARD, durante el estreno del Campeonato República de Natación de las categorías juveniles y juniors: la sanisidrense nadó la final de los 200 metros libre en un brillante tiempo de 2m00s61 y conquistó la marca A para los Juegos Olímpicos de la Juventud que se desarrollarán este año en Buenos Aires.
En la jornada inaugural de la competencia y en su primer torneo del año -tras haber dejado atrás un 2017 dorado-, la nadadora de 17 años se destacó con un registro de 2m00s61 en la final, superando ampliamente a Delfina Dini (2m05s99) e Inés Marin (2m06s35), segunda y tercera de la prueba, quienes conquistaron la marca B para los YOG 2018. Pignatiello, que había registrado 2m04s94 en las eliminatorias durante la mañana, completó la carrera definitiva con parciales de 0m59s18 y 1m01s43. Con este registro, la deportista de San Isidro consiguió quebrar además su propio récord nacional juvenil de la prueba que, con 2m01s83, permaneció vigente desde marzo de 2016 hasta ayer. De este modo, Pignatiello ingresa al Hall de Honor de la Natación Argentina y se convierte en candidata para recibir el Premio Heracles 2017, galardón que, en vísperas de su novena edición, premia, difunde y promueve a aquellos nadadores que han establecido nuevos hitos en la natación nacional.
La deportista de la Municipalidad de San Isidro buscará continuar hoy por esta senda de grandes resultados, cuando enfrente su segunda prueba en el Campeonato de la República que se disputa en el CeNARD: los 400 metros libre, con las eliminatorias por la mañana y la final por la tarde. Su sonrisa, al acostarse anoche, habrá estado asegurada. Nada mejor que empezar con una marca A un año que, sin dudas, será especial para la ganadora de tres medallas en el Mundial Juvenil de Indianápolis y ocho en los Juegos Sudamericanos de la Juventud, durante 2017. Al desafío de brillar como anfitriona en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que no es poco, se le suma el condimento extradeportivo de aventurarse en sus comienzos universitarios, y nada mejor que sumar confianza y logros para hacer de su 2018 el que ella sueñe y quiera.
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