La séptima edición del Festival de Cine de General Pico superó la primera parte y comienza a transitar la recta final, que será el miércoles cuando se entreguen los premios Piedra Fundamental en las distintas competencias y el Domingo Felippini, el galardón que surgirá del voto del público.
Con buena respuesta de los espectadores y una programación robusta, el festival que se realiza desde 2015 pero que tuvo una pausa de dos años por la pandemia -en tanto se privilegió la experiencia del cine en los cines por sobre la modalidad online-, probablemente tiene como una de las mayores virtudes la perseverancia.
A la dificultad que atraviesa cualquier iniciativa vinculada a la cultura, relegada en muchos casos por todo tipo de urgencias, los festivales de cine que se realizan en el interior del país le suman la distancia de Buenos Aires, que concentra buena parte de la actividad y en especial, la del sector audiovisual.
En ese sentido, este festival bien puede ser tomado como una iniciativa exitosa, que a través de los años demostró una convicción blindada para sostener el certamen y hacerlo crecer.
Si más allá de las charlas, mesas redondas y eventos, el centro de un festival de cine son las películas, la muestra que se realiza en esta pequeña ciudad del noroeste de la provincia de La Pampa puede sentirse orgullosa por la programación que alcanzó en su séptima edición.
Comenzando por el cine argentino, el festival empezó con “Los delincuentes”, la extraordinaria película de Rodrigo Moreno (“El custodio”, “Un mundo misterioso”, “Una ciudad de provincia”), que con su historia de dos empleados bancarios que roban en la sucursal en donde trabajan el equivalente de sus sueldos hasta su jubilación, fue incluida en la prestigiosa sección Un Certain Regard del último festival de Cannes.
A este potente comienzo con el cine argentino se le suman “Almamula”, del santiagueño Juan Sebastián Torales; “Agua sucia”; de Diego Crespo y Guillermo Ruiz; “Estertor”, de Sofía Jallinsky y Basovih Marinaro; que junto con la mencionada “Los delincuentes”, son los filmes de la Competencia Nacional de Largometrajes, que tiene como particularidad, que todos los títulos tuvieron su premiere en General Pico.
Pero la apertura del festival tuvo un programa doble, porque mientras en el Cine Teatro Pico se proyectó la película de Rodrigo Moreno, en el Cine Gran Pampa se vio “Corsage”, de la austríaca Marie Kreutze.
El riguroso abordaje de la trágica vida de la Emperatriz de Austria (a cargo de la actriz luxemburguesa Vicky Krieps), más conocida como Sissi, también compitió en Cannes pero en 2022.
En el primer año de la Competencia Internacional Largometrajes, a “Corsage” se le suman la belga “Here”, de Bas Devos; la francesa “Pasajes”, de Ira Sachs; y el documental chileno “Punto de encuentro”, de Roberto Baeza.
También la divertida , potente y disruptiva “Rotting in the Sun”, filme estadounidense dirigido por el chileno Sebastián Silva; y la boliviana “Utama”, de Alejandro Loayza.
A estos dos apartados se le agregan las de los cortometrajes nacionales y en especial los regionales, que da cuenta de que la actividad audiovisual de la provincia viene en franco desarrollo y justifica algunas políticas orientadas a que La Pampa sea parte activa del sector a nivel nacional.
En ese sentido y en primer lugar, la permanencia del festival piquense es un logro importante para encauzar una escenas audiovisual dispersa en la provincia, que encuentra en la ciudad pampeana un punto de encuentro ineludible para su crecimiento.
Y justamente, es el festival en donde se presentó la recientemente creada La Pampa Film Commission, con residencia en la localidad fundada en 1905, que tiene como misión de relevar, asesorar y ayudar al desarrollo audiovisual de la región, además de articular políticas de cooperación con otras comisiones similares del resto del país.
Este panorama apunta al ambicioso proyecto de toda la comunidad a que se presente y promulgue una ley de Fomento Audiovisual para la provincia en un futuro cercano y este lunes tendrá lugar una mesa de debate al respecto en el Microcine del Cine Teatro Pico.
Sin duda hay dificultades, pero el festival, que nació a partir de la Sociedad Italiana de la ciudad, junto a la Municipalidad local, y que por la decisión política del municipio ahora es destinatario de parte de los fondos del Consejo Federal de Inversiones (CFI), ya es una cita destacada en la agenda nacional de eventos relacionados al cine.
Fuente: Télam
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