Familiares y profesionales de la salud que estaban en la casa de Santiago “Chano” Moreno Charpentier cuando fue baleado por un policía al que presuntamente quiso atacar en medio de un brote psicótico coincidieron al declarar que el músico se puso «muy violento» cuando quisieron internarlo contra su voluntad, aunque ninguno vio el momento del disparo, por lo que el fiscal aguarda la declaración de su madre para establecer lo ocurrido.
Uno de los testigos en relatar lo que pasó la madrugada del lunes en el barrio privado Parque La Verdad, de la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, fue Oscar José Otonello, esposo de la madre del músico, Marina Charpentier.
El hombre recordó que ese día fue la segunda vez en pocos días que su mujer llamó a un psiquiatra para poder internar al artista, ya que se encontraba «fuera de sí y muy agresivo».
Según la declaración de Ottonello ante la Justicia -a la que Télam tuvo acceso-, «Chano» (39) se «tornó aún mucho más agresivo» ante la llegada de un psiquiatra, por lo que debieron requerir asistencia policial e incluso refugiarse con su mujer en un auto para «resguardar su integridad física».
No obstante, el testigo no presenció el momento en el que el exlíder de la banda Tan Biónica fue baleado por uno de los policías que fueron a la casa, sino que dijo que «escuchó demasiados gritos y un estruendo» y que seguidamente su mujer gritó: «¡Cómo le vas a pegar un tiro!».
Otros testigos, entre ellos un tío de «Chano», un psiquiatra y el resto del personal de salud que acudió al lugar, relataron el estado de alteración en el que se hallaba el músico en sus respectivas declaraciones testimoniales ante el fiscal que instruyó la causa, Juan Manuel Esperante, a las que también Télam tuvo acceso, aunque dijeron que tampoco vieron el momento del disparo.
Esteban Charpentier, tío del músico, dijo que su sobrino salió de la vivienda “desencajado”, gritando “por qué estaba dentro de la casa” y “blandiendo en una de sus manos un elemento contundente”.
El psiquiatra que arribó en una ambulancia, Gonzalo Caligiuri, contó que cuando intentó dialogar con “Chano” a través de un ventanal y se presentó como profesional, el músico “comenzó a insultar y a amenazar a su madre” y a él le dijo que le iba «a clavar un cuchillo en la yugular”. Caligiuri relató que vio salir de la casa a “Chano” con un “elemento punzocortante”, con el que amenazó de muerte a su madre y a los presentes y que todos lograron salir del predio menos uno de los tres policías que habían arribado, y que si bien no tuvo la escena a la vista, luego “se escucharon gritos y un disparo”.
Emily Torrico Céspedes, médica clínica que llegó en otra ambulancia, y el chofer de la misma, identificado como Juan Marcelo Giménez, también declararon que fueron testigos de las amenazas de “Chano” y de cómo con un cuchillo en sus manos decía “los voy a matar a todos, les voy a cortar la yugular”, pero que luego de apartarse solo escucharon, pero no vieron, el momento en el que el policía efectuó el disparo.
Durante esta jornada, el expediente pasó a otra fiscalía, la 1 de Zárate-Campana, especializada en Delitos Complejos y a cargo del fiscal Martín Zocca, por estar involucrado en el caso un policía bonaerense, el principal Facundo Amendolara.
Si bien otros dos policías que acudieron al barrio privado defendieron el accionar de su compañero al momento de disparar contra el artista, los investigadores aún necesitan obtener más evidencia que les permita establecer lo sucedido y si el efectivo actuó o no en legítima defensa.
El policía Mariano Andrés Giacco, de la comisaría 2da. de Parada de Robles, fue uno de los testigos que dijo haber presenciado el balazo y defendió a su compañero Amendolara, al afirmar que fue “reiterativo en la voz de alto policía”, que la de “Chano” con el cuchillo de cortar pan era una “real y letal agresión ilegítima” y que “ante el grado de peligrosidad de vida inmediata” su camarada hizo “uso de su arma de fuego provista”.
Una de las pruebas que aguarda la Justicia es la declaración testimonial de la madre de «Chano», quien este lunes en comunicación con Télam puso en tela de juicio la actuación policial y negó haber sido agredida por su hijo.
Mientras se investiga el suceso, desde la fiscalía decidieron no llamar aún a declarar al policía que disparó, ante la posibilidad de que pueda ser imputado y directamente sea citado a indagatoria.
Esta mañana, «Chano» continuaba internado en el Sanatorio Otamendi, tras haber sido sometido a una cirugía en la que le extirparon el bazo, un riñón y parte del páncreas.
El caso del músico puso en la escena pública el debate sobre la Ley de Salud Mental y cómo actuar ante situaciones similares, en las que familiares piden internaciones de personas con problemas de adicciones o mentales contra la voluntad del paciente.
Al respecto, mediante un comunicado, el defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, Walter Martello, dijo este martes que el marco normativo en cuanto a Salud Mental «no brinda respuestas adecuadas» en casos como el protagonizado por Moreno Charpentier, cuyas familias «vienen reclamando poder internar a sus hijos que sufren problemas de adicciones».
Todo se inició la madrugada del martes cuando, según las fuentes policiales y judiciales, el músico se encontraba en un aparente cuadro de brote psicótico producto del consumo de estupefacientes. Familiares y el médico psiquiatra presentes en la casa del músico llamaron a la policía para lograr controlarlo.
«Chano» en un primer momento se asomó por la puerta de la casa para entablar una conversación con los tres efectivos policiales que habían llegado, pero al notar la presencia de su madre, regresó sobre sus pasos, ingresó a la vivienda y salió con un cuchillo largo y aserrado, como los utilizados para cortar pan, tras lo cual uno de los efectivos le disparó.
Al oficial que realizó el disparo se le extrajo sangre y se le incautó el arma reglamentaria para ser peritada, al igual que una vaina y el plomo que traspasó su cuerpo de «Chano», que fue hallado entre sus ropas.
Fuente: Télam
Déjanos tu Comentario!