Europa se inclina por el desarrollo de ransomware (software extorsivo), por lo que América Latina aprovecha ese vacío para «exportar troyanos bancarios». Las amenazas son cada vez más sofisticadas y el sistema de negocio se perfila como «C to C» (de criminal a criminal). La región también registró una explosión del phishing, con un aumento de 63% en Argentina.
Fuente: Télam
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