Seis policías cordobeses comenzaron este lunes a ser juzgados por un jurado popular por el crimen del adolescente Joaquín Paredes (15) y las heridas provocadas a un amigo de la misma edad durante un operativo realizado el 25 de octubre de 2020, en pleno Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia de coronavirus, en la localidad de Paso Viejo.
Los policías enfrentan distintos cargos, ya que sólo uno de ellos llegó al debate acusado de homicidio y lesiones graves, mientras que otros están imputados por lesiones graves, omisión de los deberes, disparo de arma de fuego y amenazas calificadas.
El debate comenzó pasadas las 10 en la ciudad de Cruz del Eje, en el noreste provincial, adonde la madre de Joaquín, Soledad, llegó acompañada por familiares y amigos de su hijo, además de integrantes de asociaciones de familiares de víctimas que viajaron hasta allí para acompañarla.
El tribunal integrado por los jueces Ángel Francisco Andreu, Javier Rojo y Ricardo Arístides dio comienzo al juicio con la lectura a la acusación fiscal y, tras escuchar planteos de las partes, tenía previsto dar comiendo a la presentación de pruebas documentales y testimoniales.
La acusación está a cargo de la fiscal Fabiana Pochettino y del abogado Claudio Orosz, quien representa como querellante a la familia de la víctima.
«Por fin llegó el día. Estoy con muchos nervios porque le tuve que conocer la cara al asesino de mi hijo y a otros dos policías que no conocía. Están ahí como si nada hubiesen hecho. Me pone mal, me duele, pero no voy a caer, no voy a bajar los brazos, voy a estar más fuerte que nunca y queremos que se haga justicia por Joaquín para que él pueda descansar en paz», dijo a la prensa la mamá de la víctima.
De acuerdo a la acusación, la madrugada del 25 de octubre un grupo de policías se trasladó hasta la plaza de Paso Viejo, una localidad de unos mil habitantes, luego de ser alertado sobre una reunión de jóvenes en ese lugar mientras regía el aislamiento.
Cuando los efectivos llegaron al lugar se produjo una discusión con los jóvenes que, de acuerdo a la pesquisa, derivó en una balacera por parte de los policías, quienes efectuaron al menos siete disparos.
De los peritajes realizados durante la pesquisa surgió que cuatro balazos se realizaron con el arma del agente Iván Alexis Luna (26) y tres con la del agente Maykel Mercedes López (25), entre ellos el que impactó en la espalda de Paredes y le provocó la muerte.
Otro de los disparos, en tanto, se incrustó en el brazo de Brian Brandon Villada (15), quien debió ser asistido en un centro de salud pública, aunque en este caso no se pudo determinar de qué arma partió el tiro.
Hoy comenzó en Córdoba el juicio oral contra seis policías acusados por el homicidio de Joaquín Paredes, el adolescente asesinado en octubre de 2020 en el pueblo de Paso Viejo. Según los testigos, los jóvenes estaban en la plaza del pueblo cuando arribaron los policías y tras una… pic.twitter.com/pQDEJG5xYH
— Horacio Pietragalla Corti ⭐️⭐️⭐️ (@pietragallahora) July 24, 2023
Los delitos que enfrentan los acusados
De los seis policías que llegaron a juicio, López es el único que se encuentra detenido y enfrenta una acusación por «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y coautor de lesiones graves en agresión agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real».
Luna, en tanto, está acusado por «lesiones graves en agresión agravadas por el uso de arma de fuego y disparo de arma de arma de fuego»; mientras que Enzo Ricardo Alvarado (29), Jorge Luis Gómez (34) y Ronald Nicolás Fernández Aliendro (27) enfrentan cargos por «omisión de los deberes» y «disparo de arma de fuego calificado».
Finalmente, el policía Daniel Alberto Gallardo (43) está acusado de amenazas calificadas.
El crimen de Joaquín Paredes
De acuerdo a la instrucción. el episodio ocurrió entre las 4.30 y las 4.50 del 25 de octubre de 2020 cuando Joaquín, Villada y otros doce de jóvenes escuchaban música y bebían en las inmediaciones del dispensario local, ubicado en calle Luis Nieto s/n, entre calles Malvinas Argentinas y Agustín Tosco, de Paso Viejo.
En esas circunstancias, llegaron al lugar policías a bordo de tres móviles con el fin de controlar a los jóvenes y solicitarles que se retiraran del lugar.
Según el requerimiento de elevación a juicio, «cinco efectivos, encabezados por el sargento Gómez, descendieron de los rodados, que quedaron con los motores y luces encendidos, con la finalidad de echar a los jóvenes del lugar haciéndolo de forma violenta y rodeándolos a pocos metros de distancia, consintiendo todos con su accionar la producción cualquier daño y cualquier resultado».
Siempre de acuerdo a la acusación, uno de los policías, Aliendro, llevó sus manos a la escopeta que llevaba, mientras les decía a los jóvenes que se retiren del lugar.
Ante esa actitud, los chicos comenzaron a discutir verbalmente con el personal policial y el ambiente se tornó más hostil, hasta que Aliendro, que se encontraba parado junto al móvil camioneta, «habría efectuado al menos uno o dos disparos al aire con cartuchos antitumulto compuestos con poliproyectiles o postas de goma»
Luego, el agente López y el agente Luna, «sabiendo que actuaban en grupo y con la autorización del personal policial de mayor jerarquía en el lugar, haciendo abuso de su condición de miembros de la fuerza de seguridad» y «aportando al plan común de darle muerte a cualquiera de los jóvenes presentes, tomaron sus armas de fuego reglamentarias provistas por la fuerza y a una distancia no mayor a los 18.79 metros, efectuaron en toda dirección al menos siete disparos”
La fiscalía resaltó que tras ello, con Joaquín y su amigo baleados, los policías escaparon del lugar, mientras que el resto de los jóvenes comenzaron a correr al escuchar los disparos.
Fuente: Télam
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