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Vicente López
martes 19 marzo, 2024

En primera persona: La aventura de defender al Mar Argentino a bordo del velero Witness desde Mar del Plata hasta Río Negro

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La emoción de conocer de cerca aquello que defendemos trabajando día a día es inexplicable. Nada como tocar, oler, ver, sentir en la piel y escuchar para entender la dimensión de lo que está en juego a la hora de poder transmitir de primera mano la importancia de proteger nuestro Mar Argentino del avance petrolero.

Por Laura Colombo, coordinadora de comunicación digital de Greenpeace Argentina

La tripulación del Witness junto al equipo a bordo © Ciclo Films

Desde que ingresé a Greenpeace, hace ya mucho años, aprendí que una de sus premisas clave es la de “ser testigos” (bear witness), estar presentes en los lugares donde se atente contra la naturaleza para dar testimonio de lo que ocurre, denunciarlo y darlo a conocer.

Esa es la razón por la cual se realizan tours por los mares alrededor del mundo tratando de llegar hasta las zonas donde pocas personas pueden acceder para documentar, investigar, poner el cuerpo con confrontaciones no violentas y exponer a quienes dañan el medio ambiente.

Apoyá esta expedición por Mar Argentino sin petróleo sumándote a Greenpeace
El barco Witness en el puerto de San Antonio Este

Los barcos de Greenpeace no sólo son una herramienta importante en la organización, son, además, el inicio de nuestra organización. Greenpeace comenzó en el mar. Mientras los poderosos sienten que operan en las sombras, casi secretamente “tranquilos” mientras nadie los interrumpe, ahí llegamos con un barco, con gomones, con cámaras de todo tipo, con investigadores, con periodistas y documentalistas y hasta personalidades públicas.  Y lo hacemos en representación de las más de 140.000 de personas que están pidiendo salvar el Mar Argentino de las garras de la industria petrolera.

Un llamado irrenunciable a ser testigo en el mar por primera vez

Aquí estoy junto a Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de Océanos

Después de trabajar en la comunicación de varias campañas que incluían tours con barcos de Greenpeace y de, incluso, recibir un entrenamiento a bordo del Esperanza (embarcación a la que le dijimos adiós, hace no mucho), este 2023 tuve por primera vez la experiencia de poder viajar a bordo, en el tramo desde Mar del Plata hacia el Golfo San Matías, en Río Negro. Y nada menos que a bordo del Witness, el barco más nuevo de la flota de Greenpeace.

En el segundo tramo de la Expedición por el Mar Argentino nuestro objetivo fue llegar al Golfo San Matías, a playas de Las Grutas. A entrar en contacto directo con las comunidades, asambleas, vecinos y vecinas que no van a bajar los brazos a la hora de defender sus derechos ganados para proteger las regiones que son su hogar, hoy amenazados por la industria petrolera.

Sabía que realizar este viaje en un velero de apenas 22 metros con un pronóstico difícil sería un desafío. Pero confiaba plenamente en la experiencia y profesionalidad de la tripulación multicultural: el capitán Daniel Mares (australiano de nacimiento y neozelandés de adopción), el turco Erkut Ertürk (ingeniero), el francés Guven Daragon (oficial a cargo) y la belga Lies Vercamere (marinera de cubierta).

Durante este tramo nos embarcamos con un equipo dedicado completamente a la documentación, la filmación, el registro de las zonas amenazadas por el avance de la industria petrolera. Nos acompañó el actor Federico Amador, también dedicado a la difusión y el compromiso ambiental desde hace muchos años.

Federico Amador junto al capitán Daniel Mares © Ciclo Films
Federico Amador en el puerto de Mar del Plata © Ciclo Films

Puerto de Mar del Plata: la mejor bienvenida en el Witness

En nuestro primer día acompañamos al grupo local de voluntarios y voluntarias de Mar del Plata en su visita a la embaración. Recibieron una charla técnica sobre el velero, ayudaron con las maniobras de control de una de las velas y pasaron una excelente tarde junto con la tripulación y miembros del staff de Greenpeace.

Al día siguiente conocimos formalmente a la tripulación. Nos explicaron el funcionamiento de las diferentes partes internas del velero. Desde el ya famoso uso de los baños (que se descargan moviendo una palanca 25 veces, sí, 25 veces), la estricta separación de los residuos, la norma de no dejar nada sin comer en el plato (no se tira absolutamente nada de comida cuando sobra) hasta el ahorro de agua a bordo.

