Gobernaciones, organismos públicos y ONG ecologistas apuntalaron en el último tiempo diversas disposiciones y recomendaciones que promueven el «turismo responsable», un concepto internacional con antecedentes en la Declaración de Ciudad del Cabo, que procura, entre otros cometidos, minimizar el impacto ambiental de la actividad, implicar a las comunidades receptoras en las tomas de decisiones, y conservar el patrimonio natural y cultural de aquellos sitios que fueron convertidos por el mercado en «destinos».
Desde el inicio de la actual temporada estival y con el objetivo de convertir los destinos turísticos en «lugares mejores para vivir y lugares mejores para visitar», el Gobierno bonaerense, la Administración de Parques Nacionales (APN) y la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), entre otros actores con implicancia en el sector, reforzaron campañas en sus sitios web y redes sociales, las cuales incluyen consejos orientados a aquellos turistas interesados en vacacionar en destinos marítimos, selváticos y montañosos, protegidos y no.
«El derecho al disfrute también tiene asociada la responsabilidad de proteger el entorno, tanto por parte del Estado como de las personas que viajan», señalaron a Télam desde la Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, organismo encabezado por María Soledad Martínez y que depende del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica.
En ese sentido, una de las iniciativas vigentes es el Programa PBA Sustentable, cuyo foco está puesto en las áreas protegidas y otros espacios naturales del distrito para -dijeron desde el organismo- «construir experiencias turísticas sustentables y significativas para los visitantes».
Además de ese plan, la Provincia junto a universidades, cámaras empresariales, organismos nacionales, publicó el «Libro de Áreas Naturales», que relevó esos tipos de espacios en su territorio, como base además para planificar y gestionar actividades turísticas responsables en los 135 municipios que la componen.
El interrogante clave es si tales políticas tienen eco entre turistas y viajeros. «Nos encontramos frente a un marcado cambio en el perfil (de ellos) debido a la creciente conciencia ambiental y social, que aumentó con la pandemia», respondieron desde la cartera turística bonaerense, la cual dijo haber notado «un cambio de actitud de los turistas respecto al cuidado de la naturaleza, en especial de las áreas protegidas».
A partir del lema «La naturaleza siempre está presente, estés donde estés», la FVSA es uno de los actores que, desde la sociedad civil, impulsa este verano -época que solo en 2023 concitó el movimiento de 33,8 millones de turistas, según datos oficiales- recomendaciones particulares para cada tipo de geografía, como playas, selvas y montañas.
«Muchas de las recomendaciones que damos son básicas y de sentido común, pero, pese a serlo, debemos seguir difundiéndolas porque, por ejemplo, la gente sigue arrojando colillas de cigarrillo en la playa, sigue no siendo cuidadosa a la hora de encender un fuego o no respeto los límites de velocidad máxima al atravesar con su auto un área natural protegida», reflexionó en diálogo con Télam el director de Conservación y Desarrollo Sustentable de la FVSA, el biólogo Fernando Miñarro.
«Frente a la crisis global de pérdida de diversidad y al cambio climático, hay que comprometerse cada vez más con la protección del ambiente que visitamos», agregó Miñarro, para quien «existen cada vez mayores agrupaciones ciudadanas, y en particular de jóvenes, que están más activos frente a las problemáticas ambientales».
Junto a una red conformada por otras nueve organizaciones ambientales y unos 400 voluntarios, la FVSA viene monitoreando en los últimos años la cantidad y el tipo de residuos hallados en 16 localidades costeras bonaerenses.
Sobre la base de 35.741 residuos detectados, los resultados de 2022 -últimos disponibles- alertaron que el 73,7% de ellos estaban constituidos por plásticos. «Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron: colillas de cigarrillo (26,4%), fragmentos plásticos (17,3%), envoltorios plásticos (13,5%), bolsas plásticas (11,7%) y tapitas (5,1%)», consignó un pasaje de las conclusiones del relevamiento.
El Censo Provincial de Basura Costera Marina, tal el nombre dado por la ONG al relevamiento, censó las ciudades y balnearios de San Pedro, Punta Lara, Punta del Indio, San Clemente del Tuyú, Las Toninas, Costa Chica, Mar del Tuyú, Costa del Este, La Lucila, San Bernardo, Mar de Ajó, Ostende, Mar del Plata, Punta Alta, Villa del Mar y Bahía Blanca.
«Aunque no parezca, el comportamiento individual es muy importante para el conjunto», opinó Miñarro al ser consultado por esos resultados. Y ponderó algunas de las acciones que la Provincia y municipio llevan adelante, bajo el concepto de «Playas Limpias», para ordenar la disposición de la basura, pero aclaró que «todavía falta mucho para lograr la concientización de los turistas y la optimización de los sistemas de recolección».
«Hay mayor conciencia, pero todavía es insuficiente», enfatizó el biólogo.
La APN, uno de los actores centrales en lo referente a ecoturismo en Argentina, lleva adelante múltiples tareas vinculadas -señalaron a Télam desde el área de Comunicación- «con la experiencia de interpretación y aprendizaje que, en el caso de las áreas protegidas, está enfocada principalmente en la educación y la comunicación ambiental como herramientas para la conservación de las diversidades naturales y culturales».
Minimizar los impactos negativos del turismo sobre el medio natural y sociocultural, y sensibilizar a las poblaciones locales y los turistas respecto a la conservación de las diversidades son dos de los objetivos que persiguen las recomendaciones que la APN realiza en materia de senderismo, uso de fuego, acampe, alertas ambientales y acompañamiento de mascotas en los territorios que administra.
«Los Parques Nacionales y Reservas Naturales conservan ambientes silvestres en los que no es posible prever ni controlar todos los sucesos naturales», advierte la APN en su sitio web como introducción a sus recomendaciones, varias de las cuales comunica además a través de cartelería física, campañas virtuales y charlas de sus guardaparques (ver aparte).
Tips y recomendaciones para contribuir al cuidado medioambiental y sociocultural
Entre los tips y recomendaciones que actores como la Gobernación bonaerense, la Administración de Parques Nacionales y la Fundación Vida Silvestre Argentina promueven este verano se encuentran:
Playa
Depositar los residuos en cestos. De no haber, retiralos hasta hallar un lugar indicado.
Usar bolsas reutilizables. Las plásticas, así como otros plásticos blandos, causan la muerte de animales marinos.
No dejar colillas en la arena. Cada una contamina hasta 10 litros de agua de mar.
No molestar a la fauna silvestre.
Montaña
Hacer fuego sólo en los lugares indicados. Una colilla mal apagada puede quemar miles de hectáreas. Descartarlas en un lugar correcto.
No dejar residuos tirados. Todo lo que se lleva debe volver con uno.
No extraer animales ni vegetación nativa, perjudica la conservación de los ecosistemas.
Usar botellas recargables en vez de plásticas.
Acampar en los lugares indicados.
Selva
No alimentar ni tocar a los animales silvestres, puede causarles problemas de salud y promover comportamientos agresivos.
Respetar los senderos habilitados, si no se puede degradar el ambiente.
No extraer animales ni vegetación. Tampoco introducir especies invasoras.
Acampar en los lugares indicados.
Fuego
Hacer fuego sólo en lugares habilitados y nunca perderlo de vista.
Asegurarse de tener a mano recipientes con abundante agua.
No arrojar colillas de cigarrillos ni fósforos al piso, puede ocasionar incendios.
Al ver fuego o columnas de humo, avisar a personal del área protegida.
Regresar con la basura. Latas y vidrios pueden ocasionar incendios.
En caso de tener que sacar ceniza de un fogón, asegurarse de que esté apagada y fría.
Remover las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas.
Mascotas
Son especies exóticas, no pertenecen originalmente a los ambientes naturales de Argentina.
De modo directo o indirecto, al ingresar a las áreas protegidas pueden generar efectos negativos sobre la biodiversidad y los recursos naturales.
Es fundamental su tenencia responsable y tener en claro que, a la hora de visitar un Parque Nacional, deben quedarse en casa.
Fuente: Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, Administración de Parques Nacionales y Fundación Vida Silvestre Argentina.
Fuente: Télam
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