La etapa de pruebas del juicio que se le sigue a un hombre por el crimen y desaparición del abogado Salvador Altamura, ocurrido en julio de 2020, concluirá esta semana en los tribunales de Quilmes, tras lo cual se espera que se realice la etapa de alegatos el próximo viernes, informaron fuentes judiciales.
El debate que juzga a Rubén Darío Dening, de 55 años, por el delito de «robo calificado por el empleo de llave verdadera en concurso real con homicidio criminis causa», en perjuicio de su amigo de la infancia Altamura, continuará este lunes a las 10 en los tribunales quilmeños, ubicados sobre avenida Hipólito Yrigoyen 475.
Según indicaron las fuentes, en la próxima audiencia los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de dicha jurisdicción, Rubén Darío Hernández, Alejandro Oscar Portunato y Julián Busteros escucharán los testimonios de los testigos aportados por la defensa de Dening, los cuales cerrarán la etapa de pruebas del debate.
Luego de ello, tendrán lugar los alegatos de las partes, los cuales se prevé que tengan lugar a partir del próximo viernes.
Hasta el momento, todas las audiencias fueron presenciadas por el imputado, quien llegó al debate detenido y bajo custodia del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
El juicio por el crimen comenzó el pasado martes, cuando el fiscal Andrés Nieva Woodgate indicó en sus lineamientos que Dening mató a Altamura con el objetivo de robarle dinero y que lo hizo «de manera tan efectiva que logró la desaparición de su cuerpo».
Ese mismo día declaró el padre de la víctima, quien reconoció al principal acusado del hecho como la persona que fue registrada por las cámaras conduciendo la motocicleta de la víctima, que luego fue descartada en las adyacencias de la Villa Itatì de Bernal.
Dicha filmación se le fue exhibida a varios de los testigos del juicio, donde la mayoría de ellos logró reconocer a Dening como la persona que abandonaba la motocicleta.
También en la primera jornada testificó una de las parejas de la víctima, quien señaló haber sido la última persona en haber visto con vida a Salvador y contó que éste le manifestó que se iba a reunir con Dening para ir a caminar.
En la segunda jornada, uno de los amigos más cercanos a Altamura complicó la situación del único acusado por el hecho ya que aportó detalles sobre los últimos minutos con vida de la víctima al afirmar que le envió un mensaje de audio dentro de un galpón perteneciente al imputado.
Donato Altamura, tío de Salvador, por su parte afirmó que su sobrino guardaba u$s 200.000 en su departamento y que el día de su desaparición notó que una de sus cajas de seguridad había sido vaciada.
Por otro lado, la hermana de Salvador, Lidia Altamura, vinculó el crimen a los negocios que mantenía con el comisario mayor Francisco Centurión, detenido en el caso por la desaparición de Lucas Escalante y Lautaro Morello, y con un empresario que estuvo detenido por la fuga en 2015 de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
A continuación, la madre de Altamura, Norma Wambold, compareció ante las autoridades del TOC 3 y consideró que el crimen de su hijo fue por «ambición».
«Darío Dening estaba muy mal de dinero. Me llama la atención que haya podido llegar a hacer un acto de tanta violencia. Hacerlo desaparecer, con todo lo que él lo ayudó: iban, venían, comían juntos, caminaban», describió con emoción.
Finalmente, en la cuarta jornada del juicio, declaró una exnovia del sospechoso, quien sostuvo que el imputado ayudó a escapar a Altamura por supuesta deudas económicas que tenía, por lo que señaló que desapareció por su propia voluntad.
En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscal de instrucción Ximena Santoro sostuvo que Dening «a fin de preparar su posterior accionar ilícito y con el propósito de lograr su impunidad le dio muerte a Salvador Altamura».
Para la fiscalía, luego de asesinar a su amigo, el acusado tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento, ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde «se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros» propiedad del abogado.
Una de las pruebas que remarcó la fiscalía fue que luego de la desaparición del abogado, Dening adquirió un televisor, dos celulares y se halló un comprobante de pago para un estudio de abogados por la cifra de u$s 5.000.
Al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar en bicicleta a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de $ 386.662 y u$s 31.500, con los que intentó sobornar a los efectivos para que lo dejaran libre, y vestía una campera que era de Altamura.
La fiscal Santoro desdobló la causa, ya que continúa con la investigación para hallar el cuerpo de Altamura.
Desde abril de 2022, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de entre $ 2.500.000 y $ 5.000.000 para toda persona que aporte información fehaciente para encontrar el cuerpo de Altamura.
Fuente: Télam
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