Inmediatamente Lies llenó las planillas de turnos para las 3 tareas principales a cumplir: limpieza, cocina y guardias nocturnas (de 4 horas) todos los días.  Cada persona se sube a una embarcación de Greenpeace sabe que debe, sin excepción, seguir las reglas a bordo y se convierte, por unos días, en parte de la tripulación.

Luego de tener las charlas de seguridad para evitar los tres problemas más graves posibles (1- incendios, 2-que una persona caiga al agua y 3- que haya que abandonar el barco) aplicamos todas las medidas correspondientes, nos pusimos nuestros “uniformes” -remeras y abrigos- y partimos desde el puerto marplatense. 

Era una mañana soleada y entramos al mar con todas las ganas de poder transmitir y contagiar nuestra pasión por defender el Mar Argentino a la mayor cantidad de personas posible, a quienes siguieran esta expedición a través de los diferentes canales de comunicación de Greenpeace.

Caminante no hay camino sino estelas en la mar

Ni bien dejamos atrás el puerto de Mar del Plata el velero comenzó a moverse casi rebotando sobre el mar. Empezamos a sentir la presión de las olas “bañando” el puente de mando. Entendimos que es la naturaleza quien dispone  el viaje y empezaron los mareos. “Es hasta que se acostumbren” nos decían. Estrenamos el balde que está en la cubierta para los momentos donde nos sentíamos muy mal. Pero el acostarnos o respirar el aire puro y sentir el viento en la cara fue clave para ir acomodándonos físicamente al movimiento.

El movimiento del Witness con la fuerza del mar

Luego de una primera noche muy movida e inquieta no perdimos el tiempo y nos enseñaron a manejar el timón. El capitán Daniel Mares nos explicó las maniobras para que el Witness siga la ruta correcta y la marinera de cubierta Lies no capacitó con las velas.

Durante los días siguientes cumplimos las tareas correspondientes del barco mientras por turnos otro grupo iba realizando el registro audiovisual y la grabación de mensajes.

DALE PLAY! Nos turnamos para timonear todo el tiempo posible

El compañerismo, la buena voluntad y predisposición estuvieron siempre a la orden de día. Eso hizo que fuera tan hermoso disfrutar de los mejores momentos de esta experiencia.

  • Los atardeceres: gracias a la recomendación de dos voluntarias que habían estado a bordo meses atrás en el Witness la tripulación tenía a mano la hermosa canción “Gracias a la vida”. Y precisamente ese tema fue la banda sonora de los atardeceres cada vez que el clima se volvía bondadoso, las nubes se corrían y aparecía el sol cálido a despedirse del mar.
  • Las guardias nocturnas: No hay palabras y, casi tampoco fotografías, que puedan hacerle justicia a la belleza inmensa del cielo estrellado en medio del Mar Argentino. Noches cuya oscuridad, falta de contaminación y soledad hacían resaltar las luces de la luna y de todas las constelaciones juntas diciendo “presente”. También llegaban estrellas fugaces que caían de repente sobre las olas de color fluorescente (bioluminiscencias).  Y, por último, tuvimos la presencia de varias parejas de delfines que nadaban al paso del barco, dejando rastros flúo. “¿Por qué nadan TAN cerca del velero?”, pregunté al capitán.  “Las olas que genera en movimiento del Witness son  ideales para que los delfines practiquen su propio surf”, me dijo. La paz hecha paisaje.

No hay tiempo que perder: ¡Salvemos al Golfo San Matías!

Llegamos al puerto de San Antonio Este (Río Negro) un día soleado, después de varios días de navegación. La primer vista de tierra era hermosa, playas, aves, el viento suave y un paisaje natural de gran belleza. Algunos lobos marinos se asomaron a darnos la bienvenida, el agua era de color turquesa. Ya estábamos en el Golfo San Matías.

El barco Witness llegando a San Anotnio Este © Ciclo Films

Nos trasladamos hacia Las Grutas 60 km por un camino que pasaba por el llamado “Caribe Patagónico”, las costas blancas y las aguas cálidas de Punta Perdices.  Todo lo que está en juego y que necesitamos proteger del avance de la industria petrolera.

© Osvaldo Tesoro / Greenpeace

Ya con los pies en tierra firme nos encontramos con las comunidades locales que desde hace décadas luchan para defender el Golfo San Matías y proteger las áreas que rodean a un Patrimonio Natural de la Humanidad como es la Península Valdés.

