El exfutbolista de San Lorenzo Lautaro Iván «Taro» Carrachino, acusado junto a otro hombre por un narcocrimen en enero de 2020 cuando quisieron usurpar un departamento en la localidad bonaerense de Ciudad Evita para instalar un búnker de venta de drogas y asesinaron a un familiar de uno de los ocupantes, negó durante un juicio oral haber participado del hecho y manifestó que ese día se encontraba de vacaciones con amigos en la Costa Atlántica, aunque tres testigos lo complicaron al reconocerlo como una de las personas que participaron del asesinato.
El juicio por el crimen de Rubén Oscar López, que comenzó este miércoles en una sala de la Universidad Nacional de La Matanza, está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza y, además de Carrachino, está siendo juzgado Cristian Daniel «Chucky» Cruz (45), ambos acusados del delito de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por el empleo de arma de fuego», que prevé la pena de prisión perpetua.
Carrachino, quien fue promesa de San Lorenzo y goleador en las inferiores del club, negó ante los jueces Gerardo Gayol, Franco Fiumara y Matías Jorge Rouco haber participado en el hecho y aportó como coartada haber estado con amigos en la Costa Atlántica.
Durante unos 20 minutos, el joven de 26 años aseguró que el 26 de enero del 2020 viajó con amigos desde La Matanza a la localidad de Sierra de los Padres, cercana a Mar del Plata, y al día siguiente a Santa Clara del Mar, donde permaneció hasta el 2 de febrero.
Para reafirmar sus dichos, Carrachino explicó que durante esos días concurrió a bailar a «La Caseta» y al parador «Mute», en Mar del Plata, y que durante varias jornadas de sol asistió a la playa en el Balneario 12 de Punta Mogotes.
Durante el debate también declaró el otro imputado, «Chucky» Cruz, quien también se manifestó inocente y dijo ante el tribunal que el día en el que ocurrieron los hechos que se le imputan él había ido con su familia a la casa de su suegra porque era el cumpleaños de un sobrino y que se quedó a dormir allí.
Además, Cruz señaló que el día de su detención, un policía de civil le «plantó» un arma y le pusieron el apodo de «Chucky», a pesar que nunca lo llamaron de esa manera ni sus conocidos, ni amigos, ni familiares, quienes le decían «Petiso» o «Gordo».
Sin embargo, tres testigos presenciales derribaron ambas coartadas minutos más tarde, cuando declararon ante los jueces que los reconocían como las personas que ingresaron al departamento donde fue asesinado López.
La primera de las testigos, de quien se preserva su identidad, dijo que conocía a Carrachino del barrio y por las redes sociales y que por eso lo reconoció como una de las personas que ingresó, junto a otro hombre al que también sabía que se apodaba «Chucky», al departamento en el primer piso del Monoblock 18 de la localidad de Ciudad Evita cerca de la 1.40 del 27 de enero del 2020.
La mujer agregó que los delincuentes rompieron la puerta de la vivienda a patadas y que gritaban «todos al piso».
«Esta casa es de mi compañero ‘Secuen’. Si en dos horas no se van, volvemos y matamos a todos», fueron las palabras que recordó la testigo que utilizó Carrachino al ingresar al departamento que planeaban usurpar.
A su vez, otra testigo dijo que Carrachino regresó dos horas después de aquella amenaza al departamento y le apuntó con una pistola en la cabeza.
«Lautaro (por Carrachino) me apuntó con un arma en la cabeza», aseguró el testigo, quien también reconoció al otro imputado, al que identificó como «Chucky».
«Sabía que él hacía estas cosas: Te sacaba la casa y te mataba», aseguró.
El tercer testigo, también presenció el hecho y fue quien concurrió al departamento de López para pedirle ayuda, pero dijo que no pudo reconocer a la persona que disparó y mató a su vecino porque ante el primer disparo se ocultó junto al resto de su familia en una habitación.
El debate continuará con testigos de la defensa y los alegatos de las partes el próximo viernes a las 9, pero en este caso la audiencia se llevará a cabo en la sala del TOC4, situada en la calle Entre Ríos 2795, en San Justo.
El hecho fue investigado por el fiscal de Instrucción de Homicidios Dolosos de La Matanza, Federico Medone, quien consideró en su elevación a juicio que «Chucky» Cruz y «Taro» Carrachino, portando armas de fuego, ingresaron a la fuerza a esa vivienda con el fin de usurparla para, luego, instalar un bunker de drogas.
Tras una primera amenaza a sus ocupantes -una joven que vivía en el lugar con su pareja y su hijo de 2 años-, los delincuentes sustrajeron una PlayStation 4, cuatro gorras de visera, una camiseta de fútbol de la selección colombiana de fútbol, 500 pesos y un morral con documentación a nombre del hijo de la mujer.
Luego, los dos hombres a los que el fiscal identificó como Cruz y Carrachino regresaron casi tres horas después de cometer esa amenaza, junto a otros dos que no fueron identificados, y asesinaron a López, quien también se hallaba en el departamento.
«Taro» Carrachino fue apresado el 22 de octubre de 2020 en inmediaciones de las calles Crovara y Cristianía de Ciudad Evita, tras permanecer casi diez meses prófugo.
Fuente: Télam
Déjanos tu Comentario!