El líder actual de la narcobanda que tuvo como jefe a Marco Estrada González y que opera en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño desde hace dos décadas, fue detenido junto a otras once personas tras una serie de allanamientos en los que se secuestró un arsenal compuesto por escopetas, ametralladoras, pistolas y hasta un fusil FAL, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Johnny Ray Arnao Quispe, alias «Pantro», quien de acuerdo a la pesquisa conjunta del fiscal federal 8, Eduarto Taiano; el fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), y la fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes porteña, Cecilia Martín, es el actual jefe de la organización narcocriminal que opera desde hace más de 20 años en ese asentamiento.
Para los pesquisas, «Pantro» coordina y supervisa la distribución de drogas en ese barrio luego de que los líderes históricos, «Marcos» y su esposa, Silvana Salazar, fueran detenidos y condenados, y que Fernando Estrada González, alias «Pity» se profugara en 2010.
El escrito en el que los fiscales solicitaron al juez federal Ariel Lijo el arresto de 24 personas para ser indagadas por narcotráfico -al que Télam tuvo acceso-, indica que de la pesquisa de campo encomendada y desplegada por personal de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA), surgió que «Pantro» inició su actividad en la organización liderada por «Marcos» en 2010.
Tras la condena da 24 años de prisión del capo narco, «Pantro» habría quedado al mando de la estructura criminal y lideraría la venta de drogas que realizan dos grupos definidos en dos turnos de 28 días consecutivos en tres puntos de la villa.
Junto a Arnao Quispe fueron detenidas otras once personas del total de 23 cuyos arrestos fueron ordenados, entre ellas Alicia Raquel Bordón Saravia, conocida en el interior del asentamiento como “Raquel», quien no vivía en la 1-11-14 pero sería la encargada de cobrar una tarifa a los vendedores ambulantes de la zona bajo dominio narco y quien rendía las cuentas a «Pantro» y a otro capo narco, Ulises Romero Godoy, alias “Pitufo», quien no pudo ser localizado en los procedimientos.
La banda cuenta además con «marcadores» que se ubican en lugares estratégicos dentro del barrio; «satélites» que vigilan la presencia de personas extrañas recorriendo el territorio bajo dominio narco, y «chalecos», personas mayormente armadas que dan seguridad a los jerárquicos de la organización.
Durante los operativos desplegados se secuestró un arsenal compuesto por un fusil FAL, dos escopetas, dos ametralladoras, una pistola ametralladora, cargadores, municiones, un silenciador, esposas y chalecos antibala.
Los 12 detenidos comenzaron a ser indagados hoy por la Justicia federal, que encomendó diversas directivas para dar con el resto de los buscados aún prófugos.
Si bien la investigación sobre la banda narco comenzó en 1999, cuando se produjo un triple homicidio en ese asentamiento de la zona sur de la ciudad, con el correr de los años se fueron identificando diversas subestructuras e integrantes.
Estos últimos pedidos de detenciones se originaron en un suceso ocurrido el 20 de agosto, cuando al realizarse registros domiciliarios en el marco de una causa conexa, el personal de la PFA obtuvo documentación de interés y envoltorios de marihuana y cocaína listos para la venta.
Los fiscales fundamentaron ante el juez Lijo que durante la pesquisa «se pudo corroborar la vigencia de la organización narcocriminal arraigada en un sector comprendido por siete hectáreas dentro del asentamiento poblacional conocido como Villa 1-11-14 del de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
Además, en el escrito indicaron que existe un «dominio territorial por parte de esta organización narcocriminal, cuya estructura y funcionamiento ya ha quedado acreditado en el marco de la causa que presenta múltiples eslabones en la cadena de tráfico ilícito de drogas»
«La investigación tuvo como objeto determinar la existencia y continuidad de la organización dedicada a la distribución de sustancias estupefacientes que opera dentro del ámbito de la Villa 1-11-14 de esta Ciudad, a través de un sistema de turnos que viene funcionando desde hace más de dos décadas en ‘un sector -de siete hectáreas- conocido como ‘El Sector de los Peruanos'», añadieron.
Los fiscales recordaron que la pesquisa sobre los narcotraficantes que operan allí comenzó el 29 de junio de 1999, cuando se investigaron tres homicidios en el interior de la Villa 1-11-14, en el predio conocido como «Cancha de los Peruanos», que marcaron «el comienzo de poder de los Estrada González en el interior del asentamiento».
Fuente: Télam
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