Los investigadores del crimen de Ferni Ayala, quien fue asesinada el pasado domingo en el barrio Zavaleta de Barracas por su pareja, hallaron el auto del sospechoso estacionado en una calle cercana a la zona donde ocurrió el femicidio, y los investigadores trabajan sobre el vehículo en busca de rastros, informaron fuentes policiales y judiciales.
Se trata de un Honda Civic color blanco del prestamista prófugo Esteban Rojas (44), que fue hallado en California y Santa Elena, de Barracas, donde esta tarde trabajaba personal de la División Rastros y de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
Fuentes de la investigación dijeron a Télam que el Honda fue encontrado tras un llamado al 911 realizado por un vecino, que lo reconoció por las fotos que se viralizaron en las redes y alertó sobre la aparición del vehículo.
Los policías que llegaron al lugar se entrevistaron a los pocos minutos con un mecánico que se acercó y les dijo que ese auto lo tenía en su taller desde el 14 de febrero pasado y que hoy lo había sacado a la calle porque le habían llegado unos repuestos.
Los investigadores afirmaron a esta agencia que ese Honda ya contaba con pedido de secuestro activo en todo el país desde el día del crimen, ante la sospecha de que el homicida pudiera haber escapado en su vehículo.
Ahora, los pesquisas deberán constatar si la versión que aporta el dueño del taller mecánico es cierta, por lo que deberá declarar en las próximas horas.
Qué declaró la ex pareja de Rojas
En tanto, una expareja del prestamista prófugo por el femicidio de su novia Ferni Ayala en el Barrio Zavaleta de Barracas, declaró en el expediente que también sufrió violencia física, psicológica y económica por parte del imputado, quien le cedía un departamento en el edificio donde ocurrió el asesinato bajo la condición de que no tenga ninguna compañía de hombres.
La declaración fue brindada por una mujer identificada como “L” -su identidad será resguarda para preservarla-, ante detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, en la cual afirmó que tiene una hija de dos años en común con Esteban Rojas (44), sindicado de ser el autor del asesinato de quien era su actual pareja, Ayala (28), ambos de nacionalidad paraguaya.
Según las fuentes consultadas por Télam, la testigo manifestó que su relación de pareja con Rojas finalizó en agosto del 2021 luego de frecuentes episodios de «violencia de género» que ejercía el imputado hacia la mujer, que lo describió como “muy celoso”.
Además, los voceros detallaron que “L” indicó en su declaración que el ahora prófugo le prestaba un departamento en el que vivía con su hija, aunque expresó que vivía “amenazada” ya que Rojas le advirtió que la “echaría a patadas” de la vivienda si concurría al lugar con otro hombre.
En cuanto a la relación de Rojas con Ayala, la expareja y vecina del imputado detalló que hace ocho meses que estaban en pareja y que “a simple vista se veía que se llevaban bien”.
Por otro lado, la testigo indicó que el imputado tiene otro hijo de 22 años, quien reside en la República del Paraguay, y aportó el dato de que la madre de Rojas vive en el barrio 21-24, de Barracas, que ya fue allanado, con resultado negativo, por los investigadores.
La de «L» es una de las varias declaraciones testimoniales que la Policía de la Ciudad está tomando al entorno de la pareja, a pedido del juez nacional en lo Criminal y Correccional 16, Mariano Iturralde, y del fiscal 44 del mismo fuero, Pablo Recchini, ambos a cargo del expediente judicial.
En tanto, si bien en las últimas horas surgieron versiones acerca de que el acusado planeaba presentarse ante los investigadores, fuentes judiciales señalaron a Télam que ningún abogado ni otra persona se comunicó con el juzgado ni con la fiscalía para anunciar que Rojas estuviera por entregarse en tribunales o en la sede de la División Homicidios ubicada en el barrio porteño de Palermo.
Por su parte, los familiares de Ferni Ayala esperaban esta tarde que les entregaran el cuerpo de la mujer de 28 años para comenzar con su velatorio en el Comedor Comunitario Trencito de vida, del Grupo Misionero Caacupé, en el barrio Zavaleta, mientras que pidieron más celeridad en la investigación.
«No tenemos novedades de su paradero. Estamos muy preocupados. No tenemos dudas de que es el asesino; Esteban Rojas mató a mi hermana», reclamó Clara, hermana de la víctima, en diálogo con el canal de noticias TN.
El asesinato de Ferni Ayala
El crimen se cometió la madrugada del 19 de febrero, en el primer piso de la casa 187 ubicada sobre la calle Lavardén, manzana 18, del barrio 21-24 Zavaleta, situado en Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires, pero fue descubierto casi 24 horas después, la madrugada del lunes pasado.
Agentes de la Comisaría Vecinal 4D fueron convocados al lugar y constataron que Ayala yacía asesinada, luego de que dos de las hermanas de la víctima que horas antes habían formulado la denuncia por averiguación de paradero, derribaran con ayuda de un vecino la puerta del departamento y hallaran el cadáver.
Al ingresar a la vivienda, los uniformados hallaron el cuerpo de Ferni tirado en una habitación, boca arriba, vestida con ropa de cama y con al menos dos impactos de bala en el pecho.
A su vez, los peritos constataron que Ayala llevaba varias horas fallecida.
Luego de realizar un relevamiento de testimonios, los investigadores identificaron como posible sospechoso del crimen al ahora prófugo Rojas, quien era pareja de la víctima y al que se vio discutir con ella a la salida del boliche «Radio Studio» del barrio de Constitución, el domingo a la madrugada.
La familia de la víctima contó a la prensa y a los investigadores que un comentario sobre una expareja de Ferni, realizado esa noche por un amigo de la víctima y que enfureció a Rojas, pudo ser el móvil del femicidio.
Algunos vecinos ya declararon que esa madrugada vieron llegar a los dos a su casa del barrio Zavaleta, pero lo vieron salir solo a Rojas del inmueble y retirarse en su auto.
Durante las primeras horas de la investigación, a pedido del fiscal Recchini, el juez Iturralde ordenó la prohibición de salida del país y la captura nacional e internacional para el prestamista.
Fuente: Télam
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