Un fiscal de Homicidios de la ciudad de Rosario fue hallado este domingo muerto con un disparo en la cabeza en su vivienda del barrio Hospitales, y la investigación apunta a que se trató de un suicidio, informaron fuentes policiales.
Se trata del fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario Ademar Bianchini, quien fue hallado con un disparo en la cabeza este mediodía por familiares en su domicilio ubicado sobre la calle Virasoro al 1400 del mencionado barrio rosarino.
Tras dar aviso a la policía, arribó al lugar personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) que constató el fallecimiento del funcionario judicial. Posteriormente se hizo presente en la vivienda personal policial para iniciar las tareas de peritaje.
El cuerpo del fiscal rosarino presentaba «un impacto de bala» y según los primeros indicios que la policía dejó trascender a la prensa es que Bianchini pudo haberse suicidado.
Según la investigación, la muerte del representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en principio no se investiga como un homicidio o como un hecho violento o relacionado con las investigaciones que llevaba adelante. El caso es investigado por la Fiscalía de Homicidios Culposos, a cargo de su colega Walter Jurado.
El fiscal Bianchini fue uno de los primeros funcionarios judiciales en ocupar el cargo de fiscal de homicidios al crearse el MPA, en febrero de 2014.
Desde el MPA publicaron un comunicado en el que expresaron: «Manifestamos nuestra más profunda consternación y dolor por el fallecimiento del fiscal Ademar Pedro Bianchini ocurrido en las últimas horas en Rosario.
A su vez, según indicaron las fuentes, el fiscal Bianchini fue uno de los primeros funcionarios judiciales en ocupar el cargo de fiscal de homicidios al crearse el MPA, en febrero de 2014.
«Hacemos llegar nuestro más sentido pésame a su familia, amigos y allegados», expresaron los voceros del MPA.
Bianchini tuvo una destacada actuación en el fuero judicial de Rosario, ya que, entre otros casos resonantes, estuvo a cargo de la investigación del crimen de Lorenzo «Jimi» Altamirano, cuyo cuerpo fue arrojado frente al estadio de Newell’s Old Boys en febrero último en el marco de un ajuste mafioso enviado a los líderes de la “barrabrava” de ese club.
El funcionario también investigó el asesinato del colectivero César Roldán, el chofer de la línea 116 que fue atacado a balazos por sicarios mientras prestaba servicios el pasado 2 de diciembre y en cuyo hecho los sospechosos dejaron una nota.
Fuente: Télam
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