Dos fugas de diez internos se produjeron en los últimos 40 días de la prisión santafesina de Piñero, una unidad penitenciaria inaugurada en 2003 como «cárcel modelo» y que hoy alberga a más detenidos que los que permite su capacidad.
La fuga de ocho internos ocurrida el último domingo en dicha cárcel santafesina, luego de una agresión armada desde el exterior contra personal del Servicio Penitenciario, estuvo precedida por otra ocurrida el 17 de mayo pasado, cuando dos presos se evadieron del penal.
Esa evasión ocurrió a media tarde y estuvo protagonizada por Carlos D’Angelo y Hugo Peralta, dos condenados que cumplían la sentencia en la Unidad Penal 11 (UP11).
D’Angelo, condenado por homicidio, fue recapturado dos días después en una casa de Villa Gobernador Gálvez, mientras que Peralta permanece prófugo.
Por esa fuga fueron imputados con prisión preventiva diez miembros del Servicio Penitenciario, entre ellos el jefe del penal, aunque siete de ellos fueron liberados la semana pasada por no poder probarse que haya existido intención en el facilitamiento de la evasión, sino negligencia, informaron fuentes judiciales.
El domingo pasado fueron ocho los presos que se fugaron por un alambrado perimetral que fue cortado, mientras tres personas atacaban a balazos desde el exterior la UP11.
Tres de los ocho evadidos fueron recapturados y el fiscal que investiga el hecho, Franco Carbone, solicitó hoy la captura internacional de los 5 que permanecen prófugos.
La unidad penal de Piñero, ubicada en una zona deshabitada en el cruce la ruta provincial 14 y la A-012, en el sur de la provincia de Santa Fe, fue inaugurada en 2003 como «cárcel modelo» y es la más nueva de la provincia.
El edificio original tenía 30.870 metros cuadrados cubiertos, distribuidos en cuatro prototipos de detención llamados mini-penal.
En 2015 se le agregaron otros dos módulos de 5.200 metros cuadrados cada uno y se está terminando un hospital interno con 24 camas y diferentes especialidades médicas, detallaron voceros del Gobierno santafesino.
Sin embargo, según confirmó el secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez, la población actual de la UP11 es de 2.100 internos, aunque su capacidad permite albergar a 1.400.
Tras la última fuga, Gálvez anunció ayer la construcción de un muro perimetral y la puesta en marcha de «un centro de monitoreo pionero en el país».
Paralelamente, la diputada del Frente Progresista, Lionella Cattalini, señaló hoy que «durante 2020 el Gobierno provincial ejecutó sólo el 39% de los más de 600 millones que tenía para destinar a la inversión pública en construcción o equipamiento de las cárceles».
A través de un comunicado, agregó que «durante el primer trimestre de este año, sólo el 4,5% de los 1.700 millones que desde la Legislatura aprobamos en el Presupuesto para el mismo fin» fueron ejecutados.
Fuente: Télam
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