Miles de niños, niñas y adolescentes disfrutaron este sábado «con alegría» y «entusiasmo», de las propuestas artísticas, musicales y educativas, que proponen los principales centros culturales y recreativos de la Ciudad de Buenos Aires en el inicio de las vacaciones de invierno.
Algodones de azúcar rosa, violeta, celeste y música por altoparlante ambientaban la entrada del Centro Cultural Kirchner (CCK), que invita a participar a las familias de «Vacaciones para Armar», durante el receso invernal que incluye conciertos, obras de teatro, espectáculos escénicos, literatura, cine, talleres y juegos.
Darío Maglio, del barrio porteño de Caballito, armaba dinosaurios de madera con su hija Mirela de 3 años, mientras que su pareja y su otra hija de un año hacían uso del lactario.
«Las dos tienen una sola semana (de vacaciones) y ya la tenemos casi toda programada con actividades gratuitas y también sacamos un par de entradas para un teatro, y después algunas actividades de ir a la casa de alguna compañerita del jardín de ella para que jueguen», contó a Télam. Y remarcó que «de preferencia actividades para realizar adentro por las bajas temperaturas».
Colchones en el piso invitaban a sentarse o acostarse para disfrutar de distintos cortos animados; mientras que a sala llena, en el subsuelo, con luz apagada, comenzaron los malabares con elementos luminosos color rojo, verde y azul que iluminaban el escenario y cerraban un espectáculo circense que se llevó los aplausos y gritos de niños, niñas y sus acompañantes
«Vinimos con mi hijo Milo de dos años, la madrina, la pareja de la madrina y mi pareja. Arrancamos por la Feria del Libro, dimos una vueltita y nos vinimos a estas actividades que son un poco más tranquilas y que se parece a lo que hace en el jardín que lo va a extrañar dos semanas», manifestó a esta agencia Mariana Sánchez, quien tuvo que dejar las zapatillas en la entrada de la sala para acceder al espacio de juegos de las primeras infancias, que contiene juguetes de goma para armar y desarmar.
Más tarde mencionó que con su pareja hicieron «un cronograma de actividades para salir un poco de la casa como ir a ver a Peppa Pig» y que Milo «está con mucha alegría».
Desde familias con bebés hasta adolescentes recorrían los pisos del centro donde podía escucharse «abrigate», «ponete el buzo» o «dame la mano».
En tanto, en la avenida Corrientes largas filas de familias con niños abrigados hasta con gorros de peluche de personajes esperaban para ingresar a los teatros, rodeados de vendedores ambulantes de globos de conejos, chanchos, osos, y muñecas de la princesa de la película animada Frozen.
Por esa zona varios niños y padres pedían en voz alta que el actor infantil Diego César, más conocido como Topa, salga a saludar a la puerta del teatro el Nacional una vez finalizado su espectáculo.
En un local de juegos, frente a la máquina de sacar peluches estaba Carolina Doval, junto a su pareja, hijo e hija de 10 y 13, respectivamente, que viajaron desde Montevideo y se quedan durante la semana para disfrutar de la ciudad.
«Llegamos ayer, vinimos en auto y hoy fuimos a ver la obra de teatro ‘Matilda’, Mañana vamos a ir al Parque de la Costa. Y después iremos al cine. Todas las actividades vinculadas a ellos que están entusiasmados», expresó Doval.
Fuente: Télam
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