Y ahora el reclamo es urgente: el año pasado la Legislatura de Río Negro modificó a puertas cerradas la ley provincial 3.308  que protegía al Golfo San Matías de las actividades hidrocarburíferas para habilitar la instalación de un puerto petrolero en las playas de Punta Colorada. De hecho, YPF ya anunció la construcción de un oleoducto que atravesaría la provincia desde Vaca Muerta y terminaría en ese puerto, en las playas.

Esa ley había sido el fruto del trabajo de la comunidad local y organizaciones por proteger su patrimonio natural y fuentes laborales genuinas como el turismo y la pesca artesanal. El peligro de un derrame de petróleo en una zona tan relevante del Mar Argentino sería una catástrofe ambiental.

@ Osvaldo Tesoro / Greenpeace

Por eso el sábado 27 nos sumamos a la Jornada Comunitaria #SalvemosAlGolfo junto a la Multisectorial Golfo San Matías y otras organizaciones. Esta serie de actividades se hicieron para visibilizar el descontento popular con la industria petrolera y concientizar sobre el impacto ambiental negativo que generaría ese avance en las comunidades y en la biodiversidad del mar.  

@ Osvaldo Tesoro / Greenpeace

Empezamos bien temprano en la playa acompañando a los artistas Chechen y Natalia Di Giacomo (@chechen.arte y @nataliadigia) en la realización de una obra de arte efímera en la arena.

Poco a poco y fue tomando forma un símbolo circular con la leyenda “La Ley 3308 resiste. Salvemos al Golfo”. El mismo que quedó plasmado el flyers, stickers, remeras y ojalá que en los corazones de todas las personas que se suman cada día a la defensa del mar y el Golfo.

Luego nos juntamos en el anfiteatro de la primera bajada con banderas, sillas, mates, parlantes y empezó la convocatoria bajo la conducción de Fabricio di Giacomo, miembro de la Multisectorial.  Las charlas estuvieron a  cargo de nuestros compañeros de Greenpeace  Luisina Vueso (coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace), Hernán Pérez Orsi (activista y miembro de Greenpeace a cargo del área de investigación oceanográfica), el abogado Gonzalo Vergéz (de la Asociación de Abogades Ambientalistas), Fabricio Di Giacomo (Multisectorial Golfo San Matías)  y se sumaron testimonios de vecinos y vecinas de diferentes localidades.

Después de una foto grupal la tarde cerró con la música del grupo local “Tornado dulce”  (con @lalagraffigna en voz y @eduyturrioz en guitarra) ovacionados por la convocatoria y con la seguridad de que no vamos a bajar los brazos en la defensa de nuestro mar. La modificación de la ley 3.308 no solo es inconstitucional sino que también va en contra de la normativa nacional en materia ambiental y se opone al principio de no regresión del Acuerdo de Escazú.

Unos días después activistas de Greenpeace llegaron a Punta Colorada y realizaron una acción pública en el puerto que anteriormente  funcionaba para transporte de hierro y donde actualmente se pretende instalar la infraestructura para la industria petrolera. Cuatro de ellos escalaron la estructura para luego llegar hasta los 30 metros de altura sobre la antigua instalación y desplegaron un cartel con la leyenda “Mar sin petróleo”. Otros 6 activistas, en simultáneo desde gomones en las cercanías a la antigua terminal, desplegaron la consigna “Salvemos al Golfo San Matías”.

@ Osvaldo Tesoro / Greenpeace.
@ Osvaldo Tesoro / Greenpeace.

Finalmente tuve que decir adiós a Las Grutas, al Golfo San Matías, al barco Witness y mis compañeros y compañeras agradeciendo haber conocido a personas tan valientes y de procedencias tan diferentes. Personas que vivimos geográficamente lejos pero que compartimos una misma lucha y convicción, la de proteger y defender nuestro mar del avance de las industrias extractivas que no tienen reparos en destruir la calidad de vida de comunidades, de la biodiversidad única en una región tan particular y no escuchan el rechazo social. Gracias a la participación incansable y la movilización social los grandes proyectos petroleros en nuestro han logrado demorarse .

Toda esta experiencia y trabajo es posible gracias a la colaboración de socios y socias, gracias a la tarea de los equipo de voluntariado, gracias al apoyo de las organizaciones aliadas y especialmente gracias al compromiso de todas las personas que desde sus casas, desde sus localidades ponen su granito de arena difundiendo, compartiendo y creyendo que es posible hacerle frente a las injusticias ambientales GRACIAS!!

#SalvemosAlGolfo #La3308NoSeToca #MarLibreDePetroleras #MarArgentinoSinPetróleo




Fuente: Greenpeace

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