El joven de 23 años que se encuentra detenido acusado del abuso sexual y femicidio de Susana Cáceres, cuyo cuerpo fue hallado en un descampado de Moreno en noviembre último, tras ser reconocido por testigos en una serie de imágenes en las que se lo ve junto a la víctima el día de su desaparición y que fueron difundidas por la Justicia, va a declarar el próximo miércoles y aseguró «ser inocente».
Así lo manifestó Joel Ramiro Sosa, alias «Yagui», a Télam por intermedio de su abogada defensora Silvina Fernández Rosarno, que tiene la defensa del imputado por el asesinato de la mujer de 43 años.
«Soy inocente en el femicidio de Susana y pido declarar por primera vez en la causa. No tengo nada que ver con lo que le pasó, estoy encerrado por algo no hice», aseguró el acusado.
El sindicado autor material del femicidio agregó que le contará a la fiscal Luisa Pontecorvo que si bien él estuvo con Susana «también estaba otro hombre» y que los tres «tomaron cerveza» hasta que «se fue a su casa y quedaron ellos dos tomando cerveza».
Sobre la gorra que le secuestraron en su casa que le pertenecía a Susana dijo que «ella se la había vendido» para su hija y lo tenía en su casa para entregársela como «regalo».
«A Susana la conocía de la feria porque su mujer y ella vendían en la plaza de Lomas del Mariló», aseguró a Télam la abogada Fernández Rosarno, quien precisó que Sosa va a declarar el miércoles 31 de mayo.
Además, la pareja de Sosa tiene para el 29 de mayo una pericia psiquiátrica para evaluar que su testimonio sea válido, mientras que la madre declarará como testigo el 1 de junio.
«Mi defendido está esperando declarar y solo dice que es inocente en el femicidio y quiere saber lo que pasó con ella», sostuvo y añadió: «Se presentó a derecho el día previo a que lo allanen y no quisieron tomarle la declaración. Es un horror lo que hizo la justicia».
La detención de Sosa fue en el domicilio de su madre, situado en la calle 3 de Octubre al 2.000, de la localidad Villa Udaondo, al que se había mudado, ya que con anterioridad residía a unas siete cuadras del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Cáceres.
En un allanamiento realizado en ese domicilio y en otro allanado en Villa Trujui en el marco de la pesquisa, los detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno secuestraron una visera rosa que la mujer llevaba puesta el día de la desaparición y que Sosa se habría llevado como «trofeo» después del ataque.
También se encontró la bicicleta con una silla para niños que tripulaba el sospechoso de matar al Cáceres cuando quedó filmado junto a ella, agregaron los informantes.
Los voceros dijeron que fue clave para la detención del sospechoso la difusión de las imágenes dispuesta el 4 de este mes por la fiscal Pontecorvo y sus secretarios Pablo Cordoba, Natalia Imelio y María José Paparone.
Es que, a partir de ello, aparecieron testigos que reconocieron a Sosa como un changarín y cortador de pasto vecino de la zona y lo identificaron en las imágenes por las ropas, su contextura física, forma de andar y la bicicleta que usaba.
El acusado quedó imputado por «homicidio triplemente agravado por femicidio, criminis causa (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad) y ensañamiento; robo agravado (por quedarse con la visera de la víctima) y abuso sexual agravado», una calificación que prevé la máxima pena, prisión perpetua.
Cáceres, quien tenía cuatro hijos, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui la tarde del martes 8 de noviembre del año pasado, luego de dejar a su beba de un año y medio al cuidado de su madre.
«Ahí vengo má», le dijo a la mujer antes de ir a vender unos electrodomésticos para pagar una deuda que tenía.
Su cuerpo fue encontrado diez días después en un descampado a la vera de río Reconquista, en Moreno son signos de abuso sexual, múltiples lesiones punzo cortantes en la región del tórax de hasta 20 centímetros de largo y además tenía traumatismos en el cráneo.
Fuente: Télam
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