La organización propone avanzar en proteger la biodiversidad y los ecosistemas, garantizar el agua como derecho básico de las personas, planificar el fin del uso de combustibles fósiles, haciendo una apuesta decidida por las energías renovables y repensar la forma en que han funcionado hasta hoy las grandes ciudades. “La protección de la Naturaleza debe ser un gran reactivador económico y un efectivo escudo protector a futuras amenazas”, dijo Natalia Machain, directora ejecutiva de Greenpeace Argentina.
En el Día Mundial del Ambiente, Greenpeace destacó que se vive un momento histórico que debe ser aprovechado por los Estados para avanzar de forma decidida en la reestructuración de los modelos de desarrollo actuales para la post-pandemia, incorporando políticas ambientales y climáticas activas.
“La normalidad en la que estábamos no seguía una ruta auspiciosa en términos de salud planetaria, construimos un sistema económico que cambió las condiciones mundiales hasta el punto de ponernos en riesgo en nuestra continuidad como especie, además de haber destruido completamente el hábitat de tantas otras especies. Hoy, la llamada ‘nueva normalidad’ que enfrentaremos a futuro en ningún caso puede ser sinónimo de retroceder a la realidad ambiental que teníamos antes de la aparición de este evento global que es el coronavirus. Lo que construyamos debe estar centrado en la protección de la vida y la naturaleza”, dijo Machain.
La organización señaló que cualquier acuerdo político y económico que impulse la recuperación del país debe ser sostenible e incorporar como elementos centrales las materias sanitarias, ambientales, climáticas y de justicia social. “Sería incomprensible que las medidas para el desarrollo vuelvan a levantar una sistema profundamente desarraigado de los territorios y sus impactos, y que nos tenía al borde del precipicio ambiental”, agregó.
Greenpeace propone avanzar como primera medida en proteger la biodiversidad y detener la destrucción de los bosques y de los ecosistemas en cada región del planeta. “Nuestro país afortunadamente conserva todavía -gracias a la acción de tantas organizaciones y movimientos- hábitats de bosques, océanos y humedales que proteger” señaló la vocera de la organización.
Seguidamente, es indispensable ordenar la salida del uso de combustibles fósiles, haciendo una apuesta decidida por las energías renovables, repensar la forma en que han funcionado hasta hoy las grandes ciudades, reconectar la naturaleza a los espacios habitados e impulsar la movilidad sostenible. “La protección del ambiente puede ser un gran reactivador económico y un efectivo escudo protector a futuras amenazas”, dijo Machain.
“Hemos estado durante mucho tiempo demasiado enfocados en el crecimiento, pero la nueva mirada debe centrarse nuevos valores: proteger y distribuir, organizarnos de modo adecuado con respeto absoluto al futuro de las próximas generaciones. Esta nueva perspectiva supone que un entorno que es arrasado con la excusa del crecimiento o recuperación de empleos, no tiene sentido ni futuro porque nos vuelve en contra. Es hora de construir un desarrollo humano diferente, que ponga en el centro la salud planetaria y que la política y la economía se encuentren y dialoguen para adecuar un futuro donde sea posible existir en bienestar común.” finalizó Machain.
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