El mecánico Leonardo Micheli, quien fue baleado en la cabeza por dos personas que llegaron en una motocicleta hasta la puerta de su taller de la localidad bonaerense de Temperley, permanece desde hace 53 días internado en terapia intensiva y su familia espera que se haga justicia con los dos detenidos que tiene el caso y que de una vez se sepa cuál fue el motivo del ataque, que aún es un enigma.
En ese marco y con el fin de pedir justicia, que continúe la investigación y transmitirle fuerzas para que se recupere, sus allegados y amigos realizaron este sábado a la tarde un abrazo simbólico a la víctima en la puerta de su taller.
La convocatoria, impulsada en redes sociales, comenzó a las 18 en la calle General Iriarte, entre Bombero Ariño y José Mármol, en el barrio de Villa Galicia, de dicha localidad del partido de Lomas de Zamora, en el sur del conurbano, bajo el lema de «#JusticiaxLeoMicheli».
Un pasacalle con la misma leyenda y el pedido de “prisión para los autores materiales e intelectuales” fue colgado en la puerta del taller, donde también se llevó a cabo una pequeña misa para pedir por la recuperación del hombre de 44 años.
Verónica, novia de la víctima, dialogó con Télam y señaló que actualmente, «con Leo es un momento a momento, hora a hora. Él presenta distintas complicaciones de propia de la herida de bala, eso le trajo infecciones variadas en el cerebro por el impacto de bala, y posterior a eso por tanta asistencia que requiere terapia intensiva».
«Se ha mantenido estable el último tiempo, es un montón todo este tiempo que él la sigue luchando, es un cuerpo sano y joven», manifestó la mujer.
El mecánico permanece internado en el hospital de Alta Complejidad del Bicentenario de Esteban Echeverría, en la Unidad de Terapia Intensiva, luego de haber transcurrido el primer mes bajo coma farmacológico.
Respecto de la convocatoria, Verónica señaló que el objetivo es «visibilizar esto, que Leonardo sigue luchando y que no tiene ningún sentido ésta situación, que esto no tendría que haber existido».
«Queremos justicia, queremos que se siga investigando y también mostrar un poco de la clase de persona que es Leonardo», sostuvo su novia.
En cuanto a la causa, que tiene detenidos con prisión preventiva al autor del disparo, Rodrigo Ezequiel González Pifano (21), alias «Cindi», y a Federico Gastón Benítez (29), el conductor de la moto, la mujer expresó que «el caso está resuelto hasta cierto punto», pero que aún no saben «el móvil» del intento de homicidio.
«Nos gustaría encontrar un por qué, para después dar por finalizada y cerrada la causa. Por el momento tenemos la tranquilidad de que los tipos están presos, de que van a ir a juicio», aseguró.
Además, contó que «el que disparó, ´Cindy´, es un carrero que vive por acá, por la zona, en Temperley, y esa persona pasaba habitualmente por acá, ´Leo´ lo conoce, los hermanos de Leonardo también lo conocen, ellos le han ofrecido trabajos de changas, para remover escombros, Leonardo mismo le ha dado chatarra para que la pudiera vender».
«Es una persona analfabeta, con problemas de droga, fácilmente manipulable», explicó Verónica y añadió que la víctima también conocía a Benítez, por lo que no entiende la motivación del hecho.
Al declarar ante el fiscal Marcelo Domínguez, acusado del delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa», «Cindi» admitió ser el autor del disparo y relató que, un día antes del ataque, el otro detenido por el caso, Benítez, lo fue a buscar a su casa y lo «amenazó» diciéndole que si no iba con él para balear al mecánico le iba a «matar a la familia».
Según sus dichos, Benítez le dijo que «el muchacho al que quería matar era pariente de él» y que lo quería hacer porque «le había violado» a una familiar suya.
Al respecto, la novia de la víctima dijo que pidieron «que se investigara el supuesto abuso sexual que mencionó la lacra que disparó en su declaración», pero que «la familia de Benítez declaró que nada de eso había existido».
La jueza de Garantías 6 de Lomas de Zamora, Laura Verónica Ninni, dictó la prisión preventiva de ambos el pasado 28 de diciembre y en su resolución de 20 hojas, a la que Télam tuvo acceso, sostuvo que «la justificación para la comisión del delito que alegó el encausado, basada en una supuesta amenaza de muerte recibida por parte de Federico Benítez y que ello en represalia a un supuesto ataque sexual por parte de Leonardo Micheli hacia una familiar de aquel, son extremos que no se pudieron corroborar una vez que se evacuaron las citas pertinentes».
«Cuesta creer que el nombrado hayan actuado coaccionado, por cuanto al momento de recibir por parte de Benítez la presunta orden amenazante de que debía matar a la víctima, era Pifano o Bifano quien tenía en su poder el arma de fuego, la cual extrajo de sus prendas», afirmó la magistrada.
De acuerdo a las fuentes, Pifano tenía antecedentes por el delito de “robo agravado en grado de tentativa”; mientras que Benítez tenía una causa por “abuso sexual con acceso carnal” y otra por “estafa”.
El hecho
Ocurrió el 22 de noviembre último en la calle Iriarte 1670 de Temperley cuando dos personas a bordo de una moto Bajaj modelo Dominar negra y verde se acercaron a la puerta del taller de Micheli (44).
Uno de los ocupantes de la moto, el que iba como acompañante, se bajó del rodado y cuando el mecánico se acercó y le habló, extrajo un arma y le disparó a la cabeza.
La víctima se desplomó sobre un tráiler estacionado en la puerta de su taller, mientras que los agresores escaparon.
Un amigo de Micheli que estaba en el taller lo auxilió para que lo trasladaran de urgencia al Hospital del Bicentenario en Monte Grande, donde fue operado y permanecía internado en terapia intensiva.
Días después, los acusados fueron detenidos en un domicilio situado en Tucumán al 1400, del partido de Lomas de Zamora, donde se secuestraron diversos elementos importantes para la investigación del ataque.
La moto aparentemente utilizada en el hecho fue secuestrada durante el allanamiento, junto a una camioneta Chevrolet Blazer, dos teléfonos celulares, dos cascos de moto, una notebook y demás elementos a ser analizados.
«El que manejaba la moto era una persona que había estado merodeando el lugar cuando la Policía se encontraba realizando las pericias. Trabaja como técnico de cámaras de seguridad y testigos indicaron que frecuentaba un domicilio ubicado a metros del taller de Micheli. Era conocido del barrio, pero no tenía relación directa con la víctima», señaló un investigador consultado por Télam.
Fuente: Télam
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