El reconocido abogado penalista Fernando Burlando representará como particulares damnificados a los padres de Lautaro Alvaredo, el joven que falleció luego de permanecer 12 días internado con muerte cerebral tras haber recibido una paliza a la salida de un boliche de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, y adelantó que analiza la posible participación de otras tres personas en el homicidio que ya tiene a tres jóvenes detenidos.
«Estamos analizando la actuación dos varones más y de una mujer», dijo a Télam Burlando al confirmar que se presentará formalmente con otros miembros de su equipo como letrados patrocinantes de Diego y Tamara Alvaredo, los padres de la víctima.
Justamente este fin de semana Alvaredo padre posteó en su perfil de Facebook una foto donde junto a su mujer, Tamara, están con el penalista en su estudio y le dedican el siguiente mensaje: «Gracias al doctor Burlando por su apoyo y conocimientos. Lauty necesita de todos, siempre todos fuimos Lauty. A compartir y apoyar por justicia verdadera».
Burlando, que también tuvo un rol preponderante como abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, en la causa donde ocho rugbiers terminaron condenados – cinco a prisión perpetua y tres a 15 años-, por el homicidio del joven asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell en 2020, explicó a Télam que está «colaborando desde el primer día» con la familia de la víctima, aunque explicó que en aquel momento la «prioridad era la salud de Lautaro e intentar revertir el fatídico desenlace que tuvo».
En la causa ya hay tres detenidos, pero sobre el rol los otros tres posibles implicados, Burlando señaló que «hay que trabajar en mejorar las imágenes de los videos de las cámaras que captaron la secuencia del ataque» y que para ello se puede emplear un software, que si no lo tiene la Procuración bonaerense, va a aportar él mismo.
«No descansaremos hasta que no estén todos los detenidos», dijo Burlando a esta agencia.
El letrado destacó y felicitó por su trabajo al fiscal de la causa, Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, que logró detener a los tres principales sospechosos, el último de ellos el sábado pasado.
«El fiscal está haciendo un gran trabajo, como con la última detención, que se hizo gracias a un análisis minucioso en redes sociales a partir del cual se identificó la moto del imputado y con ello llegar a él», explicó el letrado sobre el arresto el sábado a la madrugada de Patricio Moreira (19).
La familia de Lautaro anunció por redes sociales que este martes a las 18 se realizará una marcha desde la estación de Gregorio de Laferrere hasta la plaza, con la consigna: «Justicia por Lauty, que paguen los que tengan que pagar. Él no murió, lo mataron».
Aparte de Moreira, los otros dos imputados detenidos por el caso son Fabricio Román Stella (18) -que fue entregado por su padre y un abogado horas después del ataque-, y Ian Noguera (19), quien también se entregó aunque unos días más tarde.
Todos fueron imputados por el fiscal Folino como coautores de un «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de tres o más personas», delito que prevé una pena de prisión perpetua.
El crimen
Lautaro falleció el 17 de este mes en la clínica Mariano Moreno, ubicada en el partido homónimo del oeste del conurbano, donde permaneció internado 12 días luego de ser diagnosticado con muerte cerebral.
El hecho ocurrió cuando Lautaro y sus amigos fueron al boliche «Cyrux», situado en avenida Luro y Pedro Obligado, de Laferrere, durante la noche del domingo 5 y la madrugada del 6 de este mes.
De acuerdo con lo establecido hasta el momento, en el local bailable se generó una pelea entre el grupo en el que estaba Lautaro y otros jóvenes, que se trasladó a una plaza ubicada a cien metros.
En un momento de la pelea, que involucraba a varios jóvenes, Lautaro cayó al piso, donde recibió fuertes golpes en la cabeza hasta quedar inconsciente.
Uno de los amigos que estaba con la víctima al momento de la pelea declaró que el hecho se inició cuando un joven se enfrentó a golpes de puño con uno los integrantes de su grupo porque le habían roto los lentes adentro del boliche.
Por tal motivo, el personal de seguridad del local decidió expulsar a todos los que habían participado de la pelea.
La salida de la víctima y sus amigos del boliche quedó registrada por una cámara de seguridad del mismo boliche y hasta ese momento no se habían visto hechos de violencia.
Sin embargo, Lautaro y sus amigos caminaron hacia la Plaza Ejército de los Andes, ubicada a menos de 100 metros del local bailable, y allí fueron atacados a golpes, secuencia que quedó registrada por cámaras de seguridad cuyos videos son piezas claves de la causa penal.
Fuente: Télam
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