Juan Carlos Pérez, «El Cura», recibió ese alias porque uno de los primeros ítems de su curriculum delictivo fue el robo a una agencia bursátil vestido con una sotana. Asiduo visitante de penales de medio país, gracias a su buena prosa fue «cronista carcelario» para varios medios. Un par de años después de salir en libertad murió en su ley, tras asaltar una ferretería.
Fuente: Télam